La guerra arancelaria emprendida por Donald Trump ha provocado una crisis económica – financiera en la mayoría de los países del mundo y, cuyos efectos se procesan diferente, que ha dado inicio a una guerra comercial, que está provocando una nueva geopolítica y la configuración del nuevo poder político mundial.
En el ámbito internacional testimoniamos la aún persistente invasión militar por parte de Rusia a Ucrania, sin poder llegar por el momento a un acuerdo a pesar de que Trump había declarado en campaña que el terminaría la guerra en Ucrania en un día, y como lo han advertido las potencias occidentales, deben mantener las alarmas encendidas ante el impacto internacional de esta acción bélica. El presidente Putin reclama la expansión de la OTAN, como una alianza militar liderada por Estados Unidos junto a las principales potencias europeas, que se creó originalmente tras la segunda guerra mundial, para defender a Europa contra posibles amenazas de la ex Unión Soviética, amenaza la seguridad de Rusia.
En los años 90 la OTAN se comprometió a respetar la seguridad de Rusia y ahora su influencia se está expandiendo hacia el este de Europa, incluyendo a Ucrania, lo que Putin considera una agresión a la seguridad de Rusia. El presidente de Rusia, en conferencia de prensa señaló que Rusia se ve amenazada por la OTAN en virtud de que cada vez se acerca más a las fronteras de Rusia, ahora con la pretendida incorporación de Ucrania a la OTAN, y señala que no es Rusia quien amenaza la seguridad de Estados Unidos, que Rusia no se ha posicionado en las fronteras en Canadá ni en México, y sin embargo la OTAN se encuentra ya en la frontera con Rusia, y ahora la OTAN tiene fuerzas apostadas en las repúblicas de Polonia y Rumania, y pretenden establecerse en Ucrania, por lo que el acuerdo de paz entre Rusia y Ucrania aún no se vislumbra.
El pasado 2 de abril el Presidente Trump informó sobre los aranceles que aplicaría a cada país en el intercambio comercial, dando inicio con ello, a una guerra comercial que pone en peligro todo el sistema de globalización de intercambio comercial mundial, provocando un cambio de rumbo de la Economía Mundial, ya que después de la Segunda Guerra Mundial los países adoptaron de manera comprometida un régimen de integración económica que provocó que los países fueran interdependientes como previsión para mantener la paz, la aplicación de los aranceles significa la negación de todo este sistema de globalización.
Durante casi siete décadas este sistema provocó que los países que eran solamente proveedores de materias primas, se industrializaran creando empresas de manufacturas de productos para exportar, y los países como Estados Unidos disminuyeron su industria manufacturera para pasar a exportar servicios. Es así como el comercio globalizado provocó el desarrollo del potencial de muchos países en vías de desarrollo.
Con la aplicación de los aranceles la economía no solo de los Estados Unidos sufrirá una crisis, que de hecho ya lo vemos en la reacción de todas las Bolsas de Valores del mundo, el aplicar aranceles a los productos que importa EEUU de los diferentes países, provocará una mayor inflación a nivel mundial.
El problema radica que Donald Trump no razona como estadista, sino que su razonamiento es de inversionista a largo plazo, en donde si las Bolsas bajan las acciones pierden valor y entonces es momento de adquirir la mayor parte de las acciones para luego esperar el momento en que se recuperen, y así poder tener una mayor ventaja. Pero la mayoría de la población no piensa igual y no tiene los recursos para mantenerse durante el tiempo de crisis.
Para nuestro país, ya de por si México tiene una crisis económica, con un bajo crecimiento ahora pronosticado para el 2025 según estimaciones; por la amenaza arancelaria de Trump el Banco de México recortó a 0,6 por ciento su pronóstico de crecimiento para la economía mexicana para este año, se prevé una caída en el consumo y la inversión privada en el primer semestre debido a la incertidumbre en la relación comercial entre México y Estados Unidos, y sobre el futuro del TMEC
El Banco de México prevé que para el cierre de este 2025, la inflación en México promedie 3,3 por ciento anual, y la expectativa de que para el 2026, la inflación podría situarse en 3 por ciento. La titular del Banco de México señala que entre los principales riesgos para una escalada de precios en los siguientes meses figura la persistencia de la inflación subyacente.
El gobierno de México mientras tanto, no realiza acciones positivas para enfrentar la crisis, por una parte la desaparición de la división de poderes, y la orquestación de una fraudulenta supuesta elección de jueces, magistrados y ministros provocan incertidumbre y mucha desconfianza en el sistema de justicia mexicano que ahuyenta a los inversionistas.
Por lo pronto en México deberemos sufrir el destino de la economía norteamericana, al estar tan comprometidos económicamente con nuestros vecinos y depender en gran medida del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá.