La hora de la estrella (A Hora da Estrela, Brasil, 1985) de Suzana Amaral (28 de mayo de 1932, Sao Paulo, Brasil-25 de junio de 2020, Sao Pablo, Brasil), con Marcélia Cartaxo y José Dunont
Macabéa, solitaria mecanógrafa, trabaja en San Pablo y va adquiriendo “cultura” (en una de esas, le pregunta a su novio: ¿qué es cultura?), por escuchar un programa de radio llamado La hora de la estrella. Poco a poco, va adaptándose a la vida austera, en esa ciudad. Al relacionarse con Olímpico de Jesús, obrero metalúrgico, sufrirá una decepción que, por azares de la vida, la conducirá a un final inesperado, vaticinado por una adivina. De la novela (A Hora de Estrela de Clarice Lispector) al cine (gracias a la adaptación de Suzana Amaral), se dio un bello y triste drama, comedia-romántica, en el que se refleja la vida íntima de una joven analfabeta (no conoce el significado de varias palabras), despertando al deseo y al amor, sin saber que el entorno social le jugará un cruel destino. Tierna película clásica (ópera prima de Suzana Amaral) del cine brasileño, de los años 80s del siglo pasado, remasterizada, para beneplácito de los amantes del buen cine de todos los tiempos.
Góndola (Alemania-Georgia, 2023) de Veit Helmer (24 de abril de 1968, Alemania), con Mathilde Irrmann y Nino Soselia.
Dos chicas, empleadas en un teleférico, llevan y traen pasajeros, una y otra vez, cada una de ellas en su respectiva cabina, cruzándose tanto en sus viajes que terminan enamorándose. Entre drama y comedia-romántica, el realizador experimenta una narrativa en la que se suprimen los diálogos y donde, con el acompañamiento de musiquilla regional, la historia termina absurdamente, como absurdos son los encuentros y desencuentros con todos los personajes. En el transcurso de la narración, adivinamos que el realizador es el mismo que realizó Tuvalu (Alemania, 1999).
Perro negro (Black Dog, Gou zhen, China, 2024) de Guan Hu (1 de agosto de 1968, Pekin, China.
De una camioneta de transporte de pasajeros que se dirige a una ciudad en demolición, volcada por el paso de una jauría de perros salvajes, en el desierto de Gogi, al norte de China, aparece, entre otros, un misterioso personaje que, sabremos después, fue una estrella de rock y cumplió una condena por asesinato. Lo elemental va dando paso a una relación, hostil y amistosa, que surge entre él y un perro negro, abandonado, como muchos más, por sus dueños. Extraño “cine norteamericano-chino”, permítaseme decirlo así, en el que el héroe testarudo y huraño, en vez de caballo monta motocicleta, en vez de matar forajidos captura perros, y, en vez del lejano oeste, el hambiente es el desierto.
En la alcoba del Sultán (España-Francia, 2024) de Javier Rebollo (14 de septiembre de 1969, Madrid España).
Gabriel Veyre (1871-1936), operador del cinematógrafo de los hermanos Lumière, viaja a Marruecos para ofrecerle al Sultán del País de Norte la cámara tomavistas y terminará poniéndose a sus incondicionales órdenes, tratando de descubrir si se puede filmar el alma. Con cierto frío humor, Javier Rebollo nos narra la triste historia del viaje de Gabriel Veyre, pionero del cine primitivo, representante de los hermanos Lumière, inventores del cine, al Norte de África. Colorido homenaje a quien también trajo a México el aparato mágico.
Un amor (España, 2023) de Isabel Coixet (9 de abril de 1960, Barcelona, España).
Nat (Laia Costa) llega a un poblado de la provincia española, para trabajar sin ninguna prisa en sus proyectos, en favor de las mujeres violentadas. Se encariña con un perro hermafrofita que le ha regalado su casero. Las cosas se complican cuando el perro muerde a una niña, hija de sus vecinos, y tiene que abandonar el lugar. La realizadora da rienda suelta a un alegato sobre la intolerancia social, al machismo, al autoritarismo, al amor frustrado y a la sublimación de una joven mujer, ante una sociedad llena de prejuicios y falta de solidaridad. El final reivindica Un amor de ella por el animal y no por un salvaje, apodado el alemán, que la usa para sus satisfacciones personales.


