Hoy la geopolítica presenta escenarios convulsos en todas las regiones del globo. Ya sea la guerra enquistada en Ucrania -y otras guerras menos visibles, o tan visibles y peligrosas como una reciente fugaz batalla en la interminable guerra por episodios entre India y Pakistán-. Las masacres del Israel de Netanyahu en Gaza y Cisjordania, territorios palestinos.

Desde luego los “sismos” trumpianos derivados de golpes comerciales a países y regiones, así como de insolentes amenazas de intervención y despojo de territorios -que son atentados contra la soberanía-. Golpes de los que no ha escapado China, que, sin embargo, ha sabido aguantar y está sacando provecho. Golpes que también complican la ya de por sí complicada existencia de la Unión Europea, víctima de gobiernos ultras devenidos Caballos de Troya del selecto club de Bruselas, abandonado, además, del “amigo americano”.

Hay que añadir, en este escenario, la presencia de la Rusia de Putin y sus ambiciones de potencia mundial, ¿bajo los auspicios cómplices de Donald Trump?, Al Sur Global con India, Turquía y Brasil como algunas de sus “potencias”. ¿Al papa León XIV?

En tan complejo rompecabezas geopolítico tienen lugar los graves conflictos que menciono y otros sucesos que ameritan destacarse.

 

Guerra en Ucrania 

Esta guerra infame, iniciada con la invasión armada de Rusia el 24 de febrero de 2022, y que Putin bautizó como “Operación militar especial”, constituye una escalada de la guerra ruso-ucraniana que comenzó tras los sucesos del Euromaidán en 2014: pérdida de la península de Crimea y secesionismo en el este y el sur de Ucrania. El nombre que le dio Putin ya lo desprestigia, pues la “operación militar especial”, lejos de ser un mero trámite para Moscú y su ejército, mostró el patriotismo y bravura de los ucranianos que luchan al tú por tú contra el ejército invasor.

La guerra, como es sabido, fue uno de los compromisos que se impuso Donald Trump al ganar la reelección como presidente de Estados Unidos y dragonear que terminaría el conflicto y alcanzaría la paz “en 24 horas”. Oferta que resultaba factible tratándose del presidente estadounidense, cuyas relaciones, además, con Putin han sido espléndidas. Además de que los negocios del presidente empresario neoyorkino con Rusia, sus oligarcas y el gobierno han sido muy provechosos -por decirlo finamente.

Hoy, sin embargo, los compromisos de Trump no han dado más que una reprimenda, casi con insultos, del presidente y el vicepresidente JD Vance, en la Casa Blanca, a un torpe Zelensky, presidente de Ucrania. Largas conversaciones telefónicas de Trump y un escurridizo Putin. El supuesto compromiso de éste de una reunión cara a cara con el ucraniano para iniciar, en Estambul, con el premier Erdogan como anfitrión y facilitador, conversaciones de paz, ¡en la que solo llegó el ucraniano! Y todo ello, prácticamente en ausencia de gobernantes de la Unión Europea, a los que Estados Unidos hizo lo indecible por “quitar del camino”.

La situación, de “penúltima hora”, hoy revela que los gobiernos europeos, mal que les pese, invierten significativamente en rearmarse -¡incluso Alemania legal y moralmente vetada a consecuencia de sus culpas por la Segunda Guerra Mundial! -Que el Kremlin exige, entre otras, estas condiciones antes de sentarse a negociar. que Ucrania no se una a la OTAN, limitar el tamaño del Ejército ucraniano, controlar los cinco territorios ocupados y frenar la ayuda militar occidental a Kiev.

Sin embargo, al lado de tan incómodas noticias, apareció esta, entre cuento de hadas y realpolitik: la oferta de El Vaticano como sede de las negociaciones de paz entre Kiev y Moscú. Un ofrecimiento que sería avalado por Trump, si no es que propuesto por él y que es del propio León XIV y de la premier italiana Giorgia Meloni.

Además -y concluyo el tema- a pesar de que el Vaticano carece de ejército -recordemos la irónica y torpe pregunta de Stalin: “¿cuántas divisiones tiene el papa?”- la influencia de los pontífices en los asuntos mundiales ha sido, por lo pronto en el siglo XX y en este, muy importante: Pio XI y XII, Juan XXIII, Paulo VI, Juan Pablo II, Benedicto XVI, Francisco. Y, por si fuera poco, León XIV tiene amplia experiencia de gobierno y diplomacia y es estadounidense, lo que resulta grato al “nacionalista” Trump y al vicepresidente JD Vance, católico ultra-reaccionario.

 

Masacres y Genocidio en Gaza y Cisjordania

Un Netanyahu, enfermo de poder y de odio, masacra palestinos en Gaza y Cisjordania, impide el arribo de alimentos para una población hambreada y anuncia su decisión desplazar a 2 millones de palestinos de sus tierras, las que, sigue diciendo el premier, Israel tomará posesión de ellas en permanencia. Las más recientes de estas masacres, incluyeron un fuerte tiroteo contra una delegación de diplomáticos, entre ellos miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y un diplomático mexicano.

El premier trata de justificar las masacres en el hecho de que Hamas, gobernante de parte de los territorios y población palestina -y autor del sangriento ataque del 7 de octubre de 2023 a Israel- mantiene en su poder al menos a 52 rehenes apresados durante el ataque. Pero lo que no dice Tel-Aviv es que Israel ha violado la tregua concertada para proceder a la liberación de tales rehenes. Aunque el primer ministro haya admitido que su Gobierno permitió que se transfirieran fondos desde Qatar a la milicia islamista Hamás. Y, claro, no dice que lo hizo para debilitar al gobierno palestino, dividiéndolo entre la propia Hamás y la Autoridad Palestina de Mahmud Abbás.

Lo cierto es que tanto exceso criminal de Netanyahu ya provocó críticas, incluso de sus fieles aliados y “padrinos”, empezando por Estados Unidos, cuyo presidente parece, además, abandonar a Bibi (apodo del premier israelí) y disfruta del “juguete” que le regaló el emir de Qatar: el carísimo avión Boeing 747 de lujo, valorado en unos 400 millones de dólares. Será el transporte oficial del mandatario.

En el ámbito de la Unión Europea se están dando enérgicas críticas a Israel y la exigencia de que se revise el acuerdo bilateral de asociación de 2020, de Tel-Aviv con Bruselas. Aunque el español Josep Borrell, jefe de la diplomacia de la UE, ya había mostrado fehacientemente las innumerables violaciones del régimen de Netanyahu a los estándares de derechos humanos, las reticencias de muchos países impedían tal revisión. Ahora, sin embargo, ante la gravedad y reiteración de tales violaciones, la sucesora de Borrell, Kaja Kallas, afirmó que el proceso no debía demorarse. En un escenario más proclive a la revisión.

En efecto, España. Francia y Bélgica exigen contundencia. Aunque Alemania y Austria, con un pasado nazi, no se atreven a criticar a Israel. Lo que importa, en todo caso, destacar, que el convenio esuna de las pocas palancas de presión que Bruselas tiene ante el Ejecutivo de Netanyahu, ya que “la UE es el mayor socio comercial de Israel al suministrar un 32% del total de mercancías de Israel con el mundo en 2024”, según datos de la Comisión Europea.

Concluyo el tema con una noticia dolorosa, que informa que fueron asesinados a tiros dos empleados de la Embajada de Israel ante el Museo Judío de Washington. Pero tan lamentable noticia ha sido aprovechada por Netanyahu para desviar la atención respecto a los problemas que su guerra implacable lo enfrenta con gobiernos y opinión pública en Europa y otras latitudes.

 

Epílogos

En Europa continúa la amenaza de gobiernos de ultraderecha, aunque sirva de consuelo la elección de un premier europeísta en Rumanía y la fuerte posibilidad de que la derecha moderada, del primer ministro Donald Tusk logre ganar la presidencia de Polonia a la ultraderecha cavernaria. En Estados Unidos sabremos si el Congreso aprueba la imposición de un gravamen del 3.5% a las remesas que nuestros paisanos envían a México: una injusticia que provocará la creación de subterfugios para evadir el gravamen.