Los liderazgos del régimen vinculados con Ariadna Montiel quedaron satisfechos con las elecciones judiciales. “Muy bien”, responden a la pregunta de cómo les fue con los acordeones. Si formulan a la gobernadora Campos la misma pregunta, también responde con un gesto de plena satisfacción por el resultado. ¿Cómo es posible que a las dos fuerzas antagónicas les haya ido bien en la misma elección? Pues sí, el gobierno estatal y el PAN consiguieron ganar alrededor de las dos terceras partes de magistrados, una victoria electoral solvente; Morena ganó el resto, con una anotación significativa, esos triunfos fueron para el grupo de la influyente secretaria del Bienestar, operados por Mayra Chávez, dejando con sólo una magistrada a Cruz Pérez Cuéllar y cero a la senadora estridente.

En la sumatoria general la gran ganadora resultó Maru, entre los grupos de Morena Ariadna demostró tener una estructura muy superior a la de Cruz y la senadora Chávez de plano quedó exhibida como globo mediático sin asidero en tierra. Esos fueron los resultados del acordeón, claramente pudo más gobierno que la estructura del bienestar, con el plus de haber colocado a Marcela Herrara de número uno, encaminada para presidenta del Poder Judicial Reformado. La elección está juzgada (he dado mi opinión al respecto, la validación de un monstruoso fraude), las últimas impugnaciones serán resueltas en un par de días, presumiblemente, sin cambios. Ahora está en la discusión la asignación de salas, que se irán acomodando de acuerdo a las capacidades, proyección y relaciones de cada magistrado. No faltarán los inconformes, pero serán pataleos sin consecuencias.

Lo relevante para cerrar el ciclo que nació como un acto de venganza contra los ministros independientes de la Corte, está en la iniciativa de ley enviada al Congreso del Estado para definir el Órgano de Administración, un consejo colegiado que tendrá facultades de asignar adscripciones, administrar el presupuesto, los fondos y fideicomisos, manejar el personal. Este órgano tendrá estructura propia sobre la base de cinco consejeros, tres elegidos por Poder Judicial, uno designado por el Ejecutivo y otro del Legislativo, con su propia escalera de mando. De los cinco, mínimo cuatro serán propuestos por la gobernadora Campos, son las facultades metaconstitucionales que vienen con el cargo, en atención a los nuevos modos políticos.

El Consejo de Disciplina es el otro gran órgano de control administrativo, éste con facultades para sancionar jueces y magistrados. Especialistas lo han llamado “la censura judicial” y tiene lógica, será una especie de “asuntos internos” del Poder Judicial, la justicia de los juzgadores. Los integrantes ya están definidos, participaron en la elección. Son Nancy Escárcega, Daniel Meza, Francisco Acosta, Yadira Jiménez y Yazmín Alanís, al menos cuatro comodos a Palacio Estatal. Juntos asumirán las funciones que desempeñaba el Consejo de la Judicatura, antes de la reforma. La diferencia, es que el Consejo de la Judicatura era presidido, según les leyes vigentes, por el presidente del Supremo Tribunal en turno, acompañado de cuatro magistrados. Ahora ni presidenta ni magistrados tendrán participación formal en las nuevas estructuras de poder, administrativo y disciplinario.

Por eso Maru Campos, quien se atrevió a tomar decisiones que muchos consideraron de alto riesgo, y Santiago de la Peña, estratega y operador de la elección, están más que satisfechos con el resultado. Una parte mayoritaria del Consejo Disciplinario, del Pleno y los jueces ganó la elección gracias a sus acordeones, desmontando una mafia de juzgadores que dejó en herencia Luz Estela Castro, protegida de Javier Corral. Encima, los recomendados de gobierno serán quienes asuman el Órgano de Administración, tomando control pleno de los principales mecanismos de la justicia local.

No es lo que hayan buscado la gobernadora y su eficiente secretario de gobierno, ellos sólo aprovecharon hábilmente la nefasta reforma judicial ordenada por López Obrador, alineándola a sus intereses en Chihuahua. Frente a esa realidad judicial Morena quedó atado de manos, no puede impugnar decisiones que pudiesen resultar incómodas, si en todo momento Chihuahua siguió los lineamientos marcados por el régimen en la reforma federal. No es lo mejor, es lo que hay. Con una ventaja local; a diferencia de los ministros y magistrados patiños que ganaron por los acordeones del bienestar, en Chihuahua los magistrados y la enorme mayoría de jueces propuestos por el gobierno del estado y, si, también por Morena, son profesionales del derecho y algunos sólidamente muy bien formados. Esa es una diferencia sustantiva que, espero, será reflejada en la calidad de la justicia administrada.

 

Rompeolas

La todavía presidenta del Supremo Tribunal de Justicia, Myriam Hernández, se resistió hasta más no poder intentando prolongar su coto de poder. Debió ser reconvenida varias veces y ni así facilitaba la transición. Por fin aflojó y ayer en la noche se despidió con un evento que parecía de apertura en vez de cierre. Reunió a parte del personal y envió un mensaje de agradecimiento. El problema de su aferramiento es que los nuevos no han podido tomar control de la institución, complicando la administración de la justicia y la operación del Tribunal. Lo bueno es que ya se fue.

La gobernadora Maru Campos sacó a pasear al futuro presidente del Comité Directivo Municipal del PAN, César Komaba. Lo invitó a su gira de trabajo en Ciudad Juárez, donde inauguró obras de ampliación en el Aeropuerto Internacional. Seguro quiso hablar con él para traerlo corto, no son momentos para dejar cabos sueltos en el manejo del partido. Supongo que Maru está satisfecha de la forma en que se resolvió la elección, bajando a todos los acelerados en beneficio de la unidad.

En estos tiempos de informes, el mayor reto de todos es para la senadora Andrea Chávez, ¿recuerdan que, en sus tiempos de glamour junto al entonces secretario de gobernación, Adán Augusto López, vestían sus informes con gobernadores, líderes parlamentarios y otros prominentes personajes del populismo? Pues a ver cómo le va esta vez ¿tendrá la misma capacidad de convocatoria? y, también importante ¿vendrá el senador López arrastrando el desprestigio de la barredora? Pronto veremos y, desde luego, comentaremos.