Adán Augusto está hecho bolas, atrapado en sí mismo, y como animal enredado en la cerca de alambre, mientras más forcejea más aprieta los nudos que lo ahorcan. Hasta con el pago de impuestos titubea, ayer confesó haber declarado 1.9 millones al fisco, hoy aclaró que fueron 22.8. Cómo darle credibilidad si de un día para otro corrige cifras millonarias como cambiar de opinión en torno a corbatas o calcetines. Imposible. Su estado de confusión es producto de la mente aturdida, está teniendo dificultades para lidiar con la presión, porque también hizo otra corrección; no es fuego amigo, precisó contradiciéndose con la envalentonada rueda de prensa anterior. Ahora promete que pronto dirá quien trae la campaña en su contra.

También en esa parte está confundido, no hay campaña en contra de Adán Augusto, lo suyo es que de pronto se vio presa de sus excesos, corruptelas y abusos de poder. Y si hay campaña, como dicen, la iniciaron sus propios compañeros de partido. La “campaña” inició con la demanda interpuesta por el gobernador de Tabasco, Javier May, y el hermano del expresidente López Obrador, contra Hernán Bermúdez, secretario de seguridad nombrado por el hoy senador. Siguió con el expediente del Huachicol, donde apareció su nombre junto al de otros empresarios y altos mandos de la Marina. Y tronó, está tronando, con el tema de sus ingresos no declarados y la evasión fiscal.

May es gobernador por Morena, el expediente del huachicol no pudo filtrarlo nadie más que gente de García Harfuch y su tema de impuestos funcionarios del SAT. La información que lo desquicia es oficial, únicamente la tienen instituciones del gobierno; Secretaría de Seguridad, Fiscalía General, Hacienda. ¿Sale sola o alguien ordena que la saquen?, Sheinbaum dice que ya no hay filtraciones, ajá. Esta vez ni como responsabilizar a los neoliberales y conservadores, la oposición se ha visto hasta torpe en capitalizar el pleito de las tribus dominantes. Con las excepciones de Alejandro Moreno y Lily Téllez, quienes no tienen acceso a información privilegiada, el resto son testigos indiferentes.

Lo que vemos es una despiadada confrontación entre dos facciones del régimen, el acomodo del poder entre ellos. Por una parte, el expresidente López Obrador quiere seguir mandando desde las sombras, su ambición no conoce límites; por otra una Claudia Sheinbaum concentrada en ganar espacios de poder y afianzar su legado, a pesar de haber iniciada reducida. Entre ellos las pandillas despedazándose, con Adán Augusto López como la primera de varias víctimas que seguramente irán acumulándose en los próximos meses y años. No es un juego de grupos, es la lucha descarnada por el poder y el dinero, donde al menos van seis muertos, los del huachicol fiscal. En ese nivel de confrontación está el régimen, ambos quieren prevalecer a cambio de que desaparezca el otro.

López Obrador seguirá presionando, defendiendo sus complicidades, por eso Adán Augusto se niega a renunciar, se sabe y está protegido por el dueño del movimiento. Ellos no cederán, la única forma de avenirse es que Claudia Sheinbaum capitule, ¿se rendirá? No creo, más bien da la impresión que va ganando la batalla, hoy es una presidenta más fuerte (o menos débil) que durante los primeros meses. Zonga y frecuentemente melosa con el tlatoani, en los hechos lleva la ofensiva, está derrotando quienes le dieron la espalda en aquella grosera foto para la historia, haciéndole ver que mandaba él, no ella. Con su ofensiva, la presidenta les pregunta ¿están seguros?

 

Rompeolas

El que respira, aspira, decía Artemio Iglesias y sí, en política todos los que respiran están pensando en futuros proyectos personales. Es muy válido, pero algunos tienen responsabilidad relevante que va más allá del cargo, es el caso Gilberto Loya, secretario de Seguridad Pública. En vez de concentrarse en su trabajo, deambula distraído en la politiquería electoral mientras los malos tiran cada tercer día arcos centinela y grupos rivales se matan unos a otros en la carretera Ojinaga-Aldama. Su actitud demuestra desdén e irresponsabilidad, atienda primero sus deberes y, de haber espacio, entonces adelante. Pero no es su caso, la seguridad de Chihuahua es un tema superior.

Daniela Álvarez ha sorprendido positivamente con su trabajo al interior del PAN, logrando sacar sin problemas gravosos los relevos en comités municipales y dando mayor visibilidad al Partido. Con Gabriel Díaz estaba muy apagado y ella consiguió despertarlo. Sin embargo, es un exceso empezar a candidatearse para la gubernatura, teniendo la responsabilidad política de conducir el proceso. Nadie puede repicar y andar en la procesión, Daniela primero debe cumplir con su trabajo como dirigente del PAN o, si ya decidió entrar en la competencia, que pida licencia. Lo digo por las bardas con su nombre en Juárez, que además no abonan.

Pepe Granillo es uno de los secretarios más discretos del gobierno estatal, muy del perfil de funcionarios en las áreas financieras, como que todos son repelentes a reflectores. Pero también es uno de los más eficientes y nada demuestra mejor su eficiencia que la evolución de la deuda pública. Corral dejó la deuda estatal calificada en las B menos, Maru la llevó en las A más, donde está hoy. Granillo tiene mucho que ver en esa permanente evolución positiva, a pesar de que algunos quieran restarle méritos mencionando el nombre de Ernesto Cordero. Sí, Cordero es un agudo asesor financiero y político de la gobernadora, pero quien realiza el trabajo disciplinado diariamente es Granillo. Felicidades al secretario, al mejorar la calificación de la deuda sólo en este año el gobierno del estado tuvo disponibles casi 350 millones de pesos. Cuando hay oficio, dedicación y disciplina, los asuntos marchan.