La elección de Zohran Mamdani como alcalde de Nueva York este martes 4 de noviembre, ha iluminado el escenario político de Estados Unidos con un resplandor de esperanza que opacó el resplandor de odios del trumpismo. Constituye, además, un coontundente varapalo al mandatario en la primera elección en la que compite desde que inicio su segundo mandato.

Un nuevo resplandor que, además, revive al bocabajeado partido Demócrata, que completa este momento triunfal con éxitos en las elecciones para gobernador en los Estados de Virginia y Nueva Jersey: Las demócratas Abigail Spanberger y Mikie Sherrill se han impuesto rotundamente en dichos comicios.

Pero no solo eso, sino que en el Estado de California el gobernador demócrata Gavin Newson logró aprobar la propuesta que redistribuye, en beneficio de los propios demócratas, los disritos electorales del Estado. “El oso rugió”, fue la expresión que empleó el gobernador tras la victoria de su propuesta, la Proposición 50. Recuérdese, de paso, que Newson es hoy el posible candidato más fuerte de los demócratas para la próxima elección presidencial.

Trump no cesó de criticar con extrema virulencia a Mamdani, se lanzó con todo, no solamente repitiendo insultos y descalificaciones, sino apoyando al ex gobernador Andrew Cuome, el otro candidato con opciones de ganar la alcaldia y amenazando a los neoyorkinos con suspender la asignación de fondos federales a la ciudad de los rascacielos. Pero no le alcanzó al presidente para detener al odiado y despreciado candidato, que, finalmente, triunfó.

Cuando ya fue un hecho su triunfo, Mamdani dirigió un largo y vibrante mensaje a la ciudadanía -a sus partidarios, a quienes no votaron por él, a todos los habitantes de Estados Unidos ¡y a Trump y su mafia fascistoide y de negociantes inmobiliarios! De lo que destaco, para empezar, su amplia mención y agradecimiento a las minorías nacionales, “los modestos, como la abuela mexicana, los y las yemeníes, senegaleses, uzbecas, etiopes, que votaron por él y hacen grande a Estados Unidos… porque Nueva York seguirá siendo una ciudad de inmigrantes, una ciudad construida por inmigrantes, impulsada por inmigrantes. Y a partir de esta noche, liderada por un inmigrante”.

Muy pertinente esta mención de inmigrantes, además de parte de un inmigrante por los cuatro costados, desafiando a un Trump, que amenazó con enviar tropas a Nueva York si ganaba un “comunista”: Mamdani.

Declaración esta, de dignificar a inmigrantes que trabajan y contribuyen con su trabajo y sus empresas, así sean modestas, al progreso de la Urbe de Hierro, que da respuesta a la arrogancia de Florida, bastión republicano, que afirma frotarse las manos a la espera de recibir a los grandes capitales y las grandes empresas que “huyan de Nueva York y de su alcalde comunista”.

Zohran Mamdani ciertamente es un estadounidense en cierto sentido atípico, además de carismático, “que estrecha manos y besa bebés”. Nació hace 34 años en Kampala, Uganda, nacionalizado estadounidense desde 2018. Es musulán chií (la rama de Irán).

Es hijo del académico Mahmood Mamdani y de la cineasta Mira Nair, ambos de ascendencia india. Su esposa es Rama Duwaji, de ascendencia siria, licenciada en artes, ilustradora y ceramista.

Miembro del partido Demócrata, se vincula también a otras formaciones del propio partido y se declara ¡socialista!,  término que en principio, llama a escándalo y ha dado lugar a que, comenzando por Trump, se le llame “100% lunático y comunista”. Aunque, a raíz de la imparable presencia mediática de Zohran, empieza a comentarse, entre seria y festivamente, que “socialista está dejando de ser mala palabra”.

Como es obvio esta aparición  de un socialista, musulmán, y además defensor de los derechos de los palestinos, dio lugar a que se le haya acusado de antisemitismo: Ministros de Netanyahu lo comparan con los yihadistas del 11-S y exhortan a los judíos neoyorquinos a emigrar a Israel

Sin embargo, un tercio de los judíos de Nueva York piensa distinto, ya que ha votado por Mamdani, según una encuesta a pie de urna de la CNN. Es el mismo porcentaje que se da entre los católicos y apenas nueve puntos porcentuales menos que protestantes y otras ramas del cristianismo.

Por otro lado, hay que hacer notar que el nuevo alcalde sí ha condenado (con las palabras “crimen de guerra horripilante”) el ataque de Hamás en octubre de 2023, que acabó con unos 1.200 muertos y 251 rehenes. Y cadáveres.

De manera que es una afirmación gratuita, por no decir infame, la que califica a Mamdani de antisemita.

En otro orden de ideas, la irrupción de Mamdani en el escenario nacional y mundial hace preguntarse a los analistas y entre el público, si estamos frente a un segundo Obama: un político de la periferia étnica, por así decirlo, que dio oxígeno en su momento al partido Demócrata. De la misma forma que el triunfador alcalde neoyorkino lo daría hoy a los debilitados demócratas. ¿Será?

Lo que es de destacarse en este triunfo que descuadra, en principio a Donald Trump y su deseada e inconfesada dictadura, es la presencia, como inspiración y en la realidad de Bernie Sanders, el senador socialista independiente de Vermont, quien encabezó un movimiento de masas y estuvo a punto de conquistar la nominación demócrata a la Casa Blanca en 2016.

Sobre este ícono de la izquierda del partido Democrata y de Estados Unidos, Bernie Sanders, hoy de 84 años, Mamdani dijo textualmente: “Fue la campaña a la presidencia de Bernie Sanders en 2016 la que me dio el lenguaje del socialismo democrático para describir mi orientación política”.

Esta izquierda en el escenario político estadounidense, que hoy personifica, triunfador, Zohran Mamdani y se inspira en el discurso y el ejemplo de Sanders, cuenta con otros destacados representantes, como Alesandria Ocasio-Cortez, de ascendencia puertorriqueña y miembro de la Cámara de Representantes.

Igualmente Cori Bush, la primera mujer afroamericana que ha accedido a la mencionada Cámara, Rashida Taib, de origen palestino y el educador Jamal Bowman. Ellas y él demócratas, “de izquierda” y con presencia en la Cámara de Representantes. Aunque nadie tenga tanto poder como Mamdani.

Me centro nuevamente en el personaje central de este artículo para hacer notar que su campaña contó con pequeñas donaciones, pero muchas , así como el apoyo de alrededor de 100 mil voluntarios, en su mayoría jóvenes.

Su campaña, además de atender a las minorías étnicas, se ha referido sobre todo a problemas cotidianos del neoyorkino de a pie: transportes y vivienda, por ejemplo. A ello, sobre todo, se debe su éxito.

Ahora, mientras Mamdani y los demócratas podrían disfrutar del triunfo, Trump aparece descolocado, profiriendo insultos y amenazas y, de inmediato, ofreciendo apoyo a los “equivocados”.

Lo cierto es que, sin minimizar el triunfo del nuevo alcalde neoyorkino, el éxito de su gestión y del partido Demócrata frente a Trump y su partido, está por verse.