La terca realidad se impone y, pese a los intentos voluntaristas de la Sra. Presidente que cierra los ojos y se niega a aceptar públicamente que existe un hartazgo de la población, declaraciones que se apoyan con las erráticas intervenciones de algunos legisladores de Morena y miembros de su gabinete señaladamente de la Secretaria de Gobernación y desde luego los corifeos a sueldo, el país está inmerso en un marasmo de descomposición política, inseguridad, violencia, desesperanza y creciente irritación social.
Las crisis cuando afectan a las Instituciones y golpean a la sociedad en su conjunto, sin que desde el poder se encuentre una salida política consensuada que permita sortearla, se convierten en un problema irresoluble. De la crisis de inseguridad, sin duda alguna, al actual gobierno se le puede reprochar su agravamiento y una equivoca estrategia para enfrentar a la delincuencia organizada y en especial al narcotráfico, con abrazos y no con balazos, de la cada vez mayor impunidad sobre todo en las elites políticas que a pesar de ser pública la enorme corrupción abrigada por Morena, los actores señalados continúan cínicamente actuando en la esfera pública y seguramente continúan realizando sus jugosos negocios sin que nadie los detenga.
La ciudadanía está hastiada, cansada, harta de los índices de criminalidad sin que existan datos de algún juicio que termine en un castigo ejemplar. El bloqueo de las principales carreteras y autopistas de México así como el de algunos puntos fronterizos son para expresar el descontento y hartazgo. Los transportistas que transitan por las carreteras moviendo las mercancías en todo el territorio nacional y que diariamente sufren de asaltos, robos y homicidios por parte del crimen organizado, provocando pérdidas millonarias y pérdidas de vidas humanas, sin que ninguna autoridad o corporación haga nada para impedirlo.
Con la llegada de Morena al poder hace siete años, desde la presidencia se ordenó un plan de austeridad en las distintas secretarías, para destinar muchos de los recursos a los programas sociales con el objeto de comprar el voto de los beneficiados. La Secretaria de Agricultura cancelo todos los programas de apoyo a los productores y campesinos cerrado todas las ventanillas que les suministraban recursos para poder llevar a bien las siembras, producción y cosechas de sus tierras, desaparecieron el área de comercialización y por ende la garantía de precios a los productos, por lo que ahora frente a las importaciones de productos de Estados Unidos en donde los productores del campo gozan de enormes ventajas, subsidios y apoyos por parte de su gobierno, los productores mexicanos se encuentran en desventaja competitiva.
Las diversas manifestaciones y marchas para expresar el descontento con las políticas de gobierno de Morena, son múltiples y de todos los sectores, no solo los transportistas y agricultores, protestas también de madres buscadoras, de médicos, enfermeras y enfermos del sector público, maestros, y jóvenes que ven cancelado su futuro, todos con un grito unánime de “Ya Basta” “Fuera Morena”.
La Presidente de México con una venda en los ojos, busca convencerse a sí misma, porque a los ciudadanos pensantes ya no nos convence, de que esos grupos que se manifiestan, son solo unos cuantos y lo hacen por un interés político, como ha dicho en su mañanera, negando haber sido increpada por una multitud en su última gira por Oaxaca, pero la realidad y la percepción de los ciudadanos es la de una ingobernabilidad creciente.
De no dar un golpe de timón en las próximas semanas, la conducción de la Nación se le va de las manos, se requiere un cambio de estafetas en su gabinete pues los secretarios que se encuentran en funciones han exhibido su incompetencia como la Secretaria de Gobernación que tiene a su cargo la política y seguridad interior y no es capaz de discernir las causas del descontento, y en lugar de ofrecer un diálogo para buscar las soluciones a las problemáticas que plantean los diferentes grupos, reacciona con amenazas de abrir carpetas de investigación.
Preocupa que en el empecinamiento de no modificar la estrategia, arribemos a los comicios del proceso electoral del 2027, con la violencia exacerbada y las Fuerzas Armadas en las calles y nos vayan a salir con que no existen las condiciones para realizar la votación en todo el territorio o en regiones importantes y que con fundamento en el artículo 29 Constitucional y Ley de Seguridad Nacional posibilite una declaración de estado de emergencia, de estado de sitio y suspensión o restricción de derechos y garantías en varias zonas del país. Esta posibilidad de totalitarismo, es la que hay que atajar e impedir.
Somos más los ciudadanos que queremos una salida pacífica y democrática. La violencia sólo la necesitan y se regodean en ella los autoritarios. Cerremos el paso a la realidad autoritaria antidemocrática que se vislumbra desde el poder.
