Ser todólogo no es sencillo. En tiempos pasados la maquinaria política, el mismo sistema y los niveles inferiores del sector con amplia experiencia permitían que el engranaje funcionara, continuara y en la mayoría de los casos, progresara.

En la anterior administración, y en la actual, la improvisación, la llegada de inexpertos y el abuso en los recursos naturales marcan otro derrotero, y los ejemplos son claros. Alejandro Encinas no pudo o no lo dejaron en años resolver el caso Ayotzinapa aun cuando este fue compromiso de la plataforma electoral de AMLO. Las mentiras o verdades históricas sobresalieron y el resultado fue la activación del conflicto con los deudos.

Fernández Noroña, impulsivo, agresivo, contradictorio, contestatario, ha quedado como el peor presidente del Senado en la historia. Agresivo, ofensivo y que no cumplía siquiera con los protocolos mínimos del cargo. Llegó ahí por un pago político ya que públicamente exigía ser parte del gabinete.

Martí Batres más activista que funcionario. Su paso por la administración capitalina fue más que gris y hoy al frente del ISSSTE no sabe responder al gravísimo esquema de las pensiones, atención hospitalaria y desbasto de medicamentos, una de las más profundas crisis en el sector salud. Muchos le señalan como el orquestador de movimientos de desestabilización en la UNAM y el control de grupos de choque para alterar el rumbo de manifestaciones opositoras.

Luisa María Alcalde, negada para el diálogo y convivencia entre partidos políticos. Su gritería en tribuna con loas a AMLO la colocó inevitablemente en la defensa de un proyecto no de la nación. La gobernación se fracturó. Como funcionaria de primer nivel fue exhibida violando las disposiciones viales trepada en motocicleta y en sentido contrario. Hoy al frente de Morena se ve obligada a comprar
votos y a ganar militancia no por convencimiento, sino por acarreo y dádivas. Está bajo las órdenes de Andy y sus genuflexiones la dibujan en su moral.

La peor etapa diplomática está registrada en la operación de Juan Ramón de la Fuente. Las disputas, crisis y conflictos internacionales están a la vista, desde el nombramiento e imposición de embajadores ajenos al sector, rompimiento de relaciones con países y sumisión a tiranos y dictadores perseguidos por organizaciones internacionales, todo queda en su bitácora. Extrañamente, por su amplia biografía, De la Fuente se ha sumado a un proyecto dedicado al desmantelamiento del Estado y que desde la más alta tribuna han atacado a la UNAM descalificándola en su autonomía -incluyendo su gestión como rector- y ha guardado un insultante silencio.

Hoy enfrenta la injerencia mexicana en asuntos internos de Ecuador, al permitir el asilo a políticos calificados como corruptos que han pasado por investigación, argumentación, dictamen y sentencia judicial y que son señalados como delincuentes.

Mario Delgado fiel ingeniero financiero de Ebrard en la capital del país, a través de codazos se ha ido colando hasta ocupar el cargo más elevado dentro de la instrucción pública. Señalado internacionalmente por dos aspectos: la drástica caída en la calidad de la educación pública y su presunta participación en actos irregulares como presidente de Morena. Los movimientos sindicales –principalmente de la CNTE bajo instrucciones de Palenque– lo ilustran como rehén de ajustes políticos que no ha sabido controlar.

Rosa Icela Rodríguez de periodista habilitada como política a secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana se adaptó a las políticas de nalguear a los criminales, favorecer sus derechos humanos y participar de los “abrazos, no balazos”. Todo lo que resuelve y ataca actualmente García Harfuch con relación al crimen organizado, durante la presidencia de AMLO lo negó. Hoy es manifiesta su incapacidad para amortiguar y resolver conflictos como el de los y transportistas o las demandas públicas creciente por falta de gobernabilidad. Su aspiración próxima es ser gobernadora.

Bernardo Barranco obligado a abandonar la dirección del Sistema de radio y TV mexiquense por la evidente caída del auditorio, su desmedido protagonismo
en pantalla, descortesía en el trato con el personal, censura y despido de periodistas y analistas por razones políticas, destrozando la administración interna de canal 34.

En un análisis general, la Secretaria de Marina envuelta en actos de deslealtad, altísima irregularidad en aduanas, ineficiencia en la operación de puertos y aeropuertos y la denuncia pública de corrupción entre sus mandos. Y qué decir de los juzgadores llegados a la Corte por tómbolas y acordeones. Mérito merece en los disparates e ignorancia Lenia y principalmente uno de los dinamiteros del Estado de derecho, Arturo Zaldívar.

Pero la suma de incompetencias, abusos, y errores de a quienes les ha quedado grande el saco no es menor y el listado de irresponsables es abundante.