México entero debe poner atención al Premio Nobel que recibió María Corina Machado.

No es un reconocimiento cualquiera, en un momento azaroso. Los motivos y la sustentación del galardón tendrían que poner a nuestro país en alerta.

El Comité Noruego del Nóbel seleccionó a la venezolana por tratarse de una luchadora incansable que ha defendido, en medio de una de las tiranías más feroces, la democracia y la libertad en su país.

Cuando Ana Corina Sosa, habló en Oslo, a nombre de su madre, no solo retrató a Venezuela, también, sin proponérselo, hizo una calca de lo que es y de lo que podría llegar a ser México.

“En Venezuela –dijo–, el chavismo desmanteló nuestra democracia, violo la Constitución, falsificó nuestra historia, corrompió a las fuerzas armadas, purgó a los jueces independientes, censuró a la prensa, manipuló las elecciones, persiguió la disidencia y devastó la biodiversidad.”

La descripción de lo que ha sucedido en Venezuela con Hugo Chávez y Nicolás Maduro es el “espejo vivo” de lo que hizo López Obrador y de lo que sigue haciendo Sheinbaum. Representa la demolición de un país libre –sin derechos y sin justicia–, para instaurar una dictadura.

María Corina tuvo que escapar de su país para tratar de llegar a tiempo a la ceremonia de premiación. El solo hecho de haber tenido que esconderse para evitar ser aprehendida o asesinada por el gobierno de Maduro confirma el talante criminal de un régimen que merece caer y que no admite ser replicado en países como México.

López Obrador no solo copió a Chávez y a Maduro la concentración de poder y disolución de los controles constitucionales, también los vínculos con el crimen organizado.

Hugo Carvajal, ex jefe de Inteligencia Militar de la revolución bolivariana hoy detenido en Estado Unidos acaba de enviar una carta a Donald Trump para confesarse: “Fui testigo de cómo Chávez, Maduro y Diosdado Cabello crearon el cártel de Los Soles, una organización criminal creada ex profeso para enviar droga a Estados Unidos y financiar a la dictadura”.

La narcoreceta ha sido emulada al pie de la letra por la 4T. El empoderamiento e impunidad de la que han gozado los carteles mexicanos durante los siete años del obradorato forma parte del catecismo chavista. El “huachicol fiscal” es sólo un ejemplo de cómo los narcopolíticos han utilizado el tráfico de combustible para financiar las campañas electorales de Morena.

El Nobel a la luchadora venezolana debe ser entendido en México como un llamado a cuidar y defender el voto ante la inminencia de un fraude en 2027 y 2030. También como un campanazo para despertar e impedir que el obradorato siga haciendo de las suyas: dividir y romper al país desde adentro.

Sheinbaum se ha negado a felicitar a María Corina. Más que una señal de envidia y mezquindad, es el apoyo franco y abierto a la dictadura venezolana, a una tiranía que ayudó a la 4T a llegar al poder y con la que duermen en la misma cama.

@PagesBeatriz

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