El tiempo con su velocidad inexorable nos tiene en el séptimo año del triunfo electoral del gobierno de Morena, mismo que jamás imaginó una victoria tan amplia para su candidata al  ejecutivo y mayorías absolutas en ambas cámaras del legislativo. Los ditirambos y las fanfarrias las cantará la voz dominante del Palacio, quien como su antecesor, vive instalada en un país paralelo e irreal, además de estar obsesionada por vender su verdad día con día, en la mañanera con propaganda y ataques a todo y a todos.

Lo primero que perdió el gobierno de Morena, fue la esperanza de un cambio verdadero como se cansó de expresar por décadas cuando era oposición. El mesías se evaporó en semanas o acaso meses. En realidad, como en Gato Pardo de Lampedusa,  cambió todo para que todo siguiera igual, o peor, infestados por la corrupción y recibiendo los peores políticos fugados del PAN y del PRI.

Hace siete años el presidente anterior, aduciendo corrupción canceló la construcción del NACM, ahuyentó a los inversionistas nacionales y extranjeros y peleo con el sector empresarial. Hasta ahora no hay nadie en la cárcel por los actos corruptos que denuncio. En sustitución de ese aeropuerto, sin planeación, ni estudios avalados por las autoridades aeroportuarias internacionales, puso al ejército a construir un nuevo en el sitio donde se ubicaba un viejo  aeropuerto militar.

Y quien se pasó décadas insultando a las Fuerzas armadas, hoy gobierna con ellas, y lo hace sentado en bayonetas como en el pasado lo hicieron los regímenes dictatoriales. A fin de tenerlos contentos los ha llenado de cargos y tareas públicas, de contratos y dinero.

En la Administración Pública, demostró que no tiene ni la más pálida idea de su importancia, despidió al personal calificado, capacitado y entrenado de todos los niveles, dañó las actividades operativas y desde luego contrató a sus correligionarios, aunque no supieran nada del tema con la consecuente pérdida o daños en los servicios públicos.

El analfabetismo económico de los gobiernos de Morena los llevó a extender certificado de defunción al Neoliberalismo pero apuestan en este momento todo el futuro económico al T-MEC, que no es más que un instrumento de libre comercio y engendrado por el neoliberalismo. La crisis económica se hará más pronunciada como consecuencia del déficit fiscal y porque la economía practicante quedo estancada en 2018.

Este año para 2025 el pronóstico de crecimiento se sitúa en 0.7 por ciento anual, aunque se prevé que la revisión a la baja que realizó el INEGI lo situé por debajo de esa cifra. El Producto Interno Bruto (PIB) cayó (-) 0.3 por ciento trimestre a trimestre en el tercer trimestre de 2025, como resultado del prolongado debilitamiento de la demanda interna.

México adquirió una deuda de 7.6 billones más, con un déficit fiscal de 6,340.6 MDP, lo anterior sumado a la caída de las inversiones extranjeras del 21.5 por ciento. La inflación aumentó 37.6 por ciento con un aumento del 56.8 por ciento en la canasta alimentaria.

En cuanto a seguridad; abordar la Inseguridad y su creciente espiral de violencia o la polarización y encono que conscientemente ha generado entre los mexicanos, el país se encuentra en crisis de violencia en todos los estados, con alarmantes sucesos de hechos terroristas, aun cuando oficialmente no son actos terroristas, los homicidios suman ya 233,398 cifra comparativa con un país en guerra; la cifra de desaparecidos suma 70,173, el registro de feminicidios suma 6,173.  La cifra total de delitos aumentó un 13 por ciento con 14 millones 223,229 delitos denunciados.

El sector salud esta desmantelado sin insumos sin medicamentos con salarios paupérrimos para los Médicos, los hospitales públicos sin mantenimiento durante los últimos 7 años se han deteriorado y el servicio es muy deficiente.

En el sector educativo la cifra de deserción aumentó, se reportó una cifra de 1,537,600 niños menos en asistir a la escuela, sin que se tenga un programa para dar a conocer a los padres, la importancia de la educación para la formación de sus hijos.

El recuento podría seguir, pero para finalizar vale la pena consignar la impericia y errática conducción del país. Nada que celebrar,  y sin embargo se permiten gastar varios millones de pesos en acarrear a miles de ciudadanos de todos los estados, algunos de ellos viajando en autobús por más de 20 horas como los que trajeron desde Chiapas, para celebrar los 7 años de un retroceso en el bienestar de la población de todo el país.