Susana Hernández Espíndola
Asesinatos, enfermedades, accidentes, infidelidades y muerte, amén del poder, la fama y el dinero, forman parte de los mitos y leyendas que han marcado las historias de ciertos personajes destacados.
En ocasiones, alguna serie de desdichados e inexplicables acontecimientos parecen envolver, incluso, a familias enteras, y la imaginación popular convierte a esas cadenas de hechos en maldiciones.
Con el paso del tiempo, esos anatemas, más que olvidados, han sido afianzados y exaltados por quienes creen en supersticiones. Aquí, algunos de ellos.
Tutankamón
El descubrimiento, casi intacto, de la tumba de Tutankamón, el joven faraón de la XVIII Dinastía egipcia, constituyó uno de los hallazgos arqueológicos más impresionantes de la historia. Sin embargo, no todo fue alegría. El 4 de noviembre de 1922, la tumba fue encontrada en el Valle de los Reyes por Howard Carter, en una expedición sufragada por lord George Herbert de Carnarvon, quien falleció en marzo de 1923.
En los siguientes 12 años, ocho de los 58 exploradores que estuvieron presentes en la apertura del sarcófago murieron en circunstancias extrañas.
Desde entonces, persiste la creencia de que la persona que profane un sepulcro egipcio, recibirá una maldición por la que morirá en poco tiempo.
El clan Kennedy
Se cuenta que en 1937, el rabino Israel Jacobson maldijo a Joseph P. Kennedy, patriarca del clan Kennedy —una familia de origen irlandés y de gran influencia en Estados Unidos—, y a su descendencia.
En 1941, Rosemay, hija del patriarca, nació con un retraso mental y fue sometida a una lobotomía que la incapacitó hasta su muerte, en 2005.
En 1944, Joseph P. Kennedy Jr., primogénito del patriarca, murió pilotando un bombardero en la Segunda Guerra Mundial.
Otra de sus hijas, Kathleen Agnes Kennedy, falleció en un accidente de avión, en Los Alpes franceses, cuando iba a visitar a su hermano John.
Jacqueline Bouvier, esposa de John Kennedy, sufrió un aborto, dio a luz una niña que nació muerta y tuvo un hijo que falleció días después de nacer prematuramente.
El 22 de noviembre de 1963, el presidente John F. Kennedy, hijo del viejo maldecido, fue asesinado en Dallas, Texas. En 1968, en Los Angeles, Robert Kennedy, otros de los hermanos de John, también fue abatido a tiros, minutos después de ganar las elecciones primarias de California. En 1969, Edward Kennedy sufrió un accidente automovilístico en el que murió Mary Jo Kopechne, ex asistente de Bob.
En 1977, Michael Kennedy, hijo de Robert, murió esquiando en Aspen, Colorado. Y en 1999, John Kennedy Jr.; su esposa, Carolyn Bessette, y su cuñada Lauren, murieron al caer su avión en el Atlántico.
El Che Guevara
La mayoría de las personas que estuvieron involucradas, directa o indirectamente, en la captura y muerte del guerrillero Ernesto “Che” Guevara de la Serna, han tenido trágicos decesos.
Honorato Rojas, el campesino que denunció la ubicación del Che y su grupo, fue ejecutado, en 1969, en el rancho que recibió como premio.
René Barrientos, en ese entonces presidente de Bolivia, murió cuando explotó el avión en el que viajaba, igual en 1969.
Eduardo Huerta Lorenzetti, primer oficial en la captura del guerrillero, murió decapitado en un accidente automovilístico, curiosamente, el 9 de octubre de 1970, exactamente tres años después de la muerte del Che.
Roberto “Toto” Quintero, coronel del ejército boliviano, participó en la mutilación de las manos del Che y, mientras fungía como embajador en Alemania, fue ultimado a balazos.
La dinastía Grimaldi
Se dice que la dinastía Grimaldi de Mónaco fue condenada a la infelicidad matrimonial y la tragedia por la maldición de una gitana, que fue violada por el príncipe Raniero en el siglo XVII. La primera víctima fue el propio príncipe, quien un buen día amaneció despedazado en un barranco. Su sucesor murió envenenado.
En el siglo XX, los padres de Raniero III se divorciaron. Antonieta, su hermana, tuvo que enterrar a su segundo marido en plena luna de miel.
Rainiero III contrajo matrimonio, en 1956, con la bella actriz Grace Kelly, quien falleció en un accidente automovilístico, en 1982. Sus descendientes no han corrido con mucha suerte. Carolina se ha casado en tres ocasiones. Estefanía lleva dos divorcios y se ha relacionado con sus guardaespaldas, con artistas y con cirqueros. Contradictoriamente, y aunque el príncipe heredero, Alberto, llegó al altar a los 53 años —luego del rumor de su supuesta homosexualidad—, no ha tenido descendencia.
Luis Donaldo Colosio
Uno de los acontecimientos que más conmocionaron a México en fechas recientes, fue el asesinato del ex candidato presidencial del PRI, Luis Donaldo Colosio Murrieta, perpetrado en Lomas Taurinas, Tijuana, el 23 de marzo de 1994.
Meses después, varios de los funcionarios encargados de la investigación y supuestos involucrados en el magnicidio fueron ultimados de manera violenta.
Se creía que quien se implicaba en el caso Colosio, tarde o temprano era ejecutado.
El director de Seguridad Pública Municipal de Tijuana, José Federico Benítez López, que indagaba los hechos por cuenta propia, fue uno de los primeros: lo acribillaron el 28 de abril de 1994.
Al parecer, estaba sobre una pista hallada en el baúl de Mario Aburto —condenado a 45 años de prisión por el crimen—, que demostraría que el complot habría estado en marcha al menos 48 horas antes del mitin de Lomas Taurinas.
También el comandante de la Policía Judicial, Sergio Armando Silva, y el delegado de la PGR en Baja California, Jorge Arturo Ochoa, corrieron el mismo destino. Este último fue quien ordenó filmar el video más conocido en el que aparecen escenas del crimen, y una hora después del asesinato, pidió 20 copias de la cinta, la primera de las cuales se entregó al ex procurador general de la República, Diego Valadés Ríos.
En agosto de 1996, Jesús Romero, primer fiscal en interrogar oficialmente a Aburto, fue asesinado de 14 disparos en Tijuana.
Los Navy Seal y Bin Laden
De los 25 miembros de la unidad élite de Navy Seals estadounidenses que, tras el atentado del 11-S, mataron a Osama Bin Laden, sólo dos quedan vivos.
Con el reciente deceso de Brett D. Shadle, los desaparecidos de esa unidad suman 23, después de que, en agosto de 2011, en Afganistán, tras el derribo del helicóptero en el que viajaban un total de 38 soldados, fallecieron los primeros 22 integrantes de ese equipo que, el 2 de mayo de aquel mismo año, en el marco de la “operación Gerónimo”, habían dado caza al líder del grupo terrorista Al Qaeda.
Hugo Chávez y Simón Bolívar
No pocos venezolanos atribuyen el reciente deceso del ex mandatario, Hugo Chávez, a su presencia en la exhumación de los restos del Libertador Simón Bolívar.
Empeñado en demostrar que el prócer murió envenenado por sus enemigos, y no de tuberculosis, Chávez ordenó una nueva investigación.
“¡Sacrilegio!”, gritaron los opositores de Chávez, cuando el 16 de julio de 2010, expertos forenses abrieron el sarcófago de Bolívar, ante la mirada estupefacta de millones de televidentes.
En los meses siguientes, la muerte sucesiva de varios integrantes de la cúpula gubernamental —por cáncer, en su mayoría— alimentó la creencia de que “la maldición de Bolívar” empezaba a tener efectos y, más aún, después de que, en julio de 2011, Chávez confirmó que lo habían operado de un tumor canceroso en la zona pélvica.
Desde entonces, el comandante de la Revolución Bolivariana tuvo que luchar por contener la enfermedad que, a pesar de sus continuos tratamientos médicos en Cuba, culminó con su vida, el 5 de marzo de 2013.




