150 aniversario de la Batalla de Cameron
Mireille Roccatti
Este 30 de abril se conmemora el 150 aniversario de la Batalla de Cameron acaecida en 1863 durante la Intervención Francesa en México. La importancia de esta celebración consiste en que se ha convertido en un factor de unidad entre las dos naciones y la rememoración se realiza conjuntamente en un monumento erigido en los terrenos donde se verificó la batalla. A la ceremonia de este año asistirán la embajadora de Francia, el comandante en jefe de la Legión Extrajera, el ministro de la Defensa de Francia y legionarios franceses, además de las autoridades y militares de México.
El 29 de abril de 1863, hubo un destacamento francés con la misión de abastecer a las tropas francesas con víveres, tres millones de oro y otros materiales. El ejército francés tuvo noticia sobre un posible ataque, por lo cual se encomendó realizar una exploración a la compañía de la Legión Extranjera al mando del capitán Jean Danjou; el destacamento estuvo formado por 62 soldados de infantería y tres oficiales, y entabló un combate con fuerzas mexicanas compuestas de 650 de infantería y 200 de caballería, las que al encontrarse e iniciar las hostilidades devino en lo que históricamente se conoce como la Batalla de Cameron, cerca de la actual localidad de Camarón de Tejeda, Veracruz.
Al inicio de las hostilidades, los legionarios —a pesar de estar en inferioridad numérica— causaron las primeras bajas en el ejército mexicano gracias a la artillería; Danjou ocupó las cercanías de la hacienda de Camarón, una posada protegida por un muro de tres metros de altura. Ante la superioridad numérica mexicana, se exigió la rendición a los sitiados quienes respondieron que teniendo armas no se rendirían.
Tras incendiarse la posada, los franceses se quedaron sin agua y al mediodía Danjou falleció de un disparo en el pecho, sin embargo, sus soldados continuaron resistiendo a pesar de estar en inferioridad ante las fuerzas mexicanas. Ante los embates de las tropas mexicanas, poco a poco fueron mermando los efectivos de los legionarios y fallecieron los oficiales al mando, Vilain y Maudet, y al caer la tarde los tres supervivientes cargaron las bayonetas.
El coronel Milán, al mando de las tropas mexicanas, evitó que sus hombres descuartizasen a los legionarios supervivientes. Cuando los franceses fueron invitados a rendirse, éstos aceptaron con la condición de mantener sus armas y escoltar el cuerpo del capitán Danjou, a lo que Milán respondió que a hombres tan valientes no se les niega nada.
Tras el combate aconteció un hecho significativo que incluso resulta un precedente para el derecho internacional humanitario: los soldados heridos de ambos ejércitos fueron atendidos, sin distingo de nacionalidad, por el médico mexicano con grado de coronel, Francisco Talavera. En el caso de la compañía de la Legión Extranjera, la mayoría murieron en la batalla o fueron heridos de gravedad.
En Francia, por el heroísmo de los legionarios se decretó que el nombre de Camerone estuviese inscrito en la bandera del regimiento de la Legión Extranjera. En 1892 se erigió un monumento en el lugar del combate, que fue sustituido por el actual mausoleo que resguarda los restos de los caídos en la batalla, inaugurado en 1963.
Todos los años, el 30 de abril, los gobiernos mexicano y francés celebran una ceremonia en memoria de los caídos con un desfile militar. A estas ceremonias suelen asistir representantes del ejército francés y veteranos jubilados de la legión francesa. El heroísmo y nobleza con que se comportaron ambos bandos ha generado un lazo indisoluble entre mexicanos y franceses.