Entrevista a Rosa Icela Rodríguez/Secretaria de Desarrollo Social del GDF
Irma Ortiz
Luego de la polémica por la aplicación de la Cruzada contra el Hambre en cuatro delegaciones, que llevó a que el jefe de gobierno capitalino Miguel Ángel Mancera y la secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles, acordaran que hasta que no esté claro cómo se aplicará este programa en la capital de la república, éste no se implementará.
Días después, el mandatario capitalino fue más lejos y conminó a los tres niveles de gobierno a comparar cualquier programa social, con el que tiene esta ciudad. Mancera recordó que en la ciudad de México tienen muchos años trabajando en lo social, y los programas “que en su momento fueron motivo de críticas a los gobiernos progresistas ahora están siendo retomados para abanderar un trabajo en todo el país”.
Hoy quien desarrolla los programas de política social en la capital de la república es una mujer de izquierda, de convicciones y, sobre todo, de trabajo, Rosa Icela Rodríguez Velázquez, de origen reportera, que fuera directora del Instituto para la Atención de Adultos Mayores además de otros cargos en el gobierno capitalino, y quien ha demostrado porqué Mancera está tan seguro del trabajo y éxito que desarrolla su gobierno en materia de política social. Siempre platicó con la funcionaria sobre los programas que llevan a cabo y los retos que enfrentan.
Pobreza en el DF
¿Situación de pobreza en el Distrito Federal?
En la ciudad de México existe un 28 por ciento de pobreza moderada y un 2.2 por ciento de pobreza extrema. Nosotros no nos podemos comparar con ningún otro lugar porque, si bien existen sitios como Chiapas, con un 78 por ciento de pobreza moderada, también en la ciudad de México existe la pobreza en menor cantidad, pero también hay más habitantes. El reto para el abatimiento de la pobreza es enorme para cualquier gobierno.
Tenemos algunas ventajas sobre algunas otras entidades del país y la mayor es la herencia que nos dejaron gobiernos anteriores respecto de los programas sociales. En la ciudad de México desde hace 15 años se trabaja en diferentes tipos de programas dirigidos a diversas escalas poblacionales, como programas para niños y niñas, programas para estudiantes, para mujeres, programas sociales que, a veces, se convierten en derechos sociales.
La herencia que nos dejan respecto a cuestiones sociales es enorme y de ahí parte nuestro trabajo y qué bueno que la ciudad de México tiene diversas problemáticas sociales, pero es mejor que tiene muchas salidas de proyecto social.
En la ciudad de México se ha avanzado mucho; los beneficios sociales, las ayudas, los servicios se convierten en derechos, eso tiene que ver con la universalidad. La principal diferencia con políticas sociales de otras entidades es que estamos a la vanguardia de los derechos sociales y, también hay que decirlo, hay más libertades que están consagradas en los derechos. Las dos libertades por las que se ha luchado y han sido reconocidas por todo el mundo son la interrupción legal del embarazo y lo relativo a las políticas públicas alrededor del grupo poblacional de los gays.
¿Cuántos programas desarrolla la Sedeso capitalina?
En el Gobierno de la Ciudad hay 54 grandes programas, la mayoría de corte universal. Son programas sociales elaborados por las 16 delegaciones, en algunas demarcaciones puede haber 10 programas, en otra hay 3 o 5 que también son para la población de subdelegaciones. Contando todos los programas sociales en el gobierno central son 54 y otro tanto de las delegaciones: en total, 178 programas.
¿Hubo compactación de programas?¿ Hubo problemas?
Para dar de alta un programa social, se requiere acudir al Consejo de Planeación del Desarrollo (Coplade), en la ciudad de México encabezado por la Secretaría de Desarrollo Social. En la reunión, las delegaciones presentan múltiples programas sociales; se habla con ellas y otras instancias y se les dice: el compromiso del doctor Miguel Ángel Mancera fue la compactación de programas, lo que no significa desaparición, ni dejar de dar recursos o apoyos, servicios, subsidios a los habitantes de la ciudad de México.
Significa ordenar, compactar los programas sociales para que haya más eficiencia en el gasto, para que no haya tanta diversificación y a la hora de la supervisión se sepa cuál programa es, para evitar duplicidades. Se trata de ordenar todos los programas para tener una mayor eficiencia y abarcar más población, porque a lo mejor esa ayuda, que está duplicada en algún lugar, puede servir para que cubramos más población que siempre necesita atención.
Apoyo a adultos mayores y migración
¿Cómo se trabaja en el programa de apoyos a adultos mayores con problemáticas tan fuertes como la migración?, ¿cómo empatarlo?
Al revisar cuáles son las fortalezas de un programa como la atención a adultos mayores, el programa de la pensión alimentaria —que es muy bueno y tiene mucha fortaleza, pero también es perfectible—, lo que se pueda hacer perfectible, hay que hacerlo, por ejemplo, tomamos el padrón de adultos mayores y por otro lado revisamos el padrón de defunciones para dar de baja a las personas que lamentablemente han fallecido, y esas tarjetas dárselas a otros adultos mayores.
¿Qué hicimos?, innovamos una acción de utilizar la tecnología para tener una certeza en el padrón, que sea más confiable y transparentarlo mes a mes. Así, se publica el padrón de adultos mayores; ¿eso qué significa?: ahorro para el gobierno y que esa revisión de padrones ayude a dar atención a más población; cubrir otras necesidades de otros grupos.
Hay cosas que se tienen que hacer rápido y bien, sobre todo no dejar nada para que después pensemos: hubiera hecho esto. No, hay que hacerlo ahora, y que sea en beneficio de la transparencia, de la mejor rendición de cuentas, de que con los recursos —que son pocos y nunca alcanzan— se tenga más eficiencia.
Una de las cuestiones que nos gusta hacer es revisar lo que hacemos: ¿está bien o está mal?, ¿podría estar mejor todavía?, ¿cómo hacer más tareas para servir de mejor manera?; no puedes hacer un programa de adultos mayores diciendo: sólo nos quedamos con la pensión alimentaria. ¡No!, tenemos que ver qué otras necesidades tienen los adultos mayores, estudiarlas y planear programas que no cuesten tanto, pero que al mismo tiempo sean una necesidad inmediata, por ejemplo, los adultos mayores necesitan salud, por lo tanto, necesitan visitas médicas domiciliarias, sobre todo a las zonas de alta marginalidad.
Los adultos mayores requieren tener certeza jurídica en sus herencias, con testamentos a bajo costo, entonces hay que hacer un programa a cuatrocientos pesos y que lo puedan pagar con la tarjeta en paguitos. Los adultos mayores no tienen actas de nacimiento, hay que solucionar el problema y darles las actas de nacimiento gratuitas. Hay que registrarlos porque cómo va a ser posible que no tengan el derecho a la identidad; también requieren transporte público gratuito en la ciudad, entonces hay que darles la movilidad de manera gratuita.
Además requieren cultura, deportes, espacios, buscamos cubrir esa parte del entretenimiento porque, además, pronto la cuarta parte de la población de la ciudad de México va a ser adulta mayor, en 20, 30 años; ya esta ciudad por dondequiera vamos a vernos caminando por la calle, y no quiero pasar y decir: ¡hubiera hecho esto cuando estuve en la Secretaría!, ¡no!, que sea una ciudad más amigable, sensible y humana para los adultos mayores.
Muchas cosas ya las hacemos, y ahora ya no son sólo programas, son derechos para los adultos mayores. ¿Cómo lo vas haciendo? A veces, lo empiezas como un sueño y piensas que a lo mejor te lo pueden aprobar, pero cuando tienes un gobernante o un jefe que puede ser sensible y te acepta esos proyectos, qué bueno; y así es como muchas de las políticas públicas se hacen.
Puedes tener las mejores ideas, pero si tus jefes no se casan con ellas… La voluntad política se puede tener siempre y cuando también se tenga el respaldo económico, porque una cosa es la palabra, y otra, hacer la política pública diaria. No puedes permanecer indolente ante la necesidad de los capitalinos, ni permanecer apático, indiferente, ni taparte los ojos ante una realidad de pobreza cada vez más compleja.
Tarjeta de pensión alimentaria
Además, los niveles de migración a la ciudad de México son muy, muy grandes; imagínate, los que vienen buscando, por ejemplo, la tarjeta de la pensión alimentaria, de 32 estados. La ciudad de México ocupa el primer lugar, 72 puntos de migración por parte de los adultos mayores, la media es de 24. No buscan el esmog, el estrés, el tránsito, lo que buscan es la tarjeta de la pensión alimentaria.
Cuando comparan los programas, aquí el monto de la tarjeta de pensión alimentaria es de 971.40 pesos mensuales; son casi 800 pesos a discapacitados, son 700 o 600 pesos a los alumnos de prepa… Sí, son apoyos en efectivo que ayudan a paliar la enorme desigualdad que existe en la ciudad.
Hay muchos que son inmensamente ricos y otros que están inmensamente pobres; si el gobierno no ayuda a intentar equilibrar esa desigualdad, esos desequilibrios pueden provocar —a la ciudad y al país— una gran ingobernabilidad, es una cosa peligrosísima. Son un foco rojo aquellas zonas donde no tienen empleo, no solamente qué comer, en la ciudad no se tiene tanto ese problema, sino la problemática es de trabajo, de educación, porque los muchachos quieren estudiar, necesitan más escuelas, a pesar de que tenemos muchas, quieren más opciones porque somos muchos mexicanos. Por eso dice el jefe de Gobierno que el mejor programa social es el del empleo, y yo también lo creo. No todo se puede arreglar con policías y ladrones, sino que muchas de las cosas se pueden arreglarse atendiendo la parte social.
Llamó la atención el trabajo que se hizo para el programa de desarme en Iztapalapa, donde se habló con la Iglesia y con media humanidad …
La coordinación de las instancias no es una cosa fácil, porque es una cuestión de atención, de egos, es una cuestión de darle su lugar a todo el mundo, y es complicada, pero cuando se invita a trabajar por una buena causa, como es el desarme, cuando las personas ven que podemos hacer algo contra la violencia de manera voluntaria, créeme que no resulta pesado, problemático, ni complejo. Esto nos permite pensar que no sólo podemos coordinarnos para el desarme sino para muchas cosas más, que tengan que ver con causas buenas.
Población en la calle: “los desprotegidos”
¿Y la situación de la población en calle, los indigentes?
Nos ayudan diferentes instancias privadas, asociaciones civiles y agentes y personas de las Instituciones de Asistencia Privada (IAP), y todas las asociaciones que han podido colaboran con el gobierno. Pronto vamos a iniciar muchas acciones al respecto, estamos poniendo las primeras piedras de lo que será la política sobre la población callejera. Nos va a ir bien, va a ser lo más que vamos a poder hacer, porque muchas de las políticas públicas ya llevan más avance.
Nos falta mucho, pero vamos a poder, y me gusta mucho ese reto de trabajar con la población de calle que lo necesita, porque son los desprotegidos de los desprotegidos, y para nosotros como desarrollo social, la prioridad de la prioridad. Vamos a hacer muchas cosas en los 10 albergues, ya empezamos —con lo que nos alcanzó del presupuesto— para arreglar tres muy bien este año, ya es algo. Son centros que no tenían mantenimiento desde hace 25 años y es muy complicado decirle a la gente “métete al albergue” si la situación no es buena. La situación de los albergues es compleja y complicada, tenemos que buscar que los lugares puedan darle una vida digna a las personas.
Caminamos en ese rumbo, nos va a salir bien, tengo mucha fe y confianza en que los primeros tres albergues saldrán muy bien. Tenemos problemas con personas con adicciones; personas con problemas mentales, mujeres, hombres, huérfanos… en fin, son albergues con una gran cantidad de problemas, pero vamos a buscar que también otra parte se pueda regresar a su casa, a algunos les estamos ayudando a que reconsideren el regresar a su hogar; no va a ser tan sencillo. Ahora son cuatro mil, que como población migrante puede llegar hasta seis mil, porque vienen centroamericanos, y de otras entidades del país.
Participación de todos
Se vale la participación de todos, de quien sea.
Eso que dijiste es muy importante, trabajamos con Dios y con el diablo, no estamos sólo pensando en que la política pública tiene que ser de un segmento o que tenga que ser una política pública sectaria, donde nada más te coordinas con los tuyos. No es así, la instrucción de Miguel Ángel Mancera es trabajar para todos, porque él gobierna para todos, lo eligieron para gobernar a todos. Estamos ampliando todos los horizontes, pronto va a empezar todo lo relativo a la consulta pública para terminar de elaborar el programa general de gobierno del Distrito Federal.
Uno de los capítulos tiene que ver con la política de desarrollo del gobierno de la ciudad, donde nos toca participar e invitamos a la población a sumarse a las consultas. Si las políticas públicas en la ciudad de México han tenido éxito no es sólo por una decisión política del gobierno, es por el empuje de la sociedad civil y el empuje de las organizaciones sociales.
Si las organizaciones sociales no lo hubieran demandando, no sería posible que tuviéramos políticas públicas tan de avanzada, por eso es necesario que participe la población, que siempre se tomen en cuenta las propuestas y no decir “esto no se puede, esto sí se puede”; hay que sumar las propuestas y pensar que ahora puede ser un sueño por falta de recursos, pero que más adelante puede hacerse realidad.
Retos inmediatos…
El fundamental: tener muy bien cuadrados los padrones en materia de política social, que sean muy transparentes, pero que no sean sólo de desarrollo social, sino de todas las instancias y delegaciones que puedan publicarse.
Otro es que las políticas públicas que se anuncien se lleven a cabo, y que los recursos autorizados sean bien canalizados hacia políticas públicas aprobadas por la Coplade, que todos los que dijeron que iban a hacer políticas públicas las lleven a cabo, aterrizar programas y eficientar los recursos.
Hay programas sociales que no son reconocidos como tales, sin embargo, programas como el subsidio en el metro, pagamos tres pesos, pero en realidad cuesta más de diez pesos —un boleto que en otras ciudades te cuesta hasta 36 pesos, aquí cuesta tres pesos—. Es un plan social que tiene un subsidio para la movilidad en esta ciudad, ése es un programa universal, un programa exigible, que no tiene ninguna carga política, que es para todos y, todavía, con la gratuidad a los adultos mayores y a discapacitados.
Ojalá que todos los programas en adelante sean universales, nosotros hacemos lo que la Asamblea Legislativa nos dice; cuando señala “esto es por ley”, si hay recursos, lo operamos. Para mí, el reto es que se puedan difundir los programas, dar a conocer los derechos sociales de las personas de la ciudad de México, que los programas abarquen a más población y lo vamos a hacer bien, estoy segura, porque el equipo está muy convencido de las instrucciones del jefe de Gobierno, de servir bien a la población. Nos dice: “ustedes son servidores públicos, están para servir a la población, trabajen para ellos, entréguense al trabajo”, y eso es lo que hacemos.