Estado de México
Los mexiquenses tienen la oportunidad de cambiar la historia, de dar un golpe de timón y cambiar el rumbo que han seguido por más de 80 años, el resultado electoral del 3 de julio debe ser una victoria ciudadana.
El Estado de México es la primera entidad más poblada de la República Mexicana, más de diez millones y medio de personas están convocadas a acudir a las urnas para emitir su voto por aquel que después de 45 días de campaña haya logrado posicionarse como la mejor alternativa, como la opción para gobernar hasta el año 2017.
La fecha de la elección parece sacada de una película futurista para quienes nacimos el siglo pasado; sin embargo, en el territorio que comprende más de 22 mil 357 kilómetros cuadrados no tiene un porvenir claro, es más bien una analogía de Parque Jurásico, pues en él subsisten los herederos de las prácticas más viejas de la política mexicana.
Los 125 municipios del Estado de México verán sus plazas llenas y sus calles inundadas de rostros y promesas recicladas. La tarea para distinguir las verdaderas propuestas de los discursos huecos y populistas podría no ser cosa fácil, comencemos por ver el objetivo de los candidatos.
En el PRD pudo más el capricho de un hombre que el dictado de la voluntad popular. La consulta ciudadana avaló una candidatura en la que el PRD y el PAN unieran fuerzas y proyectos y aún así el partido del sol azteca dio marcha atrás.
El candidato del partido que actualmente gobierna en el estado es sólo una pieza estratégica del actual gobernante, quien está ocupado en su meta personal y prepara su participación en la próxima contienda por la Presidencia de la República Mexicana.
Luis Felipe Bravo Mena, el candidato de Acción Nacional, ha manifestado desde un principio el interés por construir medidas y acciones, un plan de gobierno, junto con los ciudadanos, con las organizaciones comunitarias, con las redes sociales. El objetivo es claro, gobernar para atender y resolver los problemas cotidianos, lo que impide que siendo el segundo estado que más contribuye al PIB, sus habitantes no puedan tener la calidad de vida que les corresponde.
La propuesta del PAN es un llamado ciudadano, en el que la victoria sea ciudadana, que quienes ganen sean los mexiquenses y no los intereses o ambiciones de quienes ven al Estado de México como un botín político o un estandarte de control social, como un banco de votos.
Los mexiquenses merecen un nuevo gobierno, uno que empodere al ciudadano, que trabaje y vele por su seguridad, necesitan ganar y para eso deben apostar por ellos mismos. ¡Bravo, ha llegado la hora!
Presidente del PAN en el DF.
obdulio@df.pan,org.mx
Twitter: @obdulioA