El gobierno mexicano reacciona finalmente a la problemática de la frontera sur del país y anuncia una inversión de más de 2 mil millones de pesos para reforzar la vigilancia en esa franja, mediante infraestructura, tecnología y equipo.
Tras la masacre de 27 campesinos ocurrida el fin de semana en Guatemala, supuestamente perpetrada por el cártel mexicano de Los Zetas, y el aseguramiento de 513 latinoamericanos y asiáticos indocumentados en Chiapas, que eran transportados hacia la frontera con Estados Unidos, el secretario de Gobernación, Francisco Blake, dio a conocer planes para enfrentar el tráfico de drogas, armas, personas y mercancías en la línea sur.
Durante un recorrido por Chiapas y cuestionado por la prensa guatemalteca, Blake respondió que el reforzamiento de la seguridad en la frontera se hará en coordinacioón con el gobierno del país vecino.
A pregunta expresa sobre la matanza en Guatemala, Blake respondió con un dislate burocrático: “La complejidad de esta frontera es tan seria que tenemos en Chiapas seis puntos de ingreso formales, pero se habla de que existen 56 irregulares, por ello la necesidad de fortalecer la infraestructura y de esa manera poder regular a la formalidad todos los ingresos”.
El recorrido por el sur de México del secretario de Gobernación, quien está acompañado del titular del Instituto Nacional de Migración, Salvador Beltrán del Río, se extenderá hacia a otras entidades del centro y norte que forman parte de la llamada Ruta del Migrante, en la cual se han hallado fosas clandestinas con cientos de cadáveres, presumiblemente de indocumentados.

