Entrevista a María Elena Morera/Presidenta de Causa en Común
Moisés Castillo
El caso Tepito exhibió a las autoridades del Distrito Federal. El tema de la seguridad pública regresó al centro del debate, pero esto no impidió que el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, fuera nombrado el “alcalde del mes de junio” por la Fundación City Mayors, la misma que consideró a Marcelo Ebrard como “alcalde del año 2010”.
¿Dónde están los 12 jóvenes que desaparecieron el 26 de mayo en el antro Heavens After de la Zona Rosa? ¿Por qué los mensajes del procurador capitalino informan poco? ¿Estamos frente a una disputa real de territorios en pleno Distrito Federal?
La ciudad que presumía ser un escudo impenetrable a la delincuencia organizada ahora se percibe frágil ante la desaparición de 12 chicos tepiteños. En este espacio, en febrero pasado, el secretario de Seguridad Pública, Jesús Rodríguez Almeida, negó que exista alguna presencia de cárteles de la droga en la capital.
“Se han encontrado miembros de la delincuencia organizada —dijo entonces— y es un tema que le corresponde a la federación perseguir el crimen organizado. A nosotros nos corresponde el narcomenudeo… Pero lo que sí tenemos son puntos de venta de droga que estamos combatiendo a través de la procuraduría capitalina”.
Dos semanas después, sigue el misterio de los jóvenes tepiteños. Lo único cierto es que en la capital existe el cobro de cuotas o “derecho de piso” a comerciantes establecidos por parte del crimen organizado, además de la violencia con tufo narcomenudista: el 24 de mayo fue asesinado Horacio Vite Ángel en la colonia Condesa y se presume que este hecho está vinculado con el caso Tepito, por la venta de droga entre dos células fraccionadas de la organización delictiva La Unión, asentada en el barrio bravo.
Mancera afirmó que se trata de un hecho focalizado y rechazó que la ciudad de México viva un clima de inseguridad. Consideró que el estatus jurídico de los involucrados es de “personas ausentes”, no desaparecidas ni secuestradas.
“Este es un hecho focalizado. La ciudad de México —afirmó— tiene garantizada su seguridad. Lo que no voy a permitir es que la Zona Rosa se vuelva un espacio donde no hay la percepción de seguridad que debe haber”.
Primeros detenidos
Por su parte, Guadalupe Cabrera, cuarta visitadora de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, explicó que las familias de los jóvenes desaparecidos acudieron a la Comisión porque “no hubo la sensibilidad por parte de las autoridades, ni la atención inmediata para investigar la desaparición de sus familiares”.
En tanto, el procurador Rodolfo Ríos Garza admitió que no tiene una línea de investigación firme que dirija las indagatorias.
“No tenemos —dijo— descartada ninguna línea de investigación, no podemos hablar de negar o aceptar algún tipo de línea. Tenemos todas abiertas e insisto no tenemos acreditada la presencia de estas personas”.
Ríos Garza sólo informó sobre el análisis de 12 videograbaciones captadas por cámaras del gobierno capitalino.
“Ya pudimos establecer —agregó el procurador— que la mayoría de estos jóvenes llegaron a ese lugar a bordo de dos automóviles, un auto compacto y un taxi. Es lo que sí tenemos ya hasta el momento, la presencia en ese lugar de la gran mayoría de estos jóvenes… La salida la estamos todavía analizando para ver en qué forma salieron de este lugar”.
La Procuraduría de Justicia del Distrito Federal detuvo a dos meseros del Heaven y solicitó órdenes de presentación contra tres personas supuestamente involucradas en el caso. Los dos empleados detenidos se encuentran en las instalaciones de la Fuerza Antisecuestros, acusados del delito flagrante de encubrimiento. Ambos informaron que fue El Chaparro, gerente del lugar, quien informó que se realizaría un operativo, motivo que habría causado que los jóvenes salieran del lugar.
Ante este escenario turbulento, el gobierno capitalino anunció un programa de rescate integral para la Zona Rosa, que pretende regularizar antros y bares del lugar.
El secretario de Gobierno, Héctor Serrano, detalló que el plan pretende inhibir el narcomenudeo y el consumo de drogas.
La delegación Cuauhtémoc y el Instituto de Verificación Administrativa revisarán las licencias de funcionamiento de los casi 2 mil establecimientos de la Zona Rosa y la Colonia Juárez, además del funcionamiento y medidas de Protección Civil. El operativo, llamado Zona Rosa Segura, incluye el despliegue de 300 agentes de la Secretaría de Seguridad Pública, que se suman a 390 elementos y a 60 policías de investigación.
Insensibilidad de la procuraduría
Para María Elena Morera, presidenta de Causa en Común, el narcotráfico opera en el Distrito Federal y lo importante será la estrategia para enfrentarlo.
“No podemos hacernos tontos, el narco siempre ha estado en el Distrito Federal. Existe un corredor conocido que va de la Gustavo A. Madero, cruza la ciudad hacia Iztapalapa, Iztacalco, Tláhuac. El crimen organizado está presente. Es como en muchas ciudad de Estados Unidos, Washington, Los Ángeles, San Antonio, donde hay crimen organizado, pero está más focalizado. Esto es lo que sucede en la ciudad de México”.
¿El caso Tepito exhibió a las autoridades capitalinas?
Exhibió a la procuraduría, su insensibilidad de tratar a las familias, en decir que si son de Tepito o de familiares vinculados con la delincuencia, me pareció poco acertado. Lo primero que tiene que hacer el procurador es investigar y después salir a decir si hay o no vínculos con la delincuencia organizada. Sobre todo decir qué fue lo que pasó. Otra cosa que me extraña mucho es que las cámaras no hayan grabado nada. Lo que podría suponerse es que las cámaras no trabajan de noche, que pagamos por un producto que no sirve.
¿Cómo califica este medio año de Mancera en materia de seguridad?
Es temprano para evaluar la seguridad, pero hay dos aspectos que ya se tendrían que definir: pasar del sistema de justicia al nuevo sistema acusatorio. Esto se inició en 2008 en varias entidades, sin embargo, el plazo se vence en tres años y aquí no tenemos ningún adelanto al respecto. Me parece que el doctor Mancera debe acelerar el proceso. En los años anteriores no se hizo porque no se dieron los fondos necesarios para poder dar este salto. En el aspecto de seguridad sí ha empeorado, por ejemplo, el robo con violencia. Nos hemos enterado de muchos casos que no han sido esclarecidos. Me pasó a mí. Hace dos semanas entraron de noche a robar diversas cosas a la casa y mi hijo investigó cómo podía hacerle para acceder a la ubicación del iPad de mi esposo. La localizó en el Bosque de Chapultepec y nosotros nos imaginamos que iba a estar tirada o en un basurero. Presentamos una denuncia y la policía acompañó a mi hijo al lugar y resulta que hay unas cuevas donde hay gente viviendo ahí. Después detuvieron a la personas gracias a denuncias anteriores. Esto da cuenta que tenemos un sistema de justicia endeble.
Necesitamos seguridad y justicia eficaz
¿El caso Tepito generó un percepción de inseguridad?
Lo que me parece grave es que cada vez que hay un delito relacionado con un restaurante, un antro o lugar de esparcimiento público, resulta que las licencias están mal, no hay medidas de seguridad o permiten el acceso a menores como en el caso de los chicos de Tepito como se presume. Es hasta entonces cuando las autoridades dicen “vamos a implementar operativos”.
Lo que necesitamos es un sistema de seguridad y justicia eficaz, elementos que estén no solamente avalados por el control de confianza sino también por policías profesionales, y que después tengamos un sistema de justicia justo, que es lo que carecemos.
¿Por qué insisten las autoridades de que no hay presencia del narco en la ciudad de México?
Es desafortunado negar el problema. Tan existe que vemos el cobro por derecho de piso en la zona de Neza, Iztapalapa. Tan existe que se vende droga en la ciudad. El narcomenudeo está ahí y no podemos negar la presencia de la delincuencia organizada. Lo que tenemos que hacer es mirar el problema de frente y que las autoridades nos hablen con la verdad. Este hecho lamentablemente lo que ha exhibido es que la procuraduría no está hablando con la verdad. Y es algo que necesitamos los ciudadanos para creer y crear vínculos de confianza con la autoridades. Que la autoridad diga “sí está sucediendo esto y lo estamos atacando”, que no nos diga que no existe el narco. Si estos muchachos fueron a este bar o se los llevaron, lo cierto es que no aparecen. ¿Dónde están? Hay que investigar a fondo para que no vuelva a ocurrir.
Ciudades importantes como Monterrey fueron alteradas por la violencia del narco. ¿El Distrito Federal está exento de este tipo de violencia?
Estamos en riesgo de que todos los temas de ilegalidad violenten a una ciudad. Aquí el tema es cómo la autoridad va a solucionar este problema. Me gustaría escuchar del procurador que habrá una atención distinta hacia las familias de las víctimas y después una investigación con resultados creíbles. Que nos diga cómo evitar casos como este. No queremos que simplemente salga a decir que ya solucionaron el asunto o que es un problema “focalizado” sino que nos digan qué es lo que sigue en materia de seguridad.
¿Ha mejorado la seguridad en la ciudad de México con la llegada de la izquierda partidista? Se recuerda aquella marcha de 1997…
Hemos tenido tres grandes marchas: la del 97 que fue la que inició México Unido contra la Delincuencia, después la de 2004 y 2008. Hemos avanzado como sociedad en ser más participativa, la sociedad civil aquí es más crítica que en otros estados, inclusive en estados vecinos como el Estado de México. En cuanto sociedad civil hay un adelanto, en autoridades hay avances importantes como la nueva Ley de Sistema de Justicia Penal Acusatorio, la Ley General de Seguridad Pública. Sin embargo, estos adelantos no los vemos tangibles porque las cosas no cambian de un día para otro. Lo que sucede es que las autoridades buscan cambios rápidos para colgarse alguna medalla y el tema de seguridad y justicia no es de medallas. Las policías no se forman en un sexenio, Estados Unidos tardó un siglo en formar a su policía, no podemos pensar que aquí con curitas vamos a solucionar un problema canceroso. En materia de justicia no vemos grandes avances o los avances suficientes.
Desde la sociedad civil, ¿cómo se puede combatir este flagelo del crimen organizado?
Son varias acciones que pueden realizar. Por su puesto está la denuncia. Alguien sabe qué pasó con estos muchachos, independientemente de quién se los haya llevado, alguien sabe dónde están. Me parece que en este caso si se descubre que hay vínculos con el crimen organizado, la gente puede marcar a un teléfono de denuncia anónima y puede colaborar. El otro punto es cuando denuncias un hecho delictivo, lo que estás haciendo es que otra persona no sufra lo que pasaste. Cuando no denuncias, esa esperanza se borra completamente. Sé que mucha gente dice que no denuncia porque no pasa nada porque es muy tardado el Ministerio Público. Si volvemos a mi caso, si no hubieran existido denuncias anteriores no encontramos al ladrón. Hay muchos más temas en los que la sociedad debe participar. Por ejemplo, en la formación de ciudadanos que vivamos dentro de una cultura de la legalidad. No podemos pensar que la autoridad va a hacer todo por nosotros y que nos va a poner un policía a lado. Si hablamos de violencia, la mayor violencia que existe en el país es la intrafamiliar, me parece que en ese rubro tenemos que trabajar mucho y también en el tema de la educación.