Susana Hernández Espíndola
Posición inédita
La “Rebelión en la granja”, el postulado satírico de la novela del gran George Orwell, publicada en 1945, en la que un grupo de animales expulsa de una granja a los corruptos humanos y crea su propio sistema de gobierno, parece estar ocurriendo en México, en donde las pobres propuestas de los partidos políticos y el hartazgo popular han alentado a la población de distintas entidades a adoptar una posición inédita: lanzar como “candidatos” electorales a seres de otras especies. (Foto: panbazil/Shutterstock)
Gran aceptación
Molestos por la corrupción y por los deficientes resultados de las administraciones actuales, ciudadanos de Veracruz, Puebla, Oaxaca y Chihuahua, donde el 7 de julio se elegirán a alcaldes y diputados, están proponiendo a perros, gatos y hasta burros, lo que ha sido acogido con agrado, créase o no, por amplios sectores de la sociedad.
“Morris”, un fenómeno
La popularidad del candigato llamado “Morris”, por ejemplo, propuesto para alcalde de Xalapa, Veracruz, ha superado tanto las expectativas, que ya cuenta hasta con su propio “gabinete”. En las redes sociales, el felino es toda una celebridad que ha vencido en las preferencias electorales a los candidatos humanos de los distintos partidos. El fenómeno ha sido consignado en reconocidos medios internacionales, como The Hufftington Post.
90 mil seguidores
En el perfil de Facebook del felino, que ya cuenta con más de 90 mil seguidores, se lee: “El candigato Morris se postula para que votes por él este 7 de julio. Ante la cantidad de ratas que acechan esos puestos, sólo un gato podrá poner orden. El candigato no promete nada más que los demás candidatos: Descansar y retozar”.
“Titán” va por el hueso
La más reciente aspiración política de estos singulares contendientes, ha sido la del “CAN-didato” a la presidencia municipal de Oaxaca, el perro San Bernardo llamado “Titán”, quien realiza una dura crítica a la clase política y recrimina a los árbitros electorales que el voto nulo no tenga un peso específico en los comicios. Su lema político es: “El único que te confiesa que sí va por el hueso. Yes, we CAN!”.
El regreso de “Chon”
“Es mejor un burro como presidente, que un presidente burro”, es el eslogan del burro “Chon”, candidato a la Presidencia Municipal de Ciudad Juárez, Chihuahua. El pasado 6 de junio, en su primer pronunciamiento ante la prensa, el viejo asno, que ya había sido aspirante a candidato hace décadas, invitó a que, “como animales, salgamos a tomar las riendas de un mundo contaminado, abusado y explotado por unos cuantos avaros, egoístas y deshumanizados”.
“Maya”, cansada de los ratones
La popularidad de “Maya”, la gatita que pretende encabezar la alcaldía de la capital de Puebla, comienza a extenderse en las redes sociales. Bajo el lema: “La candigata Maya no promete transformar a Puebla, pero al menos no la va a seguir destruyendo”, esta felina expresa su deseo por un porvenir mejor para la entidad. En su Facebook, el animalito destaca: “Al igual que tú, estoy cansada de tantos ratones de la clase política. Quiero un futuro mejor”.
“Tita” y el poder femenino
Con otra gata, “Tita”, postulada para encabezar el municipio de Misantla, Veracruz, la ciudadanía quiere hacer una sátira a la falta de participación femenina por las candidaturas. La felina invita a los votantes a no seguir siendo gobernados por una “rata”.
“Muffin” y su pandilla
Bajo el lema: “Porque todos los días nos toque sobre”, otro candigato que está logrando cientos de seguidores en las redes sociales, es “Muffin”, quien va por la alcaldía de Orizaba, Veracruz. En su planilla, lo acompaña “Bodoque”, igual que él, felina, como candidata a regidora primera. Igual, en Orizaba, pelea por la candidatura a presidenta otro miembro de la pandilla, la gata “Albucha”, mientras que “Peluzza” disputa el municipio de Cerro Azul y “Tito” el de Cosamaloapan.
“Fidel”, candidato de la perrada
En 2009, “Fidel”, un perro de raza pitbull, causó gran sensación al lanzar su campaña para gobernar Jalisco. El entonces autodenominado “candidato de la perrada” simbolizaba —y aún lo hace— la urgencia de tener políticos cercanos a la gente y sensibles de sus necesidades, para recuperar la legitimidad y credibilidad de la clase política. Con los lemas: “No voy tras un hueso”, “No soy gato de nadie” y “Di no a la mordida”, el candiperro hizo conciencia en la ciudadanía sobre el voto nulo.
“Stubbs”, un auténtico alcalde
Estos casos no son los únicos del mundo: desde hace 15 años, el gato “Stubbs” ha sido alcalde de Talkeetna, Alaska, puesto que ganó por la vía independiente. Como se trata de un distrito histórico, la alcaldía es más simbólica que funcional. Aún así, el felino cuenta con una oficina en un bar.











