Entrevista a Ricardo Espinoza Toledo/Profesor e investigador de la UAM-Iztapalapa

Nora Rodríguez Aceves

El PAN está en una nueva etapa, los partidos se enfrentan a circunstancias como las que tiene el PAN cuando, después de estar en el gobierno, en el poder, son derrotados porque todos quieren apropiarse de los escombros que quedan, de modo que esto no es excepcional, el partido no se acabará después de esta crisis, pero esta circunstancia sin embargo, representa la oportunidad de que Acción Nacional redefina su identidad, afirma Ricardo Espinoza Toledo, profesor-investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana. Unidad Iztapalapa (UAM-Iztapalapa).

 “El PAN, luego de la derrota presidencial, acabó bastante afectado, la situación del partido en buena medida es resultado de la mala gestión del gobierno de Felipe Calderón, pues no sólo fue derrotado en las elecciones de 2012, en las presidenciales, sino que ya en las elecciones intermedias de 2009 había padecido una derrota bastante fuerte, por eso el PAN pasa por una etapa muy complicada actualmente porque la mala gestión de Calderón y su intento de controlar a su partido, de alinearlo a sus designios, dejan como resultado un PAN en una posición muy difícil, sin liderazgo y en una confrontación entre los calderonistas, agrupados en torno al senador Ernesto Cordero, y los seguidores del presidentes del Comité Ejecutivo Nacional, Gustavo Madero.”

Por lo tanto, “como el PAN está en una posición muy difícil en términos de su presencia política, se ha recrudecido la confrontación interna por el control del aparato, es una suerte de repliegue hacia dentro como hacia fuera, ya que su presencia es muy pobre, entonces hay una disputa interna protagonizada centralmente por los seguidores del expresidente Calderón que desde siempre han querido controlar el aparato y ahora la presencia visible de este grupo está en el Senado, donde tienen una presencia importante y desde ahí han organizado esta rebelión interna que busca sobre todo debilitar a su presidente nacional y buscan debilitarlo ahora porque es un momento oportuno para ellos en razón de que si ellos logran obstaculizar los acuerdos en el marco del Pacto por México debilitarán a Madero, y si logran que esto afecte la presencia electoral del PAN en las elecciones que están en curso, las elecciones estatales y locales, también debilitan la presencia de Madero, porque en la mira está la próxima renovación del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, de modo que yo diría que en estos términos está la disputa, aunque no es de hoy”.

El pleito por el control

El especialista en temas de procesos legislativos, gobierno y partidos políticos y la relación del Poder Ejecutivo con el Legislativo explica a Siempre! que “en el fondo ése es el propósito de esta rebelión porque este grupo quedó muy afectado por el desgobierno de Felipe Calderón del cual muchos de ellos formaron parte y han estado reagrupándose para tratar de ganar el control de la organización. Se puede observar un propósito deliberado de afectar la presidencia de Madero tal vez para evitar su posible reelección o, en todo caso, para evitar que llegue algún dirigente afín al propio Madero a la dirección del partido”.

Por otro lado, si bien es cierto que “la destitución de Cordero en su calidad de coordinador del grupo parlamentario del PAN en el Senado es legal, porque así lo establecen los estatutos del partido, también tuvo efectos que los calderonistas han tratado de aprovechar al máximo porque los unifica y les abre la compuerta para presentarse como los democráticos, como los preocupados de las cuestiones sociales, es decir, están aprovechando su papel de víctimas para buscar ganar presencia política dentro y fuera del PAN. Eso es legitimo, pero las dudas que quedan tienen que ver con el hecho de que nunca antes se preocuparon por reformar ni los estatutos del PAN que establecen que es atribución del presidente del Comité Ejecutivo Nacional designar a los coordinadores parlamentarios, y tampoco, cuando tuvieron más posibilidades, reformaron los estatutos del grupo parlamentario, de modo que todo eso fortalece la idea de que es una estrategia deliberada por obtener el control del aparato”.

En el marco del proceso electoral que se llevará a cabo el 7 de julio próximo en 14 estados del país, se dan estas diferencias, estos dimes y diretes, descalificaciones, acusaciones, entre militantes y legisladores y entre senadores contra senadores, que día a día suben de tono y de los cuales los medios de comunicación dan cuenta. Los enfrentamientos entre simpatizantes de Gustavo Madero y el grupo cercano a Felipe Calderón, si bien es cierto que no son nuevos, se hicieron visibles cuando llegaron los calderonistas a la Cámara Alta.

Por ejemplo las posturas contrastantes en torno a la firma del Pacto por México, pasando por la presentación de iniciativas de reforma política y electoral paralelas, la división interna por la destitución de Ernesto Cordero, el domingo 19 de mayo, como líder de la bancada panista en el Senado, y sustituido por Jorge Luis Preciado, cercano a Madero; el cruce de acusaciones entre el senador Javier Corral y Juan Ignacio Zavala sobre el manejo de los recursos financieros durante la gestión de Ernesto Cordero, como coordinador del PAN en el Senado.

16 millones: error administrativo

Pero la pelea por los dineros y el poder en el interior del blanquiazul no terminó ahí, ya que el pasado martes, 18 de junio, gracias a la confrontación entre el coordinador de la bancada, Jorge Luis Preciado, y el ex vicecoordinador de Administración y corderista Jorge Luis Lavalle, se puso en evidencia la repartición de 430 mil pesos para cada uno de los 38 legisladores panistas, es decir, una bolsa total de más de 16 millones de pesos, lo que “al final atribuyeron a un error administrativo”.

Al cierre de esta edición, lo que podemos decir, es que los calderonistas lograron, el pasado miércoles 19 de junio, con el aval de 23 de los 38 senadores cambiar los estatutos que rigen la vida interna del grupo parlamentario del PAN, esto significa que le quitaron el control de los recursos financieros al coordinador de la bancada, Jorge Luis Preciado.

Ante este panorama que tal parece que no tendrá final feliz, Ricardo Espinoza acepta que efectivamente todo esto es parte de una estrategia política para debilitar al presidente del PAN, una estrategia demasiado costosa para los panistas, sin importar a la corriente que pertenezcan. “Sí, sin duda considero que estos conflictos que se ventilan públicamente, estos conflictos que no se pueden resolver en el ámbito de la propia organización y que trascienden a la opinión pública y que se debaten y se discuten en los medios de comunicación, afectan mucho la presencia y la credibilidad de las organizaciones”.

“Éste es un conflicto que ha escalado a niveles tales que no son benéficos para el PAN en su conjunto ni para una parte ni para la otra y, en efecto, algo que la opinión pública está confirmando, porque ya se sabía, es la falta de transparencia de los grupos parlamentarios en el manejo de los recursos financieros. Los calderonistas están yendo a todo y con todo sin considerar que ellos también están poniendo en cuestión su propia actuación, su propia credibilidad o confiabilidad.”

Por decir algo, estas acusaciones que cruzan Ignacio Zavala y Javier Corral, por ejemplo, “sí, se pierde la perspectiva, cada uno se atrinchera en su posición y no reacciona políticamente; sobre todo, no reacciona en términos de que al que tiene enfrente es su propio aliado, es un integrante de su propio partido, y llevan la confrontación a niveles inaceptables para compañeros del mismo partido y esas acusaciones al final son salidas falsas porque, en vez de aclarar qué está pasando con esos recursos, si se le destinaron a este personaje o no o en qué condiciones, lo que hacen es atacar a su compañero de partido con argumentos que no sólo no van en la línea de resolver el problema interno sino de generar otro tipo de conflictos”.

Ricardo Espinoza explica: ¿dónde falló el blanquiazul?, y ¿dónde quedó el PAN de Manuel Gómez Morin?, recordando una frase que dijera Felipe Calderón antes de asumir la Presidencia de la República, una frase que ya había dicho Calderón cuando era presidente del PAN: “ganar el poder sin perder el partido”; eso dijo, sin embargo, el resultado fue que por un lado intentó “gobernar con una idea falsa de como gobernaban los presidente priistas, falsa porque Calderón no asumió que éste era un país plural, que su partido era parte de esa pluralidad, que ellos habían contribuido a construir esa pluralidad y que ésa fue la condición por la cual se dio la alternancia presidencial en 2000 y luego su triunfo en 2006. Eso no lo entendieron y tanto Fox como Calderón intentaron gobernar con un estilo personal propio de un viejo presidencialismo autoritario y arcaico; entonces en realidad Calderón no pudo hacer un buen gobierno porque intentó gobernar en solitario a contracorriente del proceso de democratización que ellos mismos habían impulsado”.

Calderón gobernó de manera torpe

Por otro lado, “con la pretensión —que logró en buena medida— de alinear a su partido, de utilizarlo como una dependencia de la Presidencia en vez de dejar al partido actuar de manera libre y aprovechar esa libre acción de su partido como apoyo de su gestión. Esa línea seguida por Calderón tanto en su acción de gobierno como en la relación con su partido hizo que gobernaran de manera torpe, por un lado, y que acabaran desarticulando el PAN y que se encuentre en la situación en la que hoy lo observamos, es decir podemos hablar de una crisis del PAN”.

El profesor-investigador de la UAM-Iztapalapa apunta que los partidos políticos “son arena de conflicto, la propia naturaleza de los partidos políticos es que son arenas de la disputa, de la lucha interna; hay grupos, hay corrientes, hay posturas diversas, ésa es la naturaleza de los partidos. Pienso que es la primera vez que el PAN se enfrenta a una situación así, podríamos decir que en toda la etapa anterior vino sufriendo o experimentando cambios, pero en una línea ascendente en términos políticos y electorales hasta llegar a la Presidencia de la República y después renovar su presencia en la Presidencia de la República en 2006, pero ésta es la primera vez en la que ni tiene el gobierno de la república, y en una posición electoral bastante penosa, está en una situación de debilidad electoral y con un fuerte conflicto interno, aunque esto no elimina al PAN como partido sino que le exige echar mano de su experiencia, de su ya larga existencia para reformar, renovar, ajustar la estructura de esta organización”.

Calderonistas atrincherados en el Senado

“Ellos mismos tienen que resolver y utilizar esta situación crítica para inyectarle nuevos aires o una nueva ruta, un nuevo horizonte a su organización; no tienen de otra, claro que ahorita, sobre todo, el grupo afín a Calderón está atrincherado en una postura radical que en cierta forma refleja la debilidad de este grupo en el interior del propio PAN. Se han atrincherado en el Senado para desde ahí recuperar la presencia y la posición que han tenido tanto dentro como fuera del PAN.”

“Es cierto que los partidos políticos son asociaciones voluntarias, nadie está ahí por la fuerza ni amenazado; dicho de otra manera, una confrontación interna sin mediaciones puede conducir a la salida de algunos grupos, ya pasó en el PAN, ya han sido parte de la historia del PRD, pero yo pienso que aquí también está haciendo falta una estrategia política de parte de Gustavo Madero, no creo que los calderonistas estén muy dispuestos a negociar ahora, ya que quieren todo, aunque no les corresponda todo, pero parece que —digo parece porque no tengo mayor información—Gustavo Madero ha también preferido seguir la línea de confrontarse a través de los medios más que de buscar trabajar para ver cómo resolver este conflicto que ha ido escalando.”

Además, “los simpatizantes de Calderón por boca de Ernesto Cordero se han dedicado a descalificar a Madero y lo que hace, han seguido una línea en la cual sugieren que Madero es una suerte de peón del presidente Enrique Peña Nieto en razón de estar en el Pacto por México y de estar ahí acordando temas y agendas. Igualmente, cuando Madero presenta su propuesta de reforma electoral, también ellos le ponen enfrente la suya u otra, es decir, han seguido esta línea porque saben que el éxito del Pacto fortalece a Madero, saben que los éxitos electorales que obtenga el PAN fortalecerían a Madero, entonces están tratando de evitar eso”.

Conflicto de fuerzas políticas

Sin embargo, “no observo que del lado de Madero se esté trabajando para acercar a ese grupo, por un lado, pero antes que eso, no se está trabajando en la idea de evitar hacer cosas o tomar acciones o decisiones que le dan mayor cohesión y argumentos al otro grupo; han de algún modo empujado a los calderonistas a una posición que los fortalece, por lo tanto no es un problema de orden legal solamente, de si el presidente del PAN puede destituir al coordinador de los panistas en el Senado, Ernesto Cordero, de la forma en que lo hizo, o los corderistas-calderonistas pueden o no modificar los estatutos del grupo parlamentario de la manera en la que lo hicieron; no, el problema es eminentemente político”.

Por eso, asegura Espinoza Toledo, “aunque se recurra al tribunal electoral y el tribunal le dé la razón a uno o a otro grupo, el conflicto no se resuelve, es un conflicto de fuerzas políticas dentro de un partido político que hay que atender en esa dimensión, y es ahí donde no observo yo que del lado del presidente nacional del PAN haya un despliegue adecuado, visible, efectivo”.

“Están, los maderistas por un lado y los corderistas-calderonistas por el otro, y cada uno encerrado en sus propias posiciones; están en conflicto y han escalado el conflicto y, con razón o sin ella, cada uno piensa que tiene la razón, o por lo menos que tiene una ubicación tal que no pueden excluirlo. Estoy pensando en el caso de los senadores que están con Cordero; están operando desde una posición de fuerza en razón de que son senadores y dicen ser la mayoría, más del 50 por ciento de los senadores del grupo parlamentario del PAN, y están dando la batalla, están utilizando todos los recursos a su alcance y a veces, tal vez con un rigorismo excesivo, pero aquí es donde el presidente nacional de Acción Nacional tiene que encontrar las herramientas, los recursos con los que dispone para lograr dos cosas: primero, para fortalecerse, y segundo, para encontrar una ruta interna a partir de las muchísimas coincidencias que tienen y sentar las bases de un arreglo de mediano plazo con estos adversarios internos. Yo creo que hay una tarea ahí que no se está desarrollando, o que por lo menos los que estamos fuera no observamos, en razón del escalamiento del conflicto”.

En este sentido, Ricardo Espinosa advierte: “la situación actual del PAN es igualmente corresponsabilidad de los panistas, hayan sido funcionarios públicos de Vicente Fox o de Calderón o no; el partido les pertenece a todos y la suerte del partido la tienen que definir entre todos; la ventaja, por decirlo de esta manera, que tienen estos calderonistas es que están en el Senado y se han logrado unificar, pero, en efecto, esto es sólo una parte del PAN muy visible porque tienen acceso a los medios, tienen recursos y están aprovechándolos al máximo para hacerse presentes, pero no es eso el PAN”.