Entrevista a Laura Castellanos/Periodista de investigación
Moisés Castillo
La aspiración del anarquismo es alcanzar la igualdad a partir de ser libres. Libres de toda opresión o de la ley. El anarquismo es sinónimo de libertad y en los últimos años se ha malentendido o manipulado esta filosofía política en la ciudad de México a raíz de hechos violentos registrados en los últimos meses. Los actos de sabotaje, pintas, uso de bombas molotov, son prácticas comunes de estos grupos, pero el daño a terceros desdibuja una libertad responsable. Tal y como lo dice el escritor Albert Camus: “he visto a personas actuar mal con mucha moral y compruebo todos los días que la honradez no necesita reglas”.
Mientras Enrique Peña Nieto recibía la banda presidencial en la Cámara de Diputados, el Centro Histórico era un caos. Las protestas del pasado 1 de diciembre dejaron un saldo de un centenar de detenidos y decenas de heridas. La violencia de los llamados anarquistas y la detención arbitraria, ilegal y sin protocolos por parte de la policía capitalina generaron una polarización social que parece no tener fin.
El entonces jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, señaló como autores de los altercados a los anarquistas: Cruz Negra, Bloque Negro México y Coordinadora Estudiantil Anarquista. Además el llamado Ejército Popular Magonista de Liberación Nacional lanzó un comunicado: “A partir de hoy no daremos tregua, sentirán la violencia y el fuego en su propia carne”.
Anarquistas reivindican violencia
Hay que recordar que desde el año pasado han ocurrido actos violentos en el Distrito Federal por parte de anarquistas o que se vinculan con esta corriente ideológica: la Conspiración de las Células del Fuego sección DF se atribuyó el incendio a dos bodegas de San Juan Xalpa, Iztapalapa, en septiembre de 2012. Este grupo, en el mismo mes y año se adjudicó el incendio a una bodega en avenida Pacífico, Coyoacán. En ese mismo periodo se atribuyó el incendio en un Wal-Mart de Buenavista. En diciembre de 2011, la fracción de la FAI Informal México se responsabilizó del atentado contra el Instituto Italiano de Cultura. El 21 de febrero pasado, el grupo anarquista Individualidades Tendiendo a lo Salvaje reivindicó un paquete explosivo depositado en un buzón de correos.
La más reciente aparición de grupos anarquistas fue en la marcha del Halconazo del 10 de junio, que dejó un saldo de 22 personas detenidas y decenas de heridos.
Según el secretario de Gobierno, Héctor Serrano, la manifestación avanzaba en calma, pero a la altura del Metro San Cosme, un pequeño grupo comenzó a actuar con violencia.
“Solamente detectamos que la violencia fue generada por este grupo que no rebasaba las 25 o 30 personas… Al llegar al Zócalo la agresión por parte de este grupo fue mayor, al extremo tal que dos compañeros del equipo de concertación fueron retenidos por este grupo de participantes, este grupo violento, y finalmente, después de ser golpeados, con la intervención de la Secretaría de Seguridad Pública fueron liberados.”
En tanto, la organización Resistencia Internacional de los Pueblos consideró como suyos a los siete consignados por los disturbios del pasado 10 de junio, reveló en un comunicado difundido por Facebook. A este grupo se le responsabiliza de la detonación de un artefacto en una sucursal de Banamex de la calzada de Tlalpan el 17 de mayo, y dos días después repitió el ataque en la estación del Metro Bellas Artes.
Anarquistas en otros países han revindicado —con el nombre de la Federazione Anarchica Informalte (FAI) italiana— sus propias acciones. México tiene una fracción con presencia en diversos estados. La FAI Informal México y otros grupos anarquistas tienen una estrecha relación con sus pares griegos. “La actividad de estos grupos ha crecido desde hace unos cuatro años”, según el experto Jorge Lofredo, del Centro de Documentación de los Movimientos Armados.
Vinculación con grupos europeos
En su más reciente reporte, la Europol vincula a grupos extremistas europeos con anarquistas mexicanos. El documento EU Terrorism Situation and Trend Report 2013 detalla que los grupos mexicanos están vinculados con el llamado Triángulo Anarquista Mediterráneo: Italia, Grecia y España.
“Son grupos internacionales de estructura difusa, informal y horizontal, que no están en contacto directo, pero se comunican llevando acciones directas… En este contexto, el FAI tiene ligas con grupos o individuos en Grecia, España, Chile, Indonesia y México”, asegura el informe.
La Europol destaca la importancia de México en el contexto anarquista debido a los numerosos ataques, los cuales con frecuencia fueron perpetrados en solidaridad por anarquistas encarcelados en la Unión Europea.
Laura Castellanos, periodista de investigación que en los últimos años se ha especializado en temas de radicalización social, explica que en el anarquismo se respetan todas las formas de lucha contra el Estado y que a raíz de los hechos ocurridos el 1 de diciembre el movimiento anarquista se ve como una amenaza real.
“Grupos anarquistas se deslindaron del ataque contra el Hemiciclo a Juárez, por ejemplo, se creó un escenario confuso y violento. Pienso que ahora se tiene ubicado al movimiento anarquista como el enemigo público número uno. La mayoría del movimiento no busca atacar a la sociedad civil. Tanto aquí como en Occidente, han realizado actos simbólicos contra el gran capital, como bancos y tiendas.”
¿Qué perfil tienen estos jóvenes? ¿Son personas sin oportunidades, ninis?; ¿cómo situamos a estos grupos anarquistas?
No podemos generalizar que son ninis. En 2007 en América Latina empiezan a tener mayor visibilidad, pero éste es un movimiento que es propio de países europeos, estamos hablando del movimiento anarquista que se llama de Acción Directa que recurre a acciones para enviar mensajes simbólicos que tengan como significado la destrucción del Estado capitalista. Hay una emergencia del pensamiento anarquista y en parte se manifiesta a través del movimiento zapatista, del movimiento altermundista.
Recurren a acciones diversas, algunas son pacíficas, pero tienen el fin de manifestar que hay una crisis en el capitalismo para que surja una sociedad más equitativa. No es coincidencia la presencia de estos grupos un año después de lo que la izquierda señaló como el fraude electoral en 2006. Tampoco es coincidencia que surjan en la víspera de la crisis financiera que explotó en Estados Unidos en 2008. Este fenómeno en México empieza en 2007 con pequeñas acciones, surge cuando esta nueva generación de jóvenes entre los 15 y 25 años ya había detonado bombas molotov en cajeros.
Convergen jóvenes preparatorianos, universitarios y marginados, algunos están politizados, y otros simplemente lo que encuentran en estos espacios es expresar su indignación. Es un movimiento donde jóvenes urbanos están encontrando una vía importante de organización en Internet.
¿Cómo se puede interpretar el reporte de la Europol sobre este vínculo de grupos anarquistas europeos y mexicanos?
Lo que pasa es que con las redes sociales se han globalizado los movimientos. También leí que había una “intervención extranjera que quiere desestabilizar a México”, eso es falso. Así como los movimientos de los indignados, se conforma una especie de retícula en Occidente que en Estados Unidos se materializa con los okupas de Wall Street y recurren a Internet para establecer un intercambio de información.
De esta manera es que, tanto en Grecia e Italia, se han realizado actos de apoyo a presos mexicanos y viceversa. Esto no significa que en Grecia, España e Italia haya una estructura jerárquica o comandancia que dirija y acá se obedezca, no. En México estas células recurren a los principios anarquistas, no hay un líder como existe en las guerrillas, tienen por naturaleza una organización de manera informal y alcanzar un objetivo particular y después disolverse.
Los medios los satanizan
¿Los medios de comunicación están satanizando a estos grupos a raíz de los hechos del 1 de diciembre de 2012, la toma de Rectoría de la UNAM, el Halconazo?
Creo que éste es un fenómeno poco estudiado y que sí es satanizado por el Estado y los medios. Lo mismo sucedió con los movimientos guerrilleros de los años setenta. Lo mismo está sucediendo ahora en América Latina, no sólo en México sino en Chile, Argentina, Brasil, no es vandalismo ni terrorismo. Es muy importante ser cuidadosos con esas denominaciones porque finalmente se trata de una expresión que justifica sus acciones de forma ideológica y que tiene como objetivo simbólico dar el mensaje de que el Estado está en crisis y debe ser destruido. Sabemos que con la colocación de una bomba molotov en un cajero no va a desaparecer. Lo que veo recientemente es que con el 1 de diciembre o el 10 de junio han cobrado mayor visibilidad estos grupos. Esto no es nuevo, en las marchas del 2 de octubre siempre han estado presentes. También en la protesta del 1 de diciembre hubo infiltrados.
Dentro del mismo movimiento anarquista hay distintas posiciones que están a favor o en contra de recurrir a acciones de sabotaje. La posición común es que ellos respetan todas las formas de lucha.
¿Cómo ves a la juventud mexicana? ¿Atomizada, despolitizada, sin oportunidades?
Hay una tremenda crisis del sistema de partidos, del sistema de representación popular y creo que este movimiento anarquista es una expresión de esa crisis. No es que el anarquismo esté creciendo porque hay ninis, están despolitizados y quieren salir a manifestar su rabia. Lo que veo a nivel general es una crisis del sistema político y de representación popular. Aquí lo tuvo el movimiento Yo Soy 132 de manera reducida, menos espectacular que en España o Brasil. Estas expresiones son particularmente urbanas, no olvidemos esto. Son de un determinado sector popular y de clase media, son jóvenes que han tenido cierto acceso educativo.
En 17 estados, para ser precisos, hay acciones de células anarquistas, pero son menores en comparación con la gran población del país. También estos jóvenes se encuentran en territorios de doble fuego entre el narcotráfico y el operativo de seguridad oficial que ha inmovilizado de este país políticamente hablando.
Por otro lado, hay una apatía porque los partidos no representan una opción real de cambio. Ven que no es posible el cambio a través de la vía político-electoral, en los setenta así sucedió cuando en el mundo se presentaba un movimiento revolucionario. La crisis económica ha cerrado el acceso a millones de jóvenes a un sistema educativo de calidad, empleo bien remunerado y con posibilidades de crecimiento.
Con tu conocimiento amplio sobre este tema, ¿qué mitos se derrumban a raíz de tus reportajes de largo aliento?
Uno de los mitos y quizás el más importante es que la violencia popular germina por sí sola. Una tesis del escritor Carlos Montemayor dice que la violencia institucional genera violencia popular. ¿Qué es violencia institucional? Que como joven no tengas derecho ni acceso a la educación, a una vivienda digna, salud, empleo, independientemente de los actos de represión que existan contra estos jóvenes. Esta violencia que estamos viendo del anarquismo es generado por la violencia institucional y está manifestando su rabia en contra el Estado.
Otro de los mitos que considero que no tienen valor es que se diga que son vándalos o terroristas. Es un movimiento con muchos matices y que efectivamente puede caer en acciones violentas como válvula de escape, pero hay jóvenes que de forma ideológica están realizando acciones con una justificación ideológica contra el sistema neoliberal. Otro mito es que todo el anarquismo ejerce acciones directas y de sabotaje, no es cierto.
Dentro del movimiento anarquista, lo mismo hay investigadores, activistas, pacifistas, artistas. Si bien no es un movimiento que tenga numéricamente muchos integrantes, sí comparten principios comunes y uno de ellos es el de buscar la conformación de una sociedad más equitativa e incluyente. Con los escenarios que tenemos de mayor crisis económico-política no es nada descartable que estas expresiones sigan extendiéndose.