Se trata de la estatua egipcia de Neb-Sanu, de unos 25 centímetros, que se remonta al 1.800 a. de C., fue encontrada en la tumba de una momia y desde hace 80 años se exhibe en el museo de Manchester.
Recientemente, uno de los egiptólogos descubrió que la figura se había dado la vuelta en el interior de la vitrina en la que está expuesta. Ante la sorpresa, los jefes del Museo decidieron colocar una cámara, tras lo que descubrieron que la estatua gira sobre su eje durante el día, aparentemente por su propia voluntad y de modo imperceptible para los visitantes.
Aquí el video: