DE POLÍTICA RAZONADA

Gana el abstencionismo

 

Sólo cabe progresar cuando se piensa en grande,

sólo es posible avanzar cuando se mira lejos.

José Ortega y Gasset.

 

Carlos Alberto Pérez Cuevas

Una semana después de las elecciones locales para renovar congresos y presidencias municipales en catorce entidades federativas del país, tenemos que los mapas políticos se han reconfigurado, en medio de una apatía casi generalizada en la república sobre los procesos electorales, en el caso de los estados que tuvieron elección, en su mayoría, no lograron despertar el ánimo y  mover a las personas a salir a votar, no superaron en global el 44% de la población, para decirlo con claridad nuevamente el ganador indiscutible y absoluto de estos procesos es el abstencionismo.

Si además le sumamos el desinterés de los estados que no tuvieron elección, y están más preocupados por resolver la vida diaria, los problemas de inseguridad, económicos, el desempleo, indiferencia que genera el haber salido hace unos meses de un proceso electoral presidencial, el cual es desgastante, aunado a que no se tienen incentivos de certeza sobre la imparcialidad de las autoridades electorales locales, o el cumplimento de la ley y el apego al Estado de derecho de los funcionarios con cargo, poder y recursos económicos, ahí hubo la intervención descarada de presidentes municipales y gobernadores del PRI para inclinar la balanza a favor de sus candidatos.

En general, lo que la ciudadanía observó y percibió es que se trató de una jornada electoral tranquila y sin mayores complicaciones, pero en el seguimiento fino y detallado nos dimos cuenta de que en este primer proceso electoral de la era PRI en el gobierno federal con la Presidencia de la República de Peña Nieto vimos muchas prácticas muy viejas de trampa, presión, chantaje, compra del voto, prácticas que se creían superadas, como en Baja California, donde se vio un instituto parcial, cuestionando y desconociendo los instrumentos de resultados preliminares que ellos mismos habían contratado.

Al PAN le fue bien, pues aumentó en casi 2 millones de personas la población gobernada en 14 entidades, pasó de gobernar 10 millones 878 mil 492 a gobernar 12 millones 720 mil 995; el antecedente es de la elección de 2010.

La realidad establece que el único partido que crece es el PAN al ganar 5 capitales, 18 municipios con más de 100 mil habitantes de un total de 292 ganados, 3 mayorías en congresos locales, 83 distritos y la gubernatura de Baja California, que por quinta vez consecutiva será gobierno de Acción Nacional.

Sin duda al PAN le fue bien y le puede ir mejor.

Twitter: @CarlosPereznz

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