Entrevista a Pablo Javier Becerra/Profesor e investigador de la UAM-Iztapalapa
Nora Rodríguez Aceves
Aun cuando Marcelo Ebrard quiera encabezar el movimiento contra la reforma energética, contra la privatización de Petróleos Mexicanos (Pemex), “el problema es que Ebrard no tiene el carisma que tiene Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ni tiene esa sintonía con el pueblo que tiene el tabasqueño con los votantes proclives a votar por la izquierda”.
“A Marcelo Ebrard no lo veo con esa habilidad, el carisma, que es una habilidad como nos lo demuestra el caso venezolano; no es hereditario, Nicolás Maduro parece un elefante en cristalería, es torpe, no sabe hablar, dice puras barbaridades cada vez que habla en público, ¡claro!, Hugo Chávez decía muchas barbaridades, pero las decía con gracia y por más odioso que pudiera resultar o por más autoritario que sabíamos que era el líder político tenía carisma y arrastraba a las masas, Maduro no es capaz de arrastrar ni a su familia.”
Por eso, “tuvo que hacer un fraude electoral para poder mantener la Presidencia, que para mí es evidentísimo eso, que hubo un fraude electoral en Venezuela, el asunto es que aquí en México tenemos algo parecido: Marcelo Ebrard puede tratar de encabezar la lucha contra la privatización de Pemex, pero también lo hará López Obrador, de hecho ya tiene la iniciativa y ya tiene una asamblea programada en septiembre en el Zócalo de la ciudad y López Obrador llenará el Zócalo con la bandera de la lucha contra la privatización del petróleo”.
Recordemos que “López Obrador ya hizo esto en 2008 y 2009, se dedicó a presionar, a hacer mítines uno tras otro en el Zócalo de la ciudad de México, en el Ángel de la Independencia, en el Hemiciclo a Juárez, etc. para impedir que hubiera la minireforma energética que Felipe Calderón proponía y que con esa presión se redujo aún más, entonces habrá que ver hasta qué punto Ebrard puede sustituir a López Obrador como líder de este tipo de causas. Yo no lo creo, creo que a Marcelo Ebrard le falta el feeling, el carisma que tiene Andrés Manuel para esto”, asegura Pablo Javier Becerra Chávez, profesor e investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa (UAM-Iztapalapa).
Las prioridades de Ebrard
Sin embargo, no sólo López Obrador ha tomado como bandera política la no privatización de Pemex, también está Cuauhtémoc Cárdenas que hace unas semanas, a la cabeza del perredismo, presentó la iniciativa de reforma energética del PRD, y hoy el exjefe de gobierno capitalino en el marco de la presentación de su corriente Movimiento Progresista, el pasado 20 de julio, una expresión más en el interior del PRD, que será su vía para buscar la presidencia nacional del partido, pero además anunció sus prioridades: “tener voz y voto en el próximo Congreso Político Nacional; dos, que planea una gira por el país en busca de los 15 millones de personas que han votado por la izquierda en las últimas dos elecciones presidenciales, y tres, que planea encabezar el movimiento contra la reforma energética que propone el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto y el PAN”.
En este sentido, Becerra Chávez comenta a Siempre! que si bien es cierto que “Marcelo Ebrard es un hombre mucho más joven que Andrés Manuel, y que Cuauhtémoc, no se diga. Cuauhtémoc el año que entra cumple 80 años, Andrés Manuel este año cumple 60 años y Marcelo ahorita debe tener unos 52, 53 años; es un hombre joven, vigoroso, tuvo una buena gestión en el Distrito Federal, pero no tiene el carisma de López Obrador para dirigir este tipo de causas como la del petróleo, no se le da; a López Obrador se le da de manera natural y además lo ha hecho los últimos años, entonces tengo la impresión de que Marcelo Ebrard a pesar de que quiera encabezar el movimiento no logrará construir una gran plataforma o una gran base social como la que logró construir Andrés Manuel López Obrador en los últimos 12 años de la política mexicana; incluso si las corrientes antichuchistas vieran a Marcelo como la oportunidad de quitar a Los Chuchos de la presidencia nacional del PRD, sólo lo utilizarán para que sea dirigente del partido tres años, pero nunca lo dejarán llegar a la candidatura presidencial”.
Frente a este panorama y con miras a la próxima renovación de la dirigencia nacional del Sol Azteca, “los cuadros internos están tratando de convertirse en factores importantes de aquí a 2015 y luego a 2018, y uno de ellos es Marcelo Ebrard, quien desarrolló una buena gestión en la ciudad de México; pero el problema es el pacto que hizo Ebrard con López Obrador, en virtud del cual aceptó que el tabasqueño fuera el candidato el año pasado a cambio de que él lograra colocar sus piezas, Mario Delgado, Jesús Valencia, el propio Miguel Ángel Mancera, dejó a Ebrard sin una posición visible en política nacional, por eso es que ahora tiene que agarrarse de cualquier tema, como Pemex; quiere parecer más radical que López Obrador en algunos temas y obviamente ya hizo la presentación de su corriente Movimiento Progresista, que habrá que ver qué sale de esa corriente”.
El manejo mediático
En mi opinión es una corriente pequeña, sin embargo, “tiene el manejo mercadológico o de medios que Ebrard sabe hacer desde que estuvo en el PRI, es decir, aunque sea una corriente pequeña invitó a todo el mundo e hizo de la presentación de su corriente un evento lucidor, aunque por ahí las notas periodísticas hicieron notar que no estaban ni siquiera los más cercanos al exjefe de Gobierno del Distrito Federal como Miguel Ángel Mancera, por ejemplo, que se mantuvo al margen de la presentación de la corriente Movimiento Progresista y algunos otros personajes también de su grupo, pero bueno el hecho real es que Ebrard sabe moverse ante los medios y desde ahí, desde su corriente, ahora tratará de hacer un poco de ruido en el partido para ser tomado en cuenta”.
Ante la interrogante de si podremos ver a Marcelo Ebrard dirigir a los perredistas, el especialista en sistema electoral en México y sistema de partidos en México, señala: “aquí es donde hay que hacer varias consideraciones, primero la renovación de la dirección nacional del PRD debe ser hasta por el mes de marzo de 2014, aunque Ebrard busca adelantarla para noviembre próximo, pero Los Chuchos no querrán, aunque la corriente de Dolores Padierna y René Bejarano, que hoy tiene la Secretaría General por vía de Alejandro Sánchez Camacho, podría apoyar a Ebrard en esta petición de adelantar la elección, lo que puede meter al partido en la dinámica de la que trató de huir precisamente hace tres años cuando se renovó la dirigencia nacional del PRD en marzo de 2011; hace dos años y medio, cuando la corriente de Los Chuchos logró llegar a un acuerdo con la corriente Bejarano-Padierna, resolvieron la elección de presidente y de secretario general del partido en los órganos directivos del partido, no la abrieron a un proceso interno desgastante como el que tuvieron en 2008 cuando se enfrentaron Alejandro Encinas y Jesús Ortega”.
AMLO ni las gracias dio
“El problema central es que si insisten en adelantar la elección de la dirección del partido necesitan tener un buen argumento. ¿Cuál puede ser ese argumento?, que al PRD no le fue muy bien en las elecciones locales de este año, aunque sabían que no le iría muy bien, entre otras cosas porque López Obrador abandonó el PRD sin dar ni las gracias, bueno, sí, según el dio las gracias y quedó como amigo, pero en sentido estricto López Obrador es un competidor de la clientela política electoral del PRD, eso es obvio”.
Por lo tanto, “sabían muy bien que no les iría excelente en estas elecciones locales. ¿Qué argumento podrán dar?, ¿qué la dirección actual está en crisis?; puede ser un argumento, por ejemplo, con los enemigos del Pacto por México, pues en estos días también Ebrard ha coincidido con Bejarano y con varios más en que el PRD debe salirse del Pacto, esta idea de que se sienten engañados por el Pacto por México porque los gobernadores priistas siguen haciendo trapacerías, y yo les pregunto: ¿y los gobernadores perredistas, no?, entonces el problema central es que los argumentos son muy flojos, son argumentos de chantaje. Gustavo Madero, líder del PAN, y Jesús Zambrano usaron estos argumentos contra el PRI un poco para chantajear al Revolucionario Institucional y Enrique Peña Nieto”.
Siendo así, dice el académico de la UAM, “el problema es que aquí algunos de los elementos con los que la dirección nacional del PRD y también la del PAN chantajearon al gobierno de Peña Nieto y al PRI hoy también los pueden usar las corrientes opositoras a Los Chuchos para decir: miren, nos hicieron fraude, hicieron un montón de trapacerías, ya no podemos seguir con ellos. Y sobre todo un tema que puede detonar todo esto es el del petróleo, ya lo dijeron personajes como Alejandro Sánchez Camacho, el secretario general del PRD”.
El chantaje con el Pacto
“Mientras, Zambrano está diciendo que habrá una discusión civilizada, pero que si se insiste en privatizar Pemex, el PRD se sale del Pacto, Sánchez Camacho ha dicho lo único que sabe decir: la resistencia será en las calles. Hay una serie de condiciones propicias para que los sectores radicales del partido pudieran exigir un cambio de dirección, porque parten del supuesto de que Los Chuchos ya no representan al PRD, en un momento en el cual el partido debería radicalizarse frente a la mafia en el poder frente a los intentos de privatización y todas las frases que ya tienen muy bien armadas las corrientes radicales perredistas”.
Pablo Javier Becerra advierte que “habrá que ver hasta qué punto tienen éxito en adelantar la elección; si no tienen éxito, la dirigencia nacional se renovara hasta marzo de 2014, y si no quieren tener conflictos fuertes sobre todo de cara a la posibilidad de que Morena obtenga su registro el año que entra, y por lo tanto les robe votos porque Morena disputará los votos que hoy obtiene el PRD, pues no hay un electorado de izquierda mucho más amplio, es el mismo electorado; por lo tanto deberán pensar que no les conviene por supuesto dividir el partido más de lo que la propia obtención del registro de Morena puede significar, por una razón muy sencilla, en el momento en que el Instituto Federal Electoral (IFE) diga: Morena tiene su registro como partido y participará en 2015, en ese momento muchos miembros del PRD se irán a Morena”.
“Si Morena logra su registro el año que entra y lo ratifica con su resultado electoral de 2015, es obvio que va con López Obrador como candidato presidencial en 2018 y lo acompañará Movimiento Ciudadano y el Partido del Trabajo, en ese sentido el PRD se quedará chiflando en la loma, porque sólo los ingenuos pueden creer eso de que será candidato el mejor posicionado y blablablá, todo eso es parte de la fraseología que normalmente maneja Andrés Manuel López Obrador”.
En este punto, Pablo Javier Becerra subraya “el PRD se iría solo y ahí habrá un dilema muy fuerte, que incluso ni siquiera Ebrard podrá resolver, porque si López Obrador logra ser candidato a finales de 2017, que es cuando se definirá esto, Marcelo Ebrard no tendrá ninguna posibilidad frente a él, eso es evidente; si esto fuera así y si en 2018 van dos candidaturas presidenciales “de izquierda”, la de Morena, PT, Movimiento Ciudadano que sería AMLO, y la del PRD solo que sería Marcelo Ebrard, el PRD estaría iniciando su fase de declive y decadencia porque evidentemente Morena, PT y Movimiento Ciudadano podrán capitalizar los votos porque ahí sí la candidatura fuerte sería la candidatura presidencial y López Obrador ya nos ha mostrado en dos procesos electorales —2006 y 2012— que aunque inicia la campaña en condiciones adversas él tiene la fuerza suficiente como para obtener una intención de voto superior a aquélla con la que arrancó, así lo mostró en 2012; si eso es cierto, entonces al PRD en 2018 tendríamos que cantarle Las golondrinas”.
La tercera candidatura de Obrador
Aquí, dice Becerra, yo tengo la hipótesis de que AMLO pretende doblar, mediante una estrategia un poco diferente a la que usó entre 2006 y 2012, a los dirigentes perredistas para que no tengan más remedio que apoyar la tercera candidatura del tabasqueño Ésa es la apuesta de López Obrador: que para evitar la debacle del PRD, los dirigentes del PRD, los que estén dirigiendo el partido a fines del 2017, no tengan otra opción más que apoyar la candidatura por coalición del excandidato presidencial en 2012, así de sencillo”.
De acuerdo con el análisis del politólogo de la UAM-Iztapalapa, si Marcelo Ebrard llega a dirigir el PRD para el periodo 2014-2017, aun cuando “yo no lo visualizo como presidente del PRD, me resulta difícil visualizarlo, pero habrá que ver, todo depende de los amarres que pueda hacer con las demás corrientes. Por lo que hemos visto hasta ahora, los amarres que está tratando de hacer son con las corrientes más radicales, los lopezobradoristas, que con tal de pegarle a Los Chuchos, sus eternos enemigos, podrían apoyarlo para ganar la presidencia del PRD, pero nunca lo apoyarán para ser candidato presidencial en 2018”.
Becerra Chávez agrega: “habrá que ver qué ocurre, porque podría ser también otro escenario que la corriente Bejarano-Padierna —que de las corrientes opuestas a Los Chuchos es la más fuerte— decida permanecer en el PRD como una especie de Caballo de Troya, a pesar de que Morena obtenga su registro, que se vayan personajes individuales como Alejandro Encinas, por ejemplo, que no tiene una corriente visible, pero que los Bejarano-Padierna permanezcan y el año que entra se la jueguen en serio para primero ganar la presidencia del partido, tal vez con uno de ellos o con el propio Marcelo Ebrard como simple títere de las corrientes antichuchistas y así poder garantizar en el 2018 que el PRD vaya con López Obrador… Son varios escenarios, este último puede parecer muy maquiavélico, pero es imposible, la corriente Bejarano-Padierna es muy de ese estilo, muy pragmática, sabe aguantar en el silencio y perfectamente podrían, digamos, autocomisionarse para permanecer en el PRD y luego desde dentro garantizar el apoyo a AMLO; puede ser, no es descabellado ahora que lo comento”.