El padre que pasa de los 80 años y luchaba con la guerrilla de Vietnam del Norte, cuando la guerra contra Estados Unidos, se puede comunicar a duras penas mediante la lengua de la minoría “cor”, a través de la cual quienes los hallaron, supieron además que en la huída, habían debido dejar por el camino a otro hijo, Tri, que entonces tenía seis meses.

Padre e hijo sobrevivieron alimentándose con plantas y semillas de la selva, además de los animales que lograban cazar.

Los vecinos que aún sobreviven de aquella época, en la aldea de Tra Kem, afirman reconocer al viejo vecino, del que recuerdan no haber sabido nada tras el ataque a la finca destruída y la muerte del resto de la familia.

El hijo –que ahora tiene 41 años- fue encontrado descalzo, muy delgado, con pelo enmarañado y cubierto apenas con un taparrabo de cortezas. El presidente del distrito Hoangh Anh Ngoc, dijo haberlos dejado bajo custodia “para que no echaran a correr hacia la selva”, algo que a todas luces querían hacer los encontrados.

Unos aldeanos que entraron a un área boscosa muy profunda, en busca de leña, encontraron la cabaña que padre e hijo habían construido sobre un árbol. El octogenario se encontraba sumamente débil y los médicos están atendiéndolo, aunque todos creen que sobrevivirá a la experiencia de su reencuentro con la civilización; según LaRed21, el hijo, en mucho mejor estado recién está atravesando las primeras horas de contacto con algo que le es absolutamente desconocido, pero todo apunta que tampoco tendrá consecuencias físicas mayores.