A partir de ahora, los neoyorquinos que vayan a tramitar la licencia de conducir deberán pensar antes en la posibilidad de convertirse en donantes de órganos. Una nueva normativa de la ciudad hace obligatorio incluir en los trámites necesarios para la licencia una pregunta directa al aspirante: ¿le gustaría incluir su nombre en el registro de donantes de órganos?
La iniciativa pretende aumentar el número de donaciones, especialmente escasas en la Gran Manzana. “Otros estados tiene tasas de donantes que duplican e incluso triplican a las del estado de Nueva York”, ha señalado el senador David Carlucci, uno de los impulsores de la normativa.
Las razones de esta reticencia, señala la prensa americana, son dispares, aunque podría influir ampliamente la gran diversidad religiosa que existe en Nueva York, así como la escasa conexión social que es habitual en las grandes ciudades.
Elmundo.es/redacción/bbb