EN LA LÍNEA

El desprecio a holgazanes y chantajistas puede ser la solución

Félix Fuentes Medina

Decepcionados por falta de enseñanzas desde agosto pasado, alumnos y jefes de familia rechazan a profesores de la Sección 22 y optan por los de la Sección 59 e incluso particulares de Oaxaca.

El desprecio a holgazanes y chantajistas puede ser la solución en entidades de profundo atraso educativo como Oaxaca, Guerrero y Michoacán, estados donde los normalistas cometen similares estropicios al imitar a sus maestros.

Convencidos los oaxaqueños de que sus hijos han tenido educación deficiente durante decenios —y esto no terminará pronto porque gobernadores como Ulises Ruiz y Gabino Cué se han propiciado maniobras turbulentas de líderes sindicales corruptos como Rubén Núñez, de la 22—, buscan otros maestros.

Año tras año, los dirigentes de la CNTE suspenden clases y dejan de enseñar a 1 millón 200 mil menores oaxaqueños. Siempre tienen motivos para efectuar paros y manifestaciones. Por lo general pernoctan en la plaza principal de Oaxaca hasta lograr cuanto exigen a las autoridades estatales, tan corruptas como los docentes.

Los guerrerenses emprenden acciones similares en Chilpancingo y los michoacanos lo hacen en Morelia. Además motivan a los normalistas de Ayotzinapa, de la entidad sureña, o los de Tiripitío y Cherán en el estado tarasco, en el oficio de secuestrar camiones y quemarlos.

Mediante esas enseñanzas adicionales a futuros maestros, éstos aprenden a extorsionar y usufructuar plazas del magisterio sin tener derecho a ellas, pues se niegan a ser evaluados y carecen de capacidad para enseñar.

En exceso son conocidas las prácticas magisteriales de medio siglo, corregidas y multiplicadas por Elba Esther Gordillo en dos décadas, entre otras las de sólo impartir clases en 200 días de cada año, pagar a los presuntos educadores bonos por “ajuste de calendario”, de fin de año y cuantas prestaciones obtienen merced a la suspensión de clases.

Quienes se niegan a enseñar y no les importa que comunidades como la guerrerense y la oaxaqueña sean las más atrasadas en cuanto a preparación, no tardarán mucho en las aulas. Pronto retomarán las calles en busca de cuantiosos botines.

Queda claro a los jefes de familia que miembros de la CNTE conocen todos los caminos para alcanzar sus propósitos y hoy se sienten omnipotentes porque ninguna autoridad les toca un pelo y les son respetadas las tiendas de campaña que dejaron en el Monumento a la Revolución.

Afirman los de la Sección 22 que volverán al Distrito Federal y de nuevo ocuparán el Zócalo. Y los gobiernos del DF y federal instalaron acopios de víveres en la Plaza de la Constitución para damnificados de los ciclones y así evitar el retorno de los mentores a ese lugar.

Terminado el tiempo de los acopios, el gobierno inauguró en el Zócalo la Feria del Libro, otra vez para que los malosos del magisterio y López Obrador no se apoderen de ese espacio para pernoctar o realizar mítines.

La venta de libros puede prolongarse durante meses y mantener ocupado el Zócalo por aquello de que regresen los mentores y asusten a los granaderos. Si éstos les cierran el paso y sueltan macanazos, corren el peligro de terminar en la cárcel, según decisión del jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera.

Es el México de hoy bajo la conducción de un nuevo PRI, luego de su retorno al poder.