Entrevista Néstor Vargas Solano/Candidato a Consejero Presidente del IFE
Nora Rodríguez Aceves
Es necesaria una nueva reforma político electoral, porque la democracia es perfectible; siendo así, los sistemas electorales —entendidos como los procedimientos mediante los cuales se eligen a los representantes populares— tienen que ser mejorados, tienen que hacerse las correcciones necesarias; el punto es ¿cómo se hacen estas reformas? Desde mi punto de vista y a la luz de algunas iniciativas que han surgido, se tiene que hacer un diagnóstico claro y muy puntual de cuáles son las deficiencias que tiene nuestro sistema electoral; observar cuáles son los problemas, y tratar de presentar propuestas que resuelvan de manera integral todas y cada una de las deficiencias”.
De ahí que “algunos aspectos muy genéricos que tienen que estarse revisando dentro de estas posibles reformas son: uno, la equidad en la contienda; dos, la fiscalización de los recursos de los partidos políticos; tres, el manejo de los medios de comunicación o esta obligación que tiene el Instituto Federal Electoral (IFE) en cuanto a radio y televisión; cuatro, el que tiene que ver con las reformas constitucionales, cuando ya existen las candidaturas independientes, cuando ya existen mecanismos de participación ciudadana, y que el legislador por mandato constitucional tendrá que establecer alguna ley respectiva, reglamentaria; ése es un aspecto que también se tiene que revisar”, asegura Néstor Vargas Solano, candidato a consejero presidente del Instituto Federal Electoral.
Además, “en la agenda pública, en estos momentos, se encuentra un aspecto que tiene que ver con el Instituto Nacional Electoral (INE) y desde mi perspectiva no se puede establecer a la ligera un instituto de esta naturaleza y quitar de un solo tajo el Instituto Federal Electoral. La forma en que está construido el andamiaje institucional es que cada una de las entidades federativas tiene un órgano electoral local y tiene un órgano electoral estatal; y ahora lo que se pretende es quitar a estos 32 institutos electorales y tribunales electorales para que entre un Instituto Nacional Electoral”.
Sin embargo, lo primero que habría que hacer es un diagnóstico claro: ¿es ése el problema?, ¿es eso lo qué necesita nuestra democracia?, ¿centralizar las decisiones en un solo órgano conformado por 11 comisionados? Yo por lo menos sí tendría mis reservas, no podría decir sí o no, sino que simple y sencillamente diría: vamos con calma, que se haga un diagnóstico, un análisis claro y puntual: ¿nos va a resultar más económico para la organización de las elecciones?, ¿cuál es el problema que queremos abordar?, y ¿cuál es la solución que estamos presentando? Que se haga un análisis técnico financiero de qué pasará con todas y cada una de las estructuras en las entidades estatales electorales.
Hay que hacer un diagnóstico
“De acuerdo con la iniciativa de uno de los partidos políticos, es que se subsumen las estructuras de los institutos estatales electorales, pero si se subsumen las estructuras administrativas no está cambiando nada, al contrario, lo único que se está haciendo es centralizar las elecciones; pero no me quiero pronunciar, a mí me parece que, en todo caso, para hacer algo eficiente se tiene que realizar un diagnóstico muy puntual de cuáles son los principales problemas que tenemos y de qué manera pretendemos resolverlos. Si no se hace esto de resolver de manera integral a partir de un diagnóstico claro y puntual, se corre el riesgo de remendar nuestra democracia, y en cada procesos electoral se estarán haciendo correcciones constitucionales o reformas legales, lo cual no es muy favorable para el funcionamiento de las instituciones”.
Cabe mencionar que el pasado lunes 11 de noviembre la Junta de Coordinación Política dio a conocer la lista de candidatos registrados por los grupos parlamentarios que participarán en el proceso de selección para ocupar los cargos de consejero presidente y consejeros electorales del Consejo General del Instituto Federal Electoral, de acuerdo con la convocatoria de la Cámara de Diputados aprobada el 24 de octubre de 2013.
Siendo Néstor Vargas, de acuerdo a los trascendidos, uno de los candidatos más fuertes para ocupar el puesto de consejero presidente que quedó vacante al concluir su mandato Leonardo Valdés el 30 de octubre pasado, Siempre! platicó con Vargas Solano sobre los motivos que lo impulsan a buscar un lugar en el Consejo General del Instituto Federal Electoral: “Porque es la institución que se encarga de un tema de una magnitud enorme como es la elección del presidente de la república y del Congreso de la Unión, esto es, de los senadores y de los diputados; es una tarea de Estado que tiene que cumplir de manera que se apegue a los principios rectores establecidos en la propia Constitución y, en consecuencia, tengo la convicción de que puedo aportar algo para continuar o para reforzar una institución de este tamaño, de esta magnitud. Tengo experiencia, tengo la capacidad y tengo los deseos de coadyuvar para hacer una institución sólida, una institución fuerte como lo ha sido en distintos momentos de la vida política del país”.
Para explicar cómo ve en estos momentos el Instituto Federal Electoral, el especialista en sistemas electorales y comportamiento electoral señala que él “podría decir una visión de afuera y como consejero electoral del Instituto Electoral Distrito Federal que fui, tiene que invertir mucho en su gente, en la capacitación de todo su personal, del servicio profesional electoral, habría que capacitarlos más. A veces tengo la percepción, y lo digo porque compartí con algunas juntas distritales, de que les hace falta capacitarse, como que ya tienen muchos años y ya se han creado fama y se han echado a dormir; en el Instituto Electoral del Distrito Federal (IEDF) me pude dar cuenta de que en el ámbito local se capacitaba un poco más, se tenía mayor acercamiento a la ciudadanía”.
Invertir en el recurso humano
Entonces, “hay que invertir más en el recurso humano y hacer o reforzar más las estrategias de modernización administrativas, por ejemplo, la inversión en cuanto a tecnología en distintos procesos, para el monitoreo de medios que se le encarga a una institución pública y que ha sido cuestionado, que ha sido criticado; para la fiscalización; para hacer la documentación electoral. Se tendría que invertir en esos aspectos para que se pueda hacer frente con este tipo de necesidades institucionales, se tendrían que establecer estrategias para que se puedan optimizar recursos en esos aspectos. El recurso humano es un aspecto muy importante, vengo del servicio profesional electoral del Distrito Federal y doy constancia o he visualizado que si no hay capacitación, que si no hay modernización, se complican las cosas”.
En cuanto al desempeño de la autoridad electoral, comentó que “haría mal en criticarla, tuve un trabajo estrecho con ellos y la verdad es que veo a consejeros comprometidos; con ellos tuve la experiencia en cuanto al voto de los chilangos en el exterior, y le dieron todo el apoyo al Instituto Electoral del Distrito Federal para que pudiera realizar su responsabilidad de una manera eficiente, exitosa, y se logró; se implementó por primera vez el voto de los chilangos en el exterior y por primera vez se implementó la modalidad del voto por Internet. El trabajo que tuve con ellos fue bastante positivo, pero no solamente en ese aspecto si no también en cuanto al estado nominal, en cuanto convenios de colaboración y coadyuvancia interinstitucional, es bastante positivo”.
“A veces descalificamos o hacemos generalizaciones muy fuertes hacia el árbitro electoral a partir de experiencias propias y en ese sentido podría decir: veo un Instituto Federal Electoral excelente, un IFE que ha tenido éxito en la organización de los procesos electorales, que está trabajando muy fuerte; no es una responsabilidad fácil, es una responsabilidad muy grande, tiene que ver con medios de comunicación, radio y televisión; tiene que ver con la organización en los 300 distritos electorales, y a veces siento que es un tanto injusto descalificar al árbitro electoral”.
“Debemos de pensar que el árbitro electoral no es solamente nueve consejeros electorales, no es solamente una estructura administrativa, sino también están ahí representados los partidos políticos y el Poder Legislativo, por lo tanto, de la institución nos tenemos que hacer cargo todos. La ciudadanía se deja llevar, muchas veces, por aspectos mediáticos, pero no alcanza a dimensionar la responsabilidad del árbitro electoral, por eso se tiene que hacer una conciencia de que del árbitro electoral somos responsables todos los mexicanos porque es nuestro arbitro electoral”.
En este sentido y ante el desgaste de la confianza y de la credibilidad que ha sufrido el Instituto Federal Electoral ante los ciudadanos a lo largo de poco más 22 años de su creación, sobre todo luego de las dos últimas elecciones presidenciales tan cuestionadas por algunos sectores de la sociedad, Néstor Vargas apunta que para fortalecer estos aspectos “serían muchas las variables que tendríamos que tocar, desde la propia integración del IFE, el mecanismo mediante el cual se designa a los consejeros electorales, la ingeniería institucional misma de que hay representantes de los partidos políticos, representantes también del Congreso de la Unión, y podría decir —como administrador electoral, que es en donde tengo experiencia— que hay aspectos de carácter técnico muy puntual que si se hacen bien generarán confianza dentro de la ciudadanía y también de los actores políticos”.
IFE, buen administrador electoral
“El Instituto Federal Electoral necesita darle o mostrar a la ciudadanía que es un buen administrador electoral, uno de los aspectos que incide en esto es el costo de las elecciones, en consecuencia estaríamos por buscar una institución que sea eficiente, una institución que optimice sus procesos, que aplique la reingeniería necesaria para que pueda hacer más eficiente y más austera la organización de las elecciones, y planteo esto porque está en el campo de los administradores, del administrador electoral, que es el instituto federal”.
“Estoy convencido de que para que existan instituciones fuertes debe existir también una coadyuvancia de distintos actores, una coadyuvancia de partidos políticos, de medios de comunicación, de los propios ciudadanos; recordemos que los ciudadanos forman parte del IFE, particularmente en los procesos electorales, cuando son funcionarios de mesas directivas de casilla, en los programas de educación cívica”.
“La credibilidad del órgano electoral, del administrador electoral, es un trabajo no solamente de los consejeros electorales sino también de los partidos políticos, por eso se tendría que hacer una revisión, un diagnóstico de la institución, observar cuáles son sus debilidades, cuáles son sus fortalezas, y establecer una estrategia para reforzar este aspecto que ha venido a la baja —la credibilidad y la falta de confianza—, pero no todo es responsabilidad de los consejeros electorales, es una responsabilidad compartida de los propios partidos políticos, de los propios legisladores que forman parte también del órgano electoral”.
Por eso, me centro mucho en el aspecto de la reingeniería de procesos en materia de procedimientos administrativos, en materia de recursos humanos, en materia de aspectos de carácter técnico, en la protección a los datos personales de la credencial para votar con fotografía, impulsar el voto electrónico, y el fortalecimiento de servicio profesional, que eso sí está en la cancha de los consejeros electorales; lo demás depende de la voluntad política de los legisladores y del trabajo propio de los partidos políticos y de otros actores que también forman parte de este espectro político”.