CAFÉ POLÍTICO
Desacuerdos del público lector
La historia es un incesante volver a empezar.
Tucídides
José Fonseca
Uno debe acostumbrarse a los desacuerdos del público lector con las opiniones expresadas en estas líneas, pero ocasionalmente debe también aclararlas, para intentar quitarse el mote de mentiroso, como el que me adjudicó un lector anónimo.
Escribí hace unas semanas que, a pesar de los pesares, los sucesivos gobiernos revolucionarios del siglo pasado le dieron a México una estabilidad que lo convirtió en una isla en los años en que América Latina padecía dictaduras militares, revoluciones y guerrillas.
El apreciado lector que firma Anonymus consideró que esa afirmación es una gran mentira. Piensa que México vivió una dictadura durante 70 años. Está en su derecho, pero uno también tiene el derecho de hacer precisiones históricas, no ejercicios de activismo ideológico.
Se ha vuelto un discurso facilón hablar de la dictadura de los gobiernos de la Revolución Mexicana. Es un discurso que ignora que esos gobiernos fueron los que asilaron y protegieron en México a los exiliados de la dictadura franquista, y luego a los chilenos, argentinos y centroamericanos que huían de las dictaduras militares.
Desde la tercera década del siglo XX, cuando terminaron las luchas armadas, México no ha tenido una dictadura militar, no ha vivido un golpe de Estado y el costo en vidas por los alzamientos de las guerrillas marxistas no se compara con los miles de muertos causados por las dictaduras centroamericanas y sudamericanas.
Desde la década de los cuarenta, el país comenzó un despegue económico y social que permitió la formación de una clase media que apuntaló el crecimiento de la etapa llamada desarrollo estabilizador.
Es polémica la reacción de sucesivos gobiernos en el 68 y en el 71, reacciones que se explican por las diferencias políticas entre las fracciones del grupo gobernante.
Sin embargo, ese gobierno dictatorial abrió el espacio político a quienes habían tomado las armas. Ese gobierno dictatorial propició reformas políticas que culminaron con las elecciones de 2000, cuando, por primera vez en nuestra historia, un partido cedió pacíficamente el poder a otro distinto, en respuesta al mandato de los votantes.
Estimado Anonymous. Revise con objetividad, sin telarañas ideológicas lo hecho por los gobiernos del siglo XX.
Tiene derecho a su opinión. A lo que no tiene derecho es a considerar que mi punto de vista, distinto al suyo, signifique que miento. Eso lo encuadraría en aquellos fanáticos descritos por Winston Churchill: incapaces de aceptar que puede ser posible que quienes piensan distinto puedan tener razón.
jfonseca@cafepolitico.com
