Entrevista a Enrique Burgos García/Senador del PRI

Nora Rodríguez Aceves

La aprobación de la reforma energética aprobada por el Congreso de la Unión es un paso muy, muy relevante en sintonía con el siglo XXI, con la realidad del mundo y la realidad de México. En la reforma se deja claro que el dominio del petróleo y de todos los hidrocarburos continuará siendo propiedad de la nación, y, en el caso de los que se encuentran en subsuelo, no se otorgarán concesiones.

“La reforma es el resultado de una labor intensa para aprovechar de forma adecuada la riqueza petrolera y la transformación del sector energético. Con ello impulsaremos desarrollo, crecimiento del Producto Interno Bruto, generación de empleos productivos, la distribución equitativa de la riqueza y la justicia social”, asegura Enrique Burgos García, senador del PRI.

Como se había pronosticado, el pasado 12 de diciembre, el Pleno de la Cámara de Diputados aprobó, con 353 votos a favor y 134 en contra, en lo general y particular, sin modificaciones, la minuta con Proyecto de Decreto enviada por el Senado de la República que modifica los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución Política en materia energética. La reforma se envió a los congresos locales para sus efectos constitucionales.

En este sentido, el presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales en el Senado de la República, Enrique Burgos, señala a Siempre! que “la aprobación por las dos cámaras del Congreso de la Unión respecto a los artículo 25, 27 y 28 constitucionales se sitúa en un escenario de revolución en materia de energía, una revolución mundial en materia de energía que va vinculada a la revolución tecnológica y a los efectos sociales que esto produce, la competencia y la competitividad”.

Además “de que el país reflejará un crecimiento desde el punto de vista económico, desde el punto de vista de inversiones, desde el punto de vista de generación de empleo y, agregaría algo más, la realidad, la del siglo XXI es que las tecnologías en el aprovechamiento del petróleo han evolucionado de tal manera que, de no hacer una transformación en nuestro sistema mexicano en cuanto al aprovechamiento del recurso, seremos rebasados como de hecho lo estamos siendo por muchos países como Estados Unidos, Canadá, Brasil, Europa y Asia”.

El Estado conservará la rectoría

“Y de ser un país esencialmente petrolero, ya estamos importando la mitad de la gasolina que consume el país y el 32% del gas que consumimos, teniendo esos elementos. Se han descubierto oportunidades en aguas profundas, en el gas y combustible de petróleo de las arenas lutitas y todo esto no habla más que de estar tecnológica y económicamente en posibilidades de competir, si no, el petróleo, en efecto seguirá siendo como se ratifica ahora, propiedad del Estado mexicano y conservará la rectoría el Estado México, sí, eso no está en duda y se ratifica esta vez, pero si no encontramos un adecuado aprovechamiento dentro del marco constitucional, entonces el petróleo se quedará ahí, en el subsuelo, sin ninguna repercusión que sea de beneficio social, económico, de bienestar, de empleo, etc., para el pueblo de México.”

Por lo tanto, “esta reforma está en ese sentido, conservemos la propiedad originaria que tiene el Estado mexicano, conservemos la rectoría y encontremos alternativas que dentro de esos principios permitan una mejor oportunidad de aprovechamiento para la sociedad en su conjunto”.

En torno a la desconfianza que existe sobre las modalidades de contratación, que podrán ser: de servicios, de utilidad o producción compartida, o de licencia, para llevar a cabo por cuenta de la nación, y con los cuales, según expertos en materia energética, se perderá la soberanía nacional, habrá desempleo e incluso se detendrá el desarrollo tecnológico, el senador del PRI comenta que no comparte estos argumentos, sin embargo, “respeto todas las opiniones, por supuesto que las respeto como uno espera que respeten la de uno. Entiendo que hay diferencias y puntos de vista, pero vale la pena aclararlo, en materia de contratos usted mencionaba una preocupación, muy bien, es válida, pero tiene una explicación, por ejemplo: contratos de utilidad compartida serán siempre conducidos, regulados y regidos por el gobierno mexicano, esto va acompañado de la existencia de órganos reguladores eficaces, eficientes y contundentes, órganos reguladores en materia de petróleo y en materia de energía eléctrica. De tal manera que el Estado no pierde su condición, es decir, no suelta el control del petróleo, aunque haya contratos como el que le mencionaba, contrato de utilidad compartida, eso no significa dejar el control o la conducción por parte del gobierno, ésta siempre la tendrá”.

Respeto a los derechos laborales

En cuanto a los trabajadores, “hay incluso una disposición expresa en uno de los artículos transitorios de esta reforma constitucional, garantizando los derechos laborales a plenitud de todos los trabajadores; en este caso de Petróleos Mexicanos, no habrá movimiento en ese sentido. Por lo tanto, se da certidumbre a que el ámbito laboral quedará asegurado, sus derechos puntualmente considerados y sus espacios de trabajo también puntualmente considerados”.

En este mismo tenor, el legislador por el estado de Querétaro expresa su opinión sobre un punto que ha llamado la atención, tanto de la opinión pública como de los expertos en la materia, y que tiene que ver con el hecho de que el sindicato petrolero saldrá del Consejo Administrativo de Pemex. Es un punto “que había alcanzado el Sindicato Mexicano de Trabajadores de Petróleos Mexicanos, pero yo diría que en todo caso habría que verlo como un reacomodo en espacios. El espacio de administración como se busca en una entidad corporativa desde el punto de vista de empresa pública, para Petróleos Mexicanos, será un espacio que corresponda al Consejo de Administración conducir una empresa corporativa, una empresa pública del Estado mexicano como es Pemex, pero tampoco reduce ni limita ningún ámbito ni sindical ni laboral. Finalmente es algo así como decir: tú ve a tu espacio que es el gremial, el sindical, el laboral, y el ámbito de administración que corresponda a un Consejo de Administración; digamos que es un especie de reacomodo, pero que no es lesivo para el sindicato”.

¿Reforma “blanquiazul”?

Enrique Burgos rechaza que la reforma energética sea una reforma blanquiazul, es decir, que se incline más hacia las propuestas que hiciera el PAN, que el Ejecutivo federal o el PRI. “No, fue un ejercicio de conciliación en función de lo que requiere nuestro país en este tiempo, un ejercicio de conciliar puntos y aportaciones de uno y de otro; usted recordará que el tema se fue desarrollando en función de aportaciones que surgen de una propuesta, de una iniciativa, del presidente de la república, una iniciativa formal en ese sentido, otra iniciativa que presenta el PAN y sugerencias y aportaciones que hizo el PRD, no en reforma constitucional, pero sí en reforma secundaria, en reforma legal…, todas sirvieron como punto de análisis para la elaboración del dictamen y para la discusión y, en su parte final, en su votación, tanto en la Cámara de Senadores como en la Cámara de Diputados”.

En este sentido, el PRD anunció ya su estrategia para derogar, a través de la consulta ciudadana, la reforma constitucional en materia energética en 2015, sin embargo Burgos García señala que “de la Cámara de Diputados nos está llegando el tema de la consulta popular, pero no hemos entrado al análisis de ese turno que nos da la Cámara de Diputados, lo haremos la tarde de hoy —12 diciembre— o el día de mañana muy temprano, pero tengo la impresión de que primero debe ser la determinación del Constituyente Permanente; ya está en las dos cámaras, de Senadores y Diputados, falta ahora la decisión mayoritaria de los congresos de los estados y la jerarquía del Constituyente Permanente, es una jerarquía suprema en su orden”.

Sin embargo, aun cuando algunos priistas han manifestado su alegría por la aprobación de la reforma, para el senador Burgos García este hecho “hay que verlo sin desdeñar otros puntos de vista sino respetándolos, sin dejar de lado otras visiones del tema. En la perspectiva del gobierno es un paso importante, yo no diría como de alegría y desdén por otras expresiones, no, seguirán siendo respetadas y respetables tanto en esto que está evolucionando como lo que tenga que ver en la elaboración de la legislación secundaria, porque lo que debe prevalecer es que, independientemente de posiciones partidistas o ideológicas, respetemos el derecho a las visiones distintas”.