México estará representado por primer vez en el Super Bowl XLVIII, este domingo, en Nueva Jersey, con la participación de dos jugadores con sangre azteca.
El guardia Louis Vázquez y el centro Manny Ramírez son los dos linieros de los Broncos de Denver que estarán en el juego, compitiendo con la escuadra de los Halcones Marinos de Seattle.
Entre los pocos jujadores de origen hispano en la liga, se espera que Vázquez y Ramírez hagan un buen papel en el estadio MetLife de Nueva Jersey.
Los dos jugadores, de ascendencia mexicana directa por parte de padres, son amigos desde que eran estudiantes en su natal Texas y comparten la misma visión de ser ejemplos para la comunidad latina.
Bajo la batuta del legendario Payton Manning, los dos robustos atletas intentan mostrar a los hispanos que ¨sí se pueden lograr grandes cosas¨.
Ramírez, de 30 años de edad, nació en Houston y Vásquez, de 26, en Corsicana, Texas.
Redacción/she