Retrato Hablado
Alberto Ruy Sánchez: los últimos días del poeta
Roberto García Bonilla
El 31 de marzo de 2014 se celebran cien años del nacimiento del premio Nobel de Literatura (1990) Octavio Paz, quien falleció el 19 de abril de 1998. Su legado será recordado a lo largo de este año por instituciones educativas y culturales de México, América Latina, España y Reino Unido; su obra comprende poesía, ensayo, teatro, así como artículos, notas, prólogos y reseñas periodísticas. Una de sus labores en las letras contemporáneas fue su labor como fundador y promotor en las revistas Plural (1971-1976) y Vuelta (1976-1998); ambas enriquecieron la vida intelectual en Hispanoamérica y permitieron el debate de ideas y tendencias ideológicas que se confrontaban en la época de la Guerra Fría. Desde muy joven se inició esta labor: fundó y dirigió Barandal (1931-1932) junto con Rafael López M., Arnulfo Martínez Lavalle y fue editor de Cuadernos del Valle de México (1933-1934), Taller (1938-1941) y El Hijo Pródigo (1943-1946) en la que también participaron Octavio G. Barreda, Xavier Vilaurrutia, Alí Chumacero, A. Sánchez Barbudo y Celestino Gorostiza.
La crítica de las artes fue una labor central en el trabajo creativa del poeta nacido en la ciudad de México en el barrio de Mixcoac. Tuvo contacto con las vanguardias desde su viaje a España (1937) donde se encontró con poetas militantes y artistas de la izquierda internacional, durante el Congreso de Intelectuales Antifascistas; se relacionaría con el surrealismo, movimiento que marcaría su obra. Este vínculo se manifestará en la exposición Un soplo de luz. Octavio Paz y el mundo del arte, cuya sede será el Palacio de Bellas Artes. Entre las ponencias magistrales, destaca la que ofrecerá, el 29 de marzo, Jean Gustave Le Clézio, premio Nobel de Literatura en 2008, en la Biblioteca México José Vasconcelos.
Participarán, asimismo, en este centenario Mario Vargas Llosa, Wole Soyinka y Dererk Walcott, Eduardo Lizalde, Charles Simic, Lasse Söderberg e Ida Vitale. La celebración académica a Octavio Paz inmediata se realizará los días 26 y 27 de febrero próximos, en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM dentro del coloquio Entre la noche y el día, cuya ponencia magistral realizará Adolfo Castañón.
La obra de Paz abarca más de sesenta libros, además de las antologías. La referencia mayor sobre el corpus creativo de Paz es de Hugo Verani —Bibliografía crítica de Octavio Paz (1931-1996), El Colegio Nacional—. La edición de 1997 abarca cerca de siete mil entradas. La celebración, naturalmente, abarca reediciones de su obra; por ejemplo, Conaculta publicará la edición facsimilar de un poemario de Paz así como una antología de textos sobre política, reunida por Armando González Torres.
La figura y la imagen de Paz ha suscitado discusiones, algunas enconadas, entre críticos y gremios culturales. Los cierto es que muchas veces se le ha visto de manera oblicua; se observa por separado al poeta, al ensayista, al crítico cultural, al intelectual apasionado por el zoon politikon: a partir de la idea aristotélica, el hombre gregario cuya naturaleza es social y política. Para Paz, poesía, historia y mito están estrechamente relacionados. Ensayo y poesía se imbrican desde su génesis y sus raíces formales, estilísticas y estéticas. Desarrolló diversos principios que generaron el desarrollo de ideas, uno de ellos la condición moderna del arte conformada de tradiciones, a su vez concebidas desde las rupturas (“Sólo la ruptura nos da conciencia de la tradición”). Una reflexión de la poesía y su propia poética se concentran en El Arco y la lira (1956); Paz se negó a que se considerara un libro teórico o especulativo, prefirió verlo como un testimonio de sus lecturas sobre otros autores.
Piedra de sol (1957) y El laberinto de la soledad (1950) se consideran las obras cardinales de Paz y de la literatura hispanoamericana; la primera es, por pleno consenso, su obra maestra: compuesto por 590 endecasílabos, en opinión de Jorge Aguilar Mora, “casi todos perfectos, este poema, es, en efecto, un punto central en su vida creativa, no sólo poética. En él buscaron desembocar todos los poemas anteriores a 1957 […] es, además, un gran río por donde fluyen al mismo tiempo las presencias más queridas y las más rehuidas de Paz: Quevedo, Gorostiza, Baudelaire, Neruda, Eluard, Víctor Hugo, Vallejo, Nietzche” (El Universal, 26 de abril, 1998).
El laberinto de la soledad es el texto que por antonomasia traza y penetra sobre la psicología y en el ser mexicano, es la reflexión más conocida dentro de las propuestas sobre el ser mexicano, publicado 16 años después de El perfil del hombre y la cultura en México de Samuel Ramos y poco antes del Análisis del ser mexicano (1952) de Emilio Uranga. Y casi tres décadas antes Antonio Caso publicó El problema de México y la ideología nacional (1924).
En El laberinto… se funden historia, idiosincrasia, petrificación y revitalización de tiempos cronológicos en la singularidad del tiempo ontológico: estatus que alcanza la soledad, la pérdida, el duelo, la violencia, el aislamiento. El texto, publicado por Cuadernos Americanos, se conforma de siete apartados; en la segunda, realizada por el Fondo de Cultura Económica se añade, además de los cambios estilísticos, el apartado “La intelligentsia mexicana”. Javier Rico Moreno observa la ampliación del recuento de la historia reciente de México en “Nuestros días”. Y desde entonces, “La dialéctica de la soledad” aparece como apéndice.
Un texto revelador por su orden sintético, la ponderación de sus argumentos, su estilo impecable —expresivo y sustancioso a la vez— es la publicación reciente de Una introducción a Octavio Paz de Alberto Ruy Sánchez, cuyas referencias sobre detalles contextuales, escriturales, editoriales y biográficos provienen del mismo Paz, quien convivió con Ruy Sánchez, quien a su vez colaboró con el poeta en distintos proyectos. Es encomiable la coexistencia del rigor sobre el itinerario del poeta, los antecedentes de la publicación de sus textos y el vínculo creativo y su mutuo enriquecimiento.
Publicado por vez primera vez en la legendaria editorial Joaquín Mortiz de 1990, la presente edición se actualiza y abarca los últimos opúsculos y los últimos días del poeta en su residencia en la tierra. Esta introducción será una brújula providencial que oriente a los nuevos y antiguos lectores de Paz, incluso podrá borrar prejuicios en algunos milicianos de ideologías que, sin haberlo leído, han criticado ferozmente al autor de Pasado en claro.
@garciabonilla
Alberto Ruy Sánchez, Una introducción a Octavio Paz, México, Fondo de Cultura Económica, Breviarios, 2013.