Entrevista a Antonio de la Cuesta/Investigador del CIDAC

Moisés Castillo

 

Es un lugar común escuchar que “por cuestiones personales” un funcionario de alto nivel renuncia a su cargo. Sin embargo, no es común que el gobierno de Enrique Peña Nieto use las redes sociales para realizar este tipo de anuncios, y más si se trataba de una pieza fundamental en la estrategia de seguridad como lo fue Manuel Mondragón y Kalb.

El pasado 16 de marzo, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, confirmó la salida del exjefe de la policía capitalina vía Twitter.

“Acepté la solicitud de @mondragonykalb de retirarse del campo operativo e incorporarse a tareas de diseño estratégico en materia de seguridad.”

Dos días después, el propio Osorio Chong hizo oficial la renuncia a su cargo como titular de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS) y reconoció el profesionalismo del doctor Mondragón y Kalb.

“La coordinación, la eficiencia y el uso de los sistemas de inteligencia, seguirán siendo principios que guíen todas las acciones del gobierno de la república en esta materia, nuestro objetivo es claro e indeclinable, recuperar la tranquilidad de todos los mexicanos.”

Mucho se ha especulado sobre las razones reales de la dimisión de Mondragón y Kalb: unos aseguran que fue por cuestiones políticas, por un distanciamiento con su jefe directo Osorio Chong, por la falta de libertad para trabajar, por cuestiones de salud —está por cumplir 79 años—, por falta de coordinación con la Marina y el Ejército, por los pocos avances en la limpia de la Policía Federal.

Sin embargo, el caso Michoacán fue decisivo para el destino del médico cirujano. Hay que recordar que la Policía Federal ayudó y acompañó a las autodefensas en la toma de pueblos y rancherías en manos de los temibles Caballeros Templarios, además de la protección que se le dio a José Manuel Mireles, líder de las autodefensas en Tepalcatepec. Ese tipo de acciones no gustaron nada en Los Pinos.

“Tenemos que darle seguridad y es lo que hemos hecho, porque en algún momento dado él también la ha solicitado y nosotros tenemos la obligación de dársela. No tiene orden de aprehensión ni está en calidad de detenido”, detalló en su momento Mondragón y Kalb.

 

Las medallas fueron para Ejército y Marina

Asimismo la Comisión Nacional de Seguridad no figuró en la captura de Joaquín, El Chapo, Guzmán (aunque haya salido en la foto Mondragón y Kalb) ni en el abatimiento de Nazario Moreno, El Chayo. Las medallas se las colgaron la Marina y el Ejército. También el contralmirante médico naval de la Armada de México ya no participaba de manera activa en las reuniones del gabinete de seguridad. Por ejemplo, estuvo ausente en la creación de la Comisión para la Seguridad y el Desarrollo Integral del Estado de Michoacán.

El último evento público de Mondragón y Kalb fue el pasado 13 de marzo en la reunión con autoridades del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, donde pidió a los policías federales ser eficientes.

“Hoy comienza esta nueva etapa y cada uno de ustedes es pieza fundamental para lograrla. Cuando vean un problema a nivel superior lo analizamos, o una situación que requiera una investigación, cuentan con nosotros… Tengo la mano derecha del amigo, pero si no se funciona, si cometen algún acto indebido, mi mano es muy firme y tendrán la energía de la corrección.”

Para Antonio de la Cuesta, investigador del Centro de Investigación para el Desarrollo, la modificación en el trato del gobierno federal hacia las autodefensas marcó el futuro de Mondragón y Kalb.

 

“No es coincidencia la detención de Hipólito Mora y todas las filtraciones que se han dado sobre los liderazgos de las autodefensas en Michoacán; algunos de ellos, los más relevantes, pueden tener historiales delictivos en México y en Estados Unidos en materia de homicidios, extorsiones, tráfico de drogas. Este revire que se da con respecto al trato hacia las autodefensas podría estar vinculado con el relevo del comisionado Mondragón y Kalb.”

Diferencia de perspectivas

¿Causa sorpresa la renuncia de Manuel Mondragón y Kalb a la Comisión Nacional de Seguridad?

Teníamos que esperar a que el presidente Enrique Peña Nieto propusiera al sucesor de Mondragón y Kalb para ver el matiz que le quería imprimir a la comisión que presidía el exsecretario de Seguridad capitalino. Si la salida de Mondragón y Kalb respondía a un reacomodo institucional, o subirle o bajarle el perfil a la Comisión, lo íbamos a ver con el nombramiento del sucesor. Con la llegada de Monte Alejandro Rubido creo que el interés es mantener la comisión con el perfil actual. La salida de Mondragón y Kalb muy probablemente obedece a una diferencia de perspectivas que tiene con respecto a la estrategia que se quiere implementar en puntos críticos como Michoacán.

 

¿El gobierno federal quiere tomar distancia de las autodefensas? La Policía Federal las acompañaba en la toma de los pueblos…

Además, el abatimiento —como lo llaman en la jerga de seguridad— de El Chayo, esto sí pudo ser el principio del fin de la leyenda de Los Caballeros Templarios. Falta por capturar a La Tuta. En dado caso de que se llegara a dar por terminada la lucha con el desmantelamiento de Los Templarios, el hecho de que las autodefensas permanecieran como tales, como amos y señores de las distintas localidades, sobre todo en Tierra Caliente, sí le iba a implicar un problema severo de gobernabilidad a la administración federal, en un momento dado de que las autodefensas se les salieran de las manos. La detención de Hipólito Mora, más las filtraciones recientes de otras autodefensas, se da un manotazo respecto a la actitud del gobierno federal a una indisciplina de las autodefensas.

 

¿No te parece que Mondragón y Kalb poco a poco tuvo un bajo perfil, a pesar de los “golpes” contra el crimen organizado?

Independiente de las filias y las fobias en el círculo presidencial, creo que todos en materia de seguridad han tenido un bajo perfil. Es parte de la estrategia de golpe de timón que tiene el gobierno priista con respecto al de Calderón. El reducir el perfil, incluso el del secretario de Gobernación. Hablamos de un perfil operativo, un perfil que incluso cuando hay éxitos, éstos son compartidos. Mondragón respondía a esa disciplina en materia de seguridad.

¿Qué te parece esta designación de Rubido como nuevo titular de la CNS? El senador Javier Lozano lo culpó de la primera muerte de “El Chayo”.

Creo que la declaración del senador Lozano va en el sentido de proteger a su exjefe, a Felipe Calderón, y a todos los involucrados, como a Alejandro Poiré, hasta quienes estaban en la Secretaría de Seguridad Pública Federal, como Genaro García Luna, y a quienes estaban en la Secretaría de Gobernación. Veo cierta congruencia en la designación: ser el titular del Secretariado del Sistema Nacional de Seguridad Pública sí lo colocaba en una especie de candidato natural, sobre todo por la experiencia que tiene. Toda persona que trabaja en seguridad o en cuestiones vinculadas con seguridad, por la naturaleza misma de las funciones que desempeña, tendrá ese halo de polémica sobre sus operaciones pasadas. Creo que la designación de Rubido es congruente con lo que el presidente Peña Nieto desea.

El celo profesional de Mondragón

¿Habrá ruptura o continuidad en la estrategia de seguridad que impulsaba Mondragón y Kalb?

Eso es una incógnita. Mondragón y Kalb deja un sello particular que traía desde su gestión como jefe de la policía del Distrito Federal, en el sentido de la disciplina que le quería imprimir a su cuerpo de servidores públicos, y también una especie de celo muy importante sobre el control de su institución. Probablemente ese celo profesional hacía que Mondragón fuera más renuente a modificar su manera de trabajar, a pesar de que vía mandos superiores se le indicara alguna necesidad de cambiar o modificar la estrategia. Lo podríamos vincular con lo que sucede ahora en el cambio que se tiene con el trato a las autodefensas, tal vez no le agradó tanto a Mondragón este hecho y por eso es que sale.

¿Cuál es el legado de Mondragón y Kalb?

A Mondragón se le recordará sobre todo por dos eventos. El primero no es positivo: la manera en la que participó, a pesar de que no era titular de la CNS sino subsecretario de Planeación y Protección Institucional, en los eventos del 1 de diciembre de 2012, en el contexto de la toma de protesta de Enrique Peña Nieto. El otro que sí tuvo reconocimiento por parte de la mayoría de los actores políticos y sociales fue el operativo que hizo para desalojar a los maestros disidentes de la Autopista del Sol cuando estaba la discusión de la reforma educativa. Se hizo con cierta pulcritud, no hubo incidentes que se le salieran de las manos como el 1 de diciembre.

 

¿Cuáles son los pendientes que deja?

Hay un gran pendiente, que además es la gran incógnita en la política de seguridad del presidente, cómo se va a integrar la Gendarmería Nacional, que el mismo Mondragón y Kalb había anunciado su operación para junio de este año. En qué va a consistir, cuáles serán sus diferencias con la Policía Federal, ¿realmente es un proyecto que le interesaría al presidente impulsar? O tal vez ya resulta una propuesta que estorbe, o ya no hay necesidad de la Gendarmería y sólo hay un interés de fortalecer las instituciones que ya existen. Espero que sí se esté pensando en impulsar un nuevo cuerpo institucional de policía civil con un mayor entrenamiento, con la intención de hacer este tránsito paulatino de la participación de las fuerzas armadas en labores de seguridad pública a un cuerpo civil más profesional y especializado.