Octavio Paz (1914-1998)

 

 

La indiferencia del mexicano ante la muerte

se nutre de su indiferencia ante la vida.

Octavio Paz

 

Carlos Alberto Pérez Cuevas

Celebrar grandes acontecimientos permite a los pueblos y a sus habitantes saber sobre su historia, sus bases y raíces y sobre todo la vida y obra de muchos de los principales personajes que fueron protagonistas y contribuyeron de una u otra manera para que así sucedieran los hechos y circunstancias; además celebrar nos permite mostrar el jubilo y orgullo que sentimos por esas personas o etapas históricas, lo que nos da cohesión e identidad.

Esto cobra realidad en estos momentos en los que en México celebramos el centenario del natalicio de Octavio Paz Lozano, uno de los hombres más brillantes, poseedor de una gran mente tan lúcida y clara en su pensamiento e inteligencia que nos ha dado a los mexicanos el único Premio Nobel de Literatura en 1990, en total sólo tres compatriotas han sido galardonados con este premio y reconocimiento a lo mejor del mundo en diversas disciplinas y especialidades, el primero fue Alfonso García Robles, Premio Nobel de la Paz en 1982, y Mario José Molina Henríquez, Premio Nobel de Química en 1995.

Tres mexicanos de entre casi 900 galardonados de todo el mundo y sólo Octavio Paz, hasta ahora, es el único mexicano reconocido con el Nobel de Literatura, que entre otros ha sido otorgado a Rudyard Kipling, Rabindranath Tagore, Anatole France, Jacinto Benavente, Gabriela Mistral, Herman Hesse, Bertrand Rusell, Winston Churchill, Ernest Hemingway, Albert Camus, Pablo Neruda, Gabriel García Márquez, Camilo José Cela, José Saramago, Mario Vargas Llosa, entre muchos otros, los más destacados del mundo.

El 31 de marzo de 1914, justo en lo más álgido de la Revolución Mexicana, nace en la ciudad de México Octavio Paz, quien a la postre se convertiría en uno de los personajes más cultos y preparados de México, eso le permitió incursionar en la poesía, donde construyo poemas tan hermosos como el de Salamandra, del que aquí reproduzco un fragmento:

 

Negra armadura viste el fuego

Calorífero de combustión lenta

Entre las fauces de la chimenea

—o mármol o ladrillo—

tortuga estática

o agazapado guerrero japonés

y una u otro

el martirio es reposo

impasible en la tortura.

 

Además escribió los poemas Luna silvestre; Puerta condenada; Libertad bajo palabra, en el que incluye Piedra de Sol, Pasado en claro; Vuelta, entre muchos otros.

Además ha sido uno de los mejores escritores y ensayistas, entre los que destaca el más reconocido El laberinto de la soledad, donde nos expresa la psicología del mexicano y su moralidad, y desvela las causas del comportamiento del mexicano en su individualidad y en lo colectivo. Han sido muchos los trabajos de Paz en este rubro, sólo mencionaré como referencia El arco y la lira, Las peras del olmo, Sor Juana Inés de la Cruz o las trampas de la fe, uno de los más reconocidos: El ogro filantrópico, Hombres en su siglo; La llama doble, Vislumbres de la India, entre muchos otros.

 

@PerezCuevasMx

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