Una estudiante de historia de Yale, que solo pesa 42 kilos, afirma que el centro de salud de la universidad la condicionó a que subiera de peso o de lo contrario debía ausentarse de clases de manera temporal.

Frances Chan, de 20 años, dijo al diario New Heaven Register que luego de que recibió la indicación hace seis meses, intentó de todo para ganar peso, pero solo logró aumentar 900 gramos.

Comía helado dos veces al día. Comí galletas. Use elevadores en vez de subir por las escaleras. Pero no gané absolutamente nada de peso”, dijo la joven, que mide 1.57 de estatura.

Todo comenzó en septiembre pasado cuando la joven fue al Hospital de Cáncer Smilow para que le examinaran un pequeño tumor mamario, el cual resultó benigno. Sin embargo, a partir de ese momento, su salud se puso bajo vigilancia.

El centro de salud de Yale, que estaba preocupado de que la salud de la joven estuviera en severo riesgo, le pidió a la estudiante reunirse con un nutriólogo y con un profesional de la salud mental para determinar si tenía un desorden alimenticio.

A partir de diciembre, la joven comenzó a acudir a citas médicas, en las que se le llegó a decir que si no subía de peso, probablemente moriría.

La joven se quejó en un ensayo publicado en el sitio The Huffington Post, del énfasis que la escuela pone en el índice de masa corporal para medir la salud de una persona.

Luego de darse a conocer su caso, la joven publicó en su cuenta de Facebook que desde el viernes pasado está trabajando con un nuevo doctor que admitió que la universidad se equivocó, y que se disculpó por los meses de “angustia” debido a la orden recibida.

Según el diario, la universidad se negó a comentar sobre el caso de Chan, al argumentar que no puede discutir el historial médico de sus estudiantes.