Entrevista a Armando Barajas Ruiz/Consejero político nacional
Moisés Castillo
El expresidente del PRI en el Distrito Federal Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre finge ser el bueno de la película, pero es un pésimo actor. Luego de ser señalado de encabezar una red de prostitución pagada con dinero partidista, el priista se defiende y asegura que no necesita contratar a mujeres en el Revolucionario Institucional local. Todos están mal, menos él.
“Las acusaciones en mi contra no son más que una campaña mediática orquestada por una estación de radio de una conductora que no precisa a bien los alcances que pudo tener su estación, sobretodo de los reporteros que malinforman. Esas acusaciones son una calumnia”.
Hace dos semanas, la periodista Carmen Aristegui reveló en su programa radiofónico de MVS que Gutiérrez de la Torre, por medio de anuncios en el periódico, contrataba a jóvenes mujeres de entre 18 y 32 años de edad. El proceso contaba con una reclutadora que las elegía según su cuerpo, les ofrecía por lo menos 11 mil pesos mensuales con el fin de que ofrecieran servicios sexuales al exdirigente priista.
Ya en 2003, Reforma informó que el entonces asambleísta tenía a su servicio una red de edecanes para su atención profesional pública y privada.
En ese tiempo, también el diputado local aseguró que todo se trataba de una “campaña mediática” en su contra. Lo único cierto es que este escándalo de tintes sexuales ya se convirtió en un tema a nivel nacional e internacional.
Por lo pronto, el PRD presentó una denuncia ante la Procuraduría capitalina contra Cuauhtémoc Gutiérrez, la reclutadora Priscila Martínez González y quienes resulten responsables de los presuntos delitos de trata de personas y lenocinio. Asimismo, la dirigencia nacional del PRI ordenó una investigación “pronta y exhaustiva” para aclarar sus presuntas conductas delictivas.
A su vez, cerca de 200 militantes de base y dirigentes del PRI local entregaron una carta al presidente nacional César Camacho Quiroz para exigir la “expulsión definitiva” de Gutiérrez. Entre los firmantes se encuentran María de los Ángeles Moreno, Lorena Villavicencio, Verónica Martínez Sentíes, Alicia Téllez, Julio Muñoz de Cote, Araceli García Rico, Marco Antonio Michel y Miguel González Compeán.
“Es inaceptable que en las filas del PRI milite una persona que trate como mercancía y objeto sexual a las mujeres”.
Sin embargo, voces como la del senador Emilio Gamboa aseguran que este tipo de hechos no afectan la imagen del partido, ya que por una persona no se puede acusar a todo el instituto político.
“Yo digo que el partido tiene millones de mexicanos que lo siguen, que están afiliados y que cada uno de estos dos personajes (Jesús Reyna y Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre) aclare puntualmente su posición en cuanto a lo que están siendo acusados, pero no por una persona se puede acusar al partido. Si cometieron alguna omisión, que las instancias legales procedan”.
Padres e identidad
Dicen que una persona es la extensión de sus padres, configuran su identidad. Y Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre es heredero de la violencia y actos inmorales de su padre, Rafael Gutiérrez Moreno, el llamado Rey de la Basura. Expertos en psicología y derechos humanos coinciden que la violencia es implacable cuando se aprende en casa, se repiten patrones de conducta en edad adulta y es una espiral que no tiene fin. Los agresores ven a la violencia como algo normal.
Hay que recordar que Gutiérrez Moreno fue líder de los pepenadores durante más de dos décadas, amasó fortuna, poder político e incluso fue diputado por el PRI en tiempos del presidente José López Portillo. Consiguió amistades y protección, porque era capaz de movilizar a miles de trabajadores de la basura para asistir a mítines y actos políticos priistas.
Inesperadamente, a los 54 años, le llegó la muerte: su esposa, Martha García, planeó su asesinato. Martha ya no aguantó tantas vejaciones, golpizas y malos tratos. Era prisionera en su propia casa. Once años vivió en el infierno. Los abusos sexuales contra una de sus sobrinas por parte de su marido fue la gota que derramó el vaso. Martha habló con sus hermanos y contrataron a Juan Carlos Roque, autor material del crimen. El 14 de febrero de 1987 corrió la sangre.
Martha aseguró que la vida de Rafael Gutiérrez Moreno era inmunda. “Sólo la muerte podía salvarnos. Soportamos sus golpes y amenazas durante muchos años, pero la promiscuidad moral nos obligó a tomar la determinación de matarle. Todos planeamos la muerte de Rafael. Las dificultades fueron muchas y constantes con los pepenadores, a quienes, bajo amenazas de muerte, de golpearlos y correrlos de los basureros, les exigía que le regalaran a sus hijas. Era un degenerado. Estaba loco y era un enfermo sexual”.
En las páginas de El Universal se puede leer: “El líder pepenador sobornaba funcionarios, corrió a los campesinos para edificar una residencia de cuento de hadas en dos kilómetros cuadrados de terreno, se puso brillantes en los tres dientes del frente, violaba a cuanta mujer encontró a su paso y tenía como ambición, de machista, tener 180 hijos”.
El jefe de la Policía Judicial del Distrito Federal en esos años, Jesús Miyazawa, describió a la víctima como “un degenerado, mafioso y violador”.
En días pasados, el consejero político nacional del PRI Armando Barajas Ruiz presentó ante la Comisión de Justicia Partidaria una solicitud de expulsión de Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre por actos realizados que contravienen a los estatutos del partido y al código de ética.
Aclara en entrevista para Siempre! que el PRI no tiene nada que ver con la posible red de prostitución y trata de personas en la que estaría involucrado Gutiérrez de la Torre. Afirma que la única salida que tiene el PRI local es una depuración a fondo.
“Lo que debe suceder en el PRI-DF es una limpia completa, una limpia empezando por quien asumen en este momento el cargo de interina que es parte del equipo de Cuauhtémoc y de otros puestos directivos del partido. Hay algo muy grave: la mal nombrada enganchadora, que es Priscila Martínez, forma parte de la Comisión de Justicia partidaria. ¿Cómo puede ser que la persona que debe salvaguardar la legalidad del partido es la misma que está implicada en el caso de Cuauhtemoc? Se tiene que hacer una depuración completa del Comité Directivo”.
No queríamos enfrentamientos con ese señor
Desde 2003 se conocen públicamente los malos pasos de Cuauhtémoc Gutiérrez. ¿Por qué el PRI no hizo nada al respecto?
No se le tocó porque las bases de nuestro partido y la dirigencia del Comité Directivo del DF no querían tener enfrentamientos con este señor, ya que se le conocía como una persona violenta, agresiva, y que utilizaba medios de presión para lograr sus objetivos. Uno de ellos era posicionar a su grupo: Israel Betanzos, Víctor Carrillo, Laura Arellano, Cristian Vargas alias el dipuhooligan. Desde hace tiempo ya se sabía de su actos violentos. La expresidenta del Comité Directivo del DF, María de los Ángeles Moreno, fue agredida en muchas ocasiones por gente de Cuauhtémoc.
El poder político que acumuló Gutiérrez de la Torre no se puede explicar sin una red de complicidades, ¿qué personajes lo encubrieron?
Un personaje clave es Marcelo Ebrard, y la prueba es que en una entrevista que le hacen a Cuauhtémoc no tuvo reparo en decir que es amigo del exjefe de Gobierno. Los priistas del DF y perredistas saben de la condición de amistad que Marcelo mantiene con Cuauhtémoc. Hay que recordar que cuando Cuauhtémoc quiere ser candidato a dirigir el PRI del DF, un grupo de personas y yo interpusimos un juicio para la protección de los derechos del ciudadano ante el Tribunal Electoral del DF, porque la convocatoria ya estaba caduca y nos dieron la razón. En ese tiempo, los magistrados fueron presionados por José Ávila, exsecretario de Gobierno de Ebrard, estuvieron presentes en el tribunal cabildeando para que no prosperara ese recurso impugnativo. El día de la votación también estaba presente el secretario técnico de la diputada Alejandra Barrales, tratando de presionar para que no prosperara este medio impugnativo.
Sí hay protección por parte de actores políticos que les convenía que Cuauhtémoc Gutiérrez llegara a la presidencia para poder hacer acciones contrarias a nuestro partido y que esto debilitara a la institución y que tuviera el control el propio PRD para la elección del 2012.
¿Qué beneficios tendría el GDF y el PRD?
Se quería a un PRI a modo con ayuda de Cuauhtémoc Gutiérrez. En este momento hay personas del PRD que tratan de desviar la atención. Todo se remonta a 1997, en ese tiempo ya el PRD tiene la fuerza de un jefe de gobierno como Cuauhtémoc Cárdenas y empieza a hacer una red para poder jalar a los priistas y votar por el partido del sol azteca. Hábilmente, el PRD comienza a posicionarse en el DF. En 2012, se sabía que nosotros teníamos un candidato presidencial fuerte, un candidato con muy altas expectativas de triunfo, por eso tratan de debilitar al PRI del DF. ¿Y cómo lo debilitan? Pues tratando de cooptar a su presidente y a los demás funcionarios del PRI como Armando Tonatiuh, Israel Betanzos, Laura Arellano, Víctor Carrillo, son personajes que siempre están ligados a la violencia.
Sancionar si hubo complicidades
Han pasado ocho dirigentes nacionales del PRI y sorprende la impunidad interna…
Sí había conocimiento. Si hubo complicidad de algún presidente del CEN debería de ser sancionado. Pero más bien era el modo de operar de Cuauhtémoc, de presionar al Comité Ejecutivo Nacional con la fantasía de que iba a llevar a 40 mil personas para hacer un paro en el edificio central, siempre estuvo amenazada Beatriz Paredes. Nunca pudo trabajar en el DF por las amenazas que recibía tanto ella como María de los Ángeles Moreno. Nos consta a los priistas que en los Consejos Políticos del DF hubo agresiones muy fuertes contra los militantes. Él ya fue expulsado, pero una decisión del Tribunal Electoral le reintegró los derechos que “indebidamente” le habían sido afectados. Lo reintegraron al partido junto con Víctor Carrillo e Israel Betanzos.
¿Entonces no hubo un acuerdo político con Paredes para la elección rumbo al GDF?
No fue una alianza, fue más bien un acto de mantener las cosas en paz, que no saliera a la luz pública este tipo de amenazas y chantajes de Cuauhtémoc. El que siempre quiso ser candidato al GDF es su “Juanito”, Armando Tonatiuh. Para ser diputado federal fue candidato a diputado suplente donde la candidata propietaria era familiar de Tonatiuh. Y así fue que llegó a ser diputado federal a través de las famosas “Juanitas” en 2009.
Fama de violento
¿Cómo definiría a Cuauhtémoc Gutiérrez?
Cuauhtémoc Gutiérrez siempre ha tenido la fama de ser un hombre violento. Es un hombre muy polémico, pero no es polémico en cuestión de creatividad política sino por su forma de ser y actuar. Muchos priistas, y lo entiendo, no son capaces de dar la cara por temor a las agresiones de su grupo de choque.
¿Cómo califica la actuación de la dirigencia nacional que encabeza César Camacho Quiroz?
Fue bueno separarlo del cargo, porque no pidió licencia, es mentira, lo obligaron a que se separara del cargo para investigarlo. Esto fue de manera inmediata. Todavía en una conferencia de prensa trataba de cubrirse diciendo que había sido extorsionado. Lo único que trataba de hacer es desviar la atención. Ha sido adecuada la actuación de la dirigencia nacional, la acción que hizo el CEN fue adecuada. Todos los sujetos son inocentes hasta que se les demuestre lo contrario. El partido le dio la oportunidad de que se defienda. A mí criterio Cuauhtémoc es indefendible. En mi calidad de Consejero Político Nacional exigí y presenté un medio de solicitud para la expulsión de Cuauhtémoc, el partido no debe tomar medidas tibias, independientemente de la investigación sobra la actuación de él. Mi solicitud está muy bien fundamentada. Detallo punto por punto lo que ha venido haciendo Cuauhtémoc Gutiérrez desde el 2003 hasta la fecha.
No permitir la impunidad
Usted tiene 30 años de militar en el PRI. ¿Cuántos “Cuauhtémoc Gutiérrez” hay en el partido? Existen organizaciones o personajes con mala reputación como Antorcha Campesina ligados al PRI, por ejemplo…
Sería imprudente señalar a alguien sin pruebas. Pero lo que hablo ahora, me consta. Hay una posición en el partido de no proteger a ningún militante que tenga que ver con problemas con la justicia. Lo acabamos de ver con el arraigo del exsecretario de Gobierno de Michoacán, Jesús Reyna. Si el partido tratara de ocultar este tipo de lacras, estaría cometiendo una grave omisión. La instrucción del presidente del PRI y la instrucción del presidente de la república es clara: no permitir la impunidad. A los priistas nos da una garantía de que se está combatiendo la injusticia en nuestro partido. Cosas que no suceden en otros partidos como el caso del señor Rubén Escamilla, ex delegado de Tláhuac (pidió favores sexuales a una trabajadora), que fue arropado por su partido, el PRD, y ahora se rasgan las vestiduras. Escamilla es diputado local. Ahora hasta los perredistas presentan denuncia en contra de Gutiérrez, está bien, pero dicen que oscuridad de su casa, y candil de la calle.
¿Este hecho aleja más al PRI de recuperar el GDF?
Si en este momento se toman las decisiones adecuadas, el PRI tiene oportunidad de reivindicarse. El partido ha defendido las mejores causas de la sociedad. Vemos ahora una encuesta donde el jefe de gobierno viene en picada, quiere decir que no es un hecho aislado del PRI-DF. Vemos casos polémicos como la línea 12 de Metro, el fraude de los 500 millones de pesos que fue auditada por la Cámara de Diputados. Tenemos la oportunidad de depurar al PRI para la elección que viene, pero no tenemos prisa en llegar al GDF. Todo a su tiempo, lo importante es que se depure realmente la casa.
Pero en este caso todo parece indicar que se usaron recursos públicos en la contratación de las jóvenes, trabajaban en la sede del partido…
No es tanto el uso de los recursos públicos, es el delito de la trata de personas. Porque una mujer, Priscila, pone un anuncio en un periódico solicitando edecanes, las ve, habla con ellas, y la que puede gustarle a su jefe la manda directamente con su secretaria particular. Ésta le da el visto bueno, y se la lleva a su jefe. Siendo muy cuidadoso, por respeto a las mujeres, este sujeto las utiliza para sus fines perversos. Posteriormente, da la instrucción para que las den de alta a través del Secretario de Finanzas, que se llama Roberto Zamorano. Estamos hablando de una red de complicidades que puede derivar en un delito grave, que es delincuencia organizada. Probablemente ,el secretario de finanzas no tenía el conocimiento del por qué. Laura Arellano, Secretaria General, tuvo que saber de esta situación porque estaba ahí, en el mismo edificio, así como Víctor Carrillo, secretario de Organización; Israel Betanzos, secretario de Operación; son amigos de toda la vida. Hay que tener en cuenta lo que dice un columnista del diario 24 horas: hay videos de fiestas en casa de Cuauhtémoc y los tiene en su poder para protegerse de funcionarios, diputados y otros personajes.
Salen los recursos sin que el partido tuviera conocimiento de supuestos trabajos.