18 de mayo, día mundial
Procuremos más ser padres de nuestro porvenir
que hijos de nuestro pasado.
Miguel de Unamuno
José Alfonso Suárez del Real y Aguilera
Este domingo 18 de mayo, los más de doscientos recintos que conforman el patrimonio museográfico de la ciudad de México conmemorarán el Día Internacional de los Museos, bajo el lema “vínculos creados por las colecciones de los museos” destacando con ello el importante papel que tienen éstos como relatores del patrimonio cultural y la memoria colectiva de la comunidad.
Para esta celebración, los museos de la capital adecuarán sus instalaciones a fin de ofrecer sus colecciones al mayor número posible de visitantes, para ello han ideado una serie de acciones facilitadoras que, durante la jornada, permitirán el acceso, al menos, a cien mil personas.
El coleccionismo acucioso de los aztecas fue espléndidamente compilado por los cronistas hispanos en sus pormenorizados textos sobre las Casas de Moctecuzoma, espacios dedicados por el tlatoani para reunir en ellas una multiplicidad de seres vivos y objetos religiosos y artísticos que conformaban una extraordinaria colección museística que se desarticuló víctima de la incomprensión expresada en pillaje y destrucción.
La vertiginosa transformación de la capital colonial, decretada por el virrey Revillagigedo en 1790, permitió la recuperación de ejemplos monumentales de la escultura azteca, con piezas tan emblemáticas como la Coatlicue —que en el siglo XX cautivó a don Justino Fernández— y la Piedra del Sol, o calendario azteca, que por orden del gobernante fueron resguardadas para la posteridad en el Palacio de la Moneda, recinto al que la república, en 1824, otorgó el rango de Museo Nacional, como expresión manifiesta del postulado I del artículo 50 de nuestra primera Constitución, el cual señala, como primera facultad del Congreso General, “promover la ilustración”.
Pese a las asonadas, las invasiones o pugnas políticas, la convicción museográfica de la sociedad ha permitido consolidar la ciudad como la capital con mayor número de museos del mundo, situación que, además de enorgullecernos, acredita los estrechos vínculos que estos recintos han establecido con la sociedad a lo largo de los siglos.
Los años sesenta del siglo pasado fueron testigos del compromiso museográfico de Adolfo López Mateos, quien no solamente impulsó la creación de una triada de recintos de la calidad e impronta que ostentan el Museo Nacional de Antropología e Historia, el de Arte Moderno y el de Ciencias Naturales; sino que propició, además, la edificación de museos a lo largo y ancho del país, buscando ante todo la creación de diálogo entre el patrimonio cultural y los públicos.
Esta premisa, vigente en nuestros días, mantuvo siempre presente entre nosotros esa atinada reflexión de don Miguel de Unamuno, para quien los museos deben impulsar nuestra paternidad del futuro por sobre la tentación de quedarnos atrapados en las filias del pasado.