Últimos debates en telecomunicaciones
Odio todo lo que sea privilegio y monopolio.
Considero como tabú todo lo que no
puede ser compartido por la multitud.
Mahatma Gandhi
Carlos Alberto Pérez Cuevas
La idea cobró forma con el Pacto por México: generar una agenda de reformas profundas con la premisa de combatir los privilegios de unos cuantos, los monopolios y generar legislación que impulsara la apertura y la competencia en los sectores económicos, políticos y sociales.
En los últimos días se han generado intensos debates y posturas sobre la discusión y aprobación en las cámaras de la ley reglamentaria de la reforma constitucional en telecomunicaciones, que plasmó en la Carta Magna la exigencia de que los legisladores del Congreso de la Unión pongan el interés de los ciudadanos consumidores de telecomunicaciones y radio difusión por encima de intereses particulares, de grupo, económicos o políticos.
Son dos los sectores motivo de la regulación como entes amplios, sin embargo, cada sector genera un abanico de servicios, que hay que entenderlos para saber concretamente qué se pretende regular y a quién beneficia o afecta según sea el caso. Los dos sectores son el de las telecomunicaciones que genera cuatro servicios: telefonía móvil, telefonía fija, Internet y televisión restringida o de paga —satelital o por cable—; y el segundo sector que es el de la radiodifusión que genera dos servicios: radio AM y FM y televisión abierta. El debate se ha centrado en los que defienden la postura de regular por sector y los que exponen que se debe regular por servicio.
Todo este debate se da en medio de férreos controles monopólicos que vienen de muchos años atrás y que, al no tener competencia de nuevas empresas en estos sectores, nos imponen a los consumidores costos excesivos, servicios deficientes y de mala calidad en comparación con otros países donde existe competencia y mayor oferta y opciones de servicios.
Hacer la declaración de preponderancia a nivel de sector o de servicios es un asunto técnico complejo, el cual sólo tiene dos opciones y dos consecuencias.
Si se adopta la primacía del interés de los ciudadanos consumidores, la competencia, y la generación de mejores contenidos y oferta de servicios de calidad y a mejor precio, se debe de legislar para regular a los operadores predominantes en cada uno de los servicios de telecomunicaciones y de radiodifusión en donde exista esa dominancia y así poner cada cosa en su lugar.
Si se legisla la regulación por sectores sumando los servicios en global que genera cada uno, se abre una regulación deficiente, pues posibilita que en un sector exista un operador predominante en determinado servicio y otro operador predominante en otro servicio del mismo sector con lo que el organismo regulador no podrá determinar la preponderancia ya que califica al sector en su conjunto indistintamente de los servicios que genera, beneficiando así a las empresas.
@PerezCuevasMx
carlospereznz@gmail.com