Diez siglos
Adriana Cortés Koloffon
Como todo libro, Constelación de poetas francófonas de cinco continentes (diez siglos) tiene su propia historia: primero fue el encuentro en 2005 entre Verónica Martínez y Yael Weiss, quienes acordaron una cita aún sin conocerse, en la Place des Vosges, en París, para afinar los detalles del proyecto editorial que a partir de entonces avanzó en diversos sentidos: la bibliografía de cada autora, la traducción, conseguir los derechos de autor, establecer un contacto con algunas autoras.
Verónica Martínez trabajaba en el proyecto aquí y Yael en Europa. El proyecto fue más allá de la publicación del libro. Una beca del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes no solamente les permitió a las compiladoras hacer el trabajo de traducción sino también invitar a México a tres poetas de Suiza y Canadá para que intercambiaran sus opiniones ante un público mexicano. Verónica Martínez refiere: “A algunas poetas francófonas les parecía extraño que la antología traducida a otra lengua la estuvieran haciendo dos mexicanas y no las mismas poetas francófonas”. Si bien se han publicado antologías de poetas francófonas por región o país, hasta ahora no se había reunido su obra en un solo libro que contiene la producción poética de cinco continentes, desde el siglo xi al xx. Faltan en la antología las mujeres africanas “a quienes nos hubiese gustado incluir”, explica Verónica Martínez, “pero no lo hicimos a causa de la distancia y de falta de recursos”. A ello se añade el hecho de que las poetas africanas no pueden ir a las ferias de libros. “Nos hubiera gustado traducir poemas de estas mujeres de regiones donde el francés suena de una manera tan especial y donde se usó el lenguaje para defenderse del conquistador”, añade la compiladora.
El proceso de traducción fue a cuatro manos. “Yael —afirma Verónica— cursó su licenciatura en Francia y su abuela es francesa, así que ella está muy familiarizada con el idioma. Hicimos muy buena mancuerna, juntas buscábamos el significado de la palabra y fue así como llegamos a la palabra exacta. Corregimos cada poema una y otra vez”. Ambas tenían “una gran alegría por aprender sobre estas mujeres, sus cuitas, los obstáculos contra los que se enfrentaron, cómo lograron trascender el tiempo”; algunas de ellas, como Christine de Pisan (1364-1431), Renée Vivien (1877-1909) y Alice Rahon (1904-1987) se incluyen por primera vez en una antología traducida al español.
Ambas traductoras llevaron a cabo una labor detectivesca. Uno de los mayores retos para las compiladoras fue encontrar información sobre las vidas de las trovadoras; en cambio, abundaban los datos biográficos de las autoras de los siglos xiv al xvi. Investigaron en archivos, leyeron las obras completas de poetas francófonas, navegaron por espacios recónditos de la Internet, hurgaron en los manuscritos de sus amantes. En la sección El Infierno de la Biblioteca Nacional de París, donde arden los libros “malditos” que en siglos pasados ofendían al pudor, algunos poemas eróticos esperaban ser descubiertos por Yael Weiss. Hubo asimismo sorpresas gratas durante las pesquisas, una de ellas la vida de Christine de Pisan, originaria de Italia, cuya biografía y poemas se incluyen en el libro: “Su padre fue llamado a Francia por Carlos v para que fuera su astrólogo y consejero. Toda su familia se embarca, llega a Francia”, explica Verónica Martínez. Pisan creció entre libros, su padre la alienta a escribir y “contrae matrimonio con un hombre culto que vive en peligros. Tras la muerte de su padre y del rey, ella enviuda y tiene que vivir de su pluma para mantener a sus hijas y a su madre”. Empieza por ser la cronista del rey, “después tiene su pequeña editorial con miniaturistas que ilustran sus obras y se convierte en una pequeña empresaria del medioevo, logra producir libros en una época en que hasta a los hombres les costaba muchísimo trabajo”.
Uno de los propósitos de la antología es eliminar los prejuicios de que las mujeres sólo escriben poesía sentimental: “No nos interesaba hablar de mujeres ni de erotismo”, explica Verónica y añade que optaron “por poemas que no hubieran sido traducidos al español ni a otros idiomas. En el noventa por ciento de los casos tratamos de leer las obras completas de las autoras y de sus poemarios extraer los poemas que más nos gustaran”. El libro incluye, además, un epistolario entre Verónica Martínez y Yael Weiss: “Creo que fue interesante incluirlo al final del libro —sostiene Verónica— para dar cuenta de este peregrinaje de México a París y de París a México en el siglo xxi, específicamente del 2005 al 2010, narrar cuál fue el proceso de investigación”. En el epistolario (también anecdotario) Yael Weiss y Verónica Martínez narran los obstáculos que debieron vencer, comparten emociones placenteras y dolorosas, intercambian opiniones acerca de las dificultades que implicaba la traducción de cierto poema, narran asimismo su encuentro con Laura López Morales (con quien establecieron contacto por sugerencia de la escritora Rosa Beltrán), autora de la vasta y enriquecedora introducción, y cómo ella les sugirió incluir a algunas autoras francófonas, hasta que finalmente la Constelación de poetas francófonas de cinco continentes (diez siglos) fue publicada y será presentada por Verónica Martínez en Francia donde los lectores de lengua francesa, si saben español, podrán leer el libro como si fuera un juego de espejos: español-francés/francés-español en esta edición bilingüe en la que también colaboraron Nicole Brossard, Suzanne Dracius y Liliane Wouters.
Selección, traducción y notas: Verónica Martínez Lira y Yael Weiss; introducción de Laura López Morales, Constelación de poetas francófonas de cinco continentes (diez siglos). Editorial Espejo de viento / Dirección de Literatura, UNAM, 2010.