Dijo que la pobreza es un asunto moral

José Elías Romero Apis

Tengo coincidencias con lo dicho por Ernesto Nemer en el sentido de que la pobreza es un asunto de moral y no tan solo un tema de la economía o de la política. Lo declaró como algo que considero inteligente y valiente.

Es inteligente dicha declaración porque México es un país pobre y es un país rico. Es, al mismo tiempo, muy rico y muy pobre. México es un país muy rico pero está lleno de mexicanos muy pobres. Esto no es una guasa sino que, en realidad, es un drama que podría convertirse en tragedia.

Porque somos como la 12ª potencia económica del planeta. Somos uno de los más importantes productores de petróleo, de automóviles, de autopartes y de agroproductos. Pero, también, somos uno de los más importantes productores de pobres, porque están ahogándose 60 millones de personas, sumergidas en el pozo de la pobreza. Esa dimensión poblacional no es fácil de entender ni es fácil explicar lo que es la pobreza ni hacer comprender lo que come un oaxaqueño pobre.

Es inteligente lo que dijo porque necesitamos crear 20 millones de empleos para combatir nuestra pobreza. Eso tenemos que hacerlo en 10 años de a 2 millones por año. Y sólo estamos creando 350 mil por lo que nos tardaremos 57 años en lograrlo.

Pero, más complicado que explicar lo anterior, sería contar que vivimos en un país donde la pobreza y la riqueza están asociadas con el poder. Porque en México, más que en ningún otro país, ser muy rico es, además, ser muy poderoso mientras que ser muy pobre es, también, ser muy débil. Por eso los proyectos de reparto son imposibles en la realidad mexicana, por lo menos por la vía pacífica y, por la vía violenta, son muy improbables.

Aquí llegamos al punto ético donde lo que nos detiene es la vergüenza y aquí viene la valentía. No es fácil decir que en México no atendemos la pobreza pero sí tenemos un ministerio de la pobreza, que no lo tienen los demás países donde hay sensatez y pudor. Le llamamos “Secretaría del Desarrollo Social”.

Tampoco es fácil platicar que la pobreza no es un tema de la nación sino, tan solo, es un tema de los discursos. Porque, en mi país, han sido los sucesivos gobiernos los que han creado a la mayoría de los ricos y a la mayoría de los pobres. En México, son muy pocos los que son ricos por su propio mérito y que son muy pocos los que son pobres por su propia culpa. Las grandes fortunas se han formado por el favor de las concesiones, de los privilegios y de los contratos gubernamentales. Y las grandes miserias se han generado por la corrupción, la inconsciencia y la irresponsabilidad de algunos gobernantes.

La pobreza siempre lacera pero la pobreza en un país rico lacera más que en ningún otro lugar. Es un asunto de desigualdad humana y no tan solo de discapacidad económica. No es lo mismo ser pobre en Haití que en Nueva York. En aquel país tan pobre, ser miserable es una tristeza. En una ciudad tan rica, es una tragedia.

No siempre la política se asocia con la moral pero en esta ocasión me complace mucho que así suceda.

 

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