Tras más de dos años de asilo en la embajada ecuatoriana en Londres, Inglaterra, el fundador de Wikileaks, Julian Assange, anunció que “pronto” saldrá del recinto diplomático. La información provocó una serie de especulaciones en la prensa sobre la “solución negociada” para el hacktivista.
El 18 de agosto pasado, en una conferencia de prensa en la embajada ecuatoriana, el fundador de Wikileaks, acompañado del Ministro de Relaciones Exteriores de Ecuador, Ricardo Patiño, anticipó que “pronto” dejará la embajada, pero no ofreció detalles de cómo, cuándo y porqué.
El hacktivista de 43 años de edad, indicó que ha estado detenido “de diversas formas, durante un periodo de cuatro años, dos de ellos en la embajada, sin contacto con el exterior ni luz solar” hecho que haría que cualquier persona empezara a experimentar dificultades.
Un día antes, medios de prensa londinenses habían especulado con la posibilidad de que Assange abandonara la sede diplomática por “razones de salud” debido a que la falta de sol le ha provocado arritmia cardiaca, hipertensión y problemas en los pulmones.
En la conferencia de prensa, Assange indicó que “los motivos quizá no sean los que adelanta la prensa”, pero confirmó el deterioro de su salud. Mientras tanto, en Suecia, donde se solicitó la extradición del australiano por presuntos delitos sexuales, sigue sin presentarse alguna acusación de esa índole.
Por el contrario, el gobierno sueco no da garantías de que Assange no sea extraditado a Estados Unidos si acude a declarar a ese país.
Para el Ministro de Relaciones Exteriores de Ecuador, presente en la rueda de prensa, “han sido dos años perdidos para todos. Dos años de angustia, incertidumbre y sin justicia para nadie”. Patiño informó que solicitará una reunión con su homólogo británico para “encontrar una salida a la gran violación de los derechos humanos” de Assange.
La clave de la “pronta” salida de Assange pudiera estar en la correcta aplicación de la ley, debido a la presión ejercida por los abogados del activista y las organizaciones humanitarias sobre los gobiernos británicos y suecos. Se conoce que el Parlamento británico ha modificado la ley que hace posible la extradición de Assange a Suecia. De tal manera que ya no será posible extraditar a alguien por simples acusaciones, sino que deberá existir un procedimiento penal oficial.
En tanto se desvela la forma en que Assange dejará la embajada ecuatoriana, el trabajo de Wikileaks no ha cesado. Desde apoyar para que el ex analista de la CIA Edward Snowden pudiera recibir asilo en Rusia, hasta la filtración de más documentos sobre temas financieros, el Acuerdo Transpacífico de Libre Comercio, entre otros. Quizá no del mismo calado que las revelaciones sobre la diplomacia estadounidense, y otros gobiernos. Hay que recordar que entre las filtraciones más importantes, se encuentra el video del ataque aéreo en Bagdad el 12 de julio de 2007, a un grupo que incluía civiles y los registros o “diarios de guerra” de Afganistán y de Irak, que evidencian delitos que no han sido resueltos.