Segundo Informe
Cuando los gobiernos digan la verdad,
la democracia florecerá.
Anónimo
Carlos Alberto Pérez Cuevas
¡Qué rápido pasa el tiempo! y como diría el viejo adagio “no hay fecha que no se llegue ni plazo que no se cumpla”.
Han pasado dos años desde que el gobierno de Enrique Peña Nieto arrancó y ya llegó a su Segundo Informe de gobierno, en el que dará materia suficiente para los analistas y comentaristas políticos; aunque estos dos años prácticamente se han consumido en torno al Pacto por México y sus resultados, que en honor a la verdad han sido muchos y fructíferos, pero no son los únicos ni todos los que hacen falta para que México entre a la competencia mundial con herramientas y condiciones sólidas y estables.
Hay quienes dicen que este informe del Ejecutivo fue un informe legislativo, y en cierta medida tienen razón, las grandes reformas constitucionales y la creación de las leyes secundarias prácticamente han consumido estos dos años de ejercicio gubernamental, aunque en honor a la verdad, mucho ha tenido que ver la operación y disposición del gobierno federal en la coordinación y en planchar los acuerdos necesarios con sus bancadas legislativas, y así poder lograr acuerdos con los otros partidos políticos; ahora vendrá lo más difícil para un gobierno, implementar las reformas y llevarlas a acciones y hechos concretos que los ciudadanos puedan sentir y palpar.
El Segundo Informe estuvo lleno de puntos comunes sobre las reformas energética, política, telecomunicaciones y hacendaria y de grandes anuncios y expectativas sobre el futuro del país y las posibilidades de inversión de capitales nacionales y extranjeros para el desarrollo que todos los mexicanos anhelan, sin embargo, aún faltan reformas importantes por sacar, entre ellas las de combate a la corrupción que es un tema que no puede descuidarse y debe frenarse.
Solo hay un pequeño problema entre los beneficios informados de las reformas y su implementación, ese pequeño inconveniente se llama periodo electoral del año 2015 donde se renovarán los 500 espacios en la cámara federal, gubernaturas, alcaldías y diputaciones locales, se vuelve una etapa compleja porque los partidos políticos y el gobierno guardan sus dotes negociadoras y conciliadoras.
Dos años es un tercio del sexenio, ahora el gobierno deberá de enfocar todas sus baterías para que lo electoral no se lleve entre las patas los temas pendientes y necesarios para el país y es el gobierno el que debe dar muestras de que aún piensa en lo más relevante para México, la batalla entre partidos de sobra sabemos cómo son y se vislumbra que serán muy rudas, pero cuando el gobierno se mantiene dentro de los márgenes de la ley y evita ser el operador electoral para beneficiar a los suyos, abonará a que los acuerdos sigan aun después de los resultados en las urnas.
Por lo pronto, se han agotado dos años y aún quedan cuatro por delante para seguir construyendo.
@PerezCuevasMx
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