Se endurece la oposición

 

 

En política, lo importante no es tener razón,

sino que se la den a uno.

                          Konrad Adenauer

 

José Fonseca

La cercanía de las elecciones legislativas que renuevan la Cámara de Diputados y la elección de nueve gobernadores, cientos de alcaldías y diputaciones locales ha alejado los partidos de oposición de lo que fuera el Pacto por México.

A la vez que se endurece el discurso de la oposición, los intereses de alguna manera tocados por los cambios realizados en la realidad nacional por las reformas estructurales han generado una corriente de escepticismo que habrá de enfrentar el gobierno peñista cuando menos durante los siguientes doce meses.

A pesar de que a los afines al gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, quizá con razón, les molesta el tono de las críticas que le hacen, en realidad esas críticas contribuyen a obligar al gobierno a perseverar en el rumbo trazado y a ser lo suficientemente flexible para adaptar las políticas públicas a circunstancias cambiantes.

Si, como afirma el doctor José Woldenberg, la transición democrática ya ocurrió, no debe sorprendernos que los distintos intereses que coexisten en la sociedad mexicana se confronten, a veces entre sí, a veces con el gobierno.

Será la tarea de gobierno, sin perder de vista los objetivos políticos, económicos y sociales, la única herramienta para ir diluyendo el escepticismo actual.

La ventaja que tiene el presidente Peña Nieto es que el clima de escepticismo ha reducido las expectativas en muchos sectores de la sociedad, particularmente en la opinión ilustrada y en la opinión informada.

Eso deja el margen suficiente para que el estricto cumplimiento de las tareas encomendadas, los miembros del gabinete, con un quehacer eficaz y eficiente, empiecen a modificar la realidad, poco a poco.

Así, también poco a poco, se disipará el escepticismo actual.

                                                              jfonseca@cafepolitico.com