Estalla la violencia
Félix Fuentes
Los 28 cuerpos de cuatro fosas clandestinas no corresponden a ninguno de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos, afirmó el procurador de la república, Jesús Murillo Karam. ¿Quiénes fueron esas otras víctimas y dónde están los estudiantes?
Esto causó asombro nacional y temor por cuanto sucede en Guerrero, donde las matanzas son de todos los días y numerosos lugares de esa entidad están convertidos en gigantescos cementerios clandestinos.
Habitantes del cerro Las Parotas afirman que policías o individuos con aspecto de criminales llegan por las noches a enterrar cadáveres o llevan atados a los secuestrados y los martirizan y asesinan en el interior de diversas cuevas.
Un policía ministerial dijo a Becerra Acosta del diario Milenio: “aquí, la verdad, de todos estos cerros hemos sacado como 300 cuerpos en dos años”.
En esa situación de terror viven millones de guerrerenses. Han aprendido a ver y callar, o de lo contrario se arriesgan a terminar en las fosas clandestinas, “algunas ya muy viejas”, dicen los lugareños de Iguala o de la Costa Chica.
Esto responde a las “demoras inexplicables” en la investigación de 43 estudiantes desaparecidos de Guerrero que plantea la estadounidense Human Rights Watch, lo cual cimbra el gobierno del presidente Peña Nieto y reafirma la impunidad de México.
Altos funcionarios en derechos humanos de la ONU, la OEA y parlamentarios de Europa coinciden en que la desaparición forzada de los estudiantes de Ayotzinapa es “absolutamente censurable e inaceptable”.
La lentitud en las pesquisas de seis homicidios cometidos en Iguala el 26 de septiembre pasado y la desaparición de los 43 jóvenes no es tolerable, según Human Rights.
En los crímenes de Guerrero, como en los 22 de Tlatlaya atribuidos a militares, las pesquisas han sido de lentitud asombrosa. Se pretende, por lo visto, disminuir las críticas, pero la táctica del olvido no funciona en casos tan graves.
El gobernador Ángel Aguirre debe saber cuánto sucede en la entidad que mal gobierna. Según dijo, “algunos” de los cuerpos de las fosas clandestinas no corresponden a los de estudiantes. Algo debió saber.
El indolente gobernador ha insinuado que los jóvenes se encuentran con vida. ¿Tendrá idea de dónde pudieran estar? Muchos insisten en que deben aparecer vivos.
Numerosos analistas y encuestadores afirman que la imagen presidencial ha descendido a niveles jamás vistos, dentro y fuera de México.
¿Por qué arriesga tanto el gobierno federal, a unos meses de las elecciones intermedias? Aguirre no importa al pueblo de Guerrero y debió solicitar licencia desde hace dos semanas, sin el tortuoso manejo de la desaparición de poderes.
El lunes pasado estalló la furia en Chilpancingo y miles de maestros de la Ceteg (autora de desmanes de protesta contra la reforma educativa) se unieron a los normalistas de Ayotzinapa para incendiar el Palacio de Gobierno de Chilpancingo.
Un espectáculo degradante y de tristeza ofrecido por México al mundo. Jamás sucedió una conflagración parecida en ningún estado de la república, y frente a la parsimonia exhibida uno se pregunta: ¿se quieren peores incendios en México?
