En lo que supone una demostración de fuerza de las tensiones entre Moscú y Occidente por Ucrania, los bombarderos de largo alcance de Rusia extenderán sus patrullajes regulares hasta alcanzar una zona que va del Océano Ártico al Caribe y el Golfo de México.

El anunció fue hecho por el ministro de Defensa de Rusia, Sergei Shoigu, este miércoles, luego de que la OTAN informó de un aumento en los vuelos militares rusos sobre los mares Negro, Báltico y del Norte, así como el Océano Atlántico.

Shoigu dijo que los bombarderos rusos de largo alcance realizarán vuelos a lo largo de las fronteras de Rusia y sobre el Océano Ártico, y que “en la situación actual tenemos que mantener la presencia militar en el oeste del Atlántico y en el este del Pacífico, así como el Caribe y el Golfo de México”.

Además, dijo que el creciente ritmo y la duración de los vuelos requerirían esfuerzos de mantenimiento más fuertes.

Los bombarderos rusos, con capacidad nuclear, realizaron patrullajes regulares sobre los océanos Atlántico y Pacífico durante la Guerra Fría, pero la crisis financiera postsoviética obligó a los militares rusos a reducirlos.

Los vuelos de patrulla de los bombarderos estratégicos se reanudaron bajo el gobierno de Putin y se han vuelto cada vez más frecuentes en los últimos años.

Por su parte, en Sofía, Bulgaria, el comandante supremo de la OTAN dijo hoy que nuevas columnas de tanques y soldados rusos han entrado en el este de Ucrania; Moscú se apresuró a negarlo.

En los dos últimos días “hemos visto columnas de equipos rusos, principalmente tanques rusos, artillería rusa, sistemas de defensa aérea rusos y soldados rusos entrar en Ucrania”, precisó el general estadounidense Philip Breedlove, y que la frontera rusa con Ucrania “está completamente abierta”.

El general, que habló en Sofía, no especificó cuántos soldados y armas entraron en Ucrania ni aclaró cómo la alianza obtuvo la información, ante lo que el ministerio de defensa ruso dijo que esa afirmación era infundada.

Occidente y Ucrania han acusado reiteradamente a Moscú de apoyar con soldados y armas a los rebeldes prorrusos del este de Ucrania, lo que Rusia siempre ha rechazado.