Respecto a la consulta simbólica independentistas, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, rechazó este miércoles una reforma de la Constitución que permita la independencia de una región.

En una rueda de prensa, Rajoy se mostró favorable al diálogo con el Ejecutivo de esa región y a satisfacer las “necesidades” de sus ciudadanos en el actual contexto económico, pero advirtió que se opondrá a la celebración de un referéndum separatista.

El domingo pasado 2.3 millones de catalanes expresaron interés de decidir acerca del futuro político de su territorio, de los que un 80 por ciento se pronunció a favor de la independencia en una votación informal, a la que las autoridades catalanas denominan “proceso participativo”.

El Gobierno español considera ilegal esa pretensión de los nacionalistas catalanes y por eso recurrió en dos ocasiones ante el Tribunal Constitucional: por la convocatoria formal de la consulta y el proceso participativo que finalmente se llevó a cabo, aunque ambos fueron suspendidos por el Constitucional.

Rajoy aseguró que el acto del domingo fue “un simulacro electoral”, que no congregó a una mayoría de ciudadanos, ya que dos tercios de la población ni siquiera acudieron a las urnas, y defendió que su gobierno actuó “con proporcionalidad” y de forma “sensata y equilibrada”.

Sin embargo, insistió en que “no se puede pedir al presidente del Gobierno que negocie la soberanía nacional” y dijo que esta reivindicación de los nacionalistas catalanes ha monopolizado la actuación política del Gobierno de esa región en los últimos dos años, con el resultado de “mucho ruido y mucho dinero gastado”.

Respecto a la posibilidad que la Fiscalía española presente una querella contra el presidente del Gobierno catalán, Artur Mas, defendió la independencia de este organismo respecto al ejecutivo, “yo no sé nada, no he dado ninguna instrucción”.

Rajoy se mostró favorable al diálogo para resolver los problemas políticos, pero “siempre en los límites que establece la Constitución”.

En cuanto a una reforma de la Carta Magna, emplazó al Parlamento catalán a plantearla ante el Parlamento español, tal como establece la ley, aunque recalcó que se opondrá a “cualquier reforma de la Constitución que liquide la soberanía nacional”.

“El hecho de que dos tercios de los convocados decidieran no participar significa, según Rajoy que “En Cataluña hay muchísimos más catalanes que independentistas”, “Cataluña es plural”, dijo, y reconoció que “hay que hacer un esfuerzo de acuerdo y consenso”.