Como respuesta a la última condena de la ONU por su violación de los derechos humanos, Corea del Norte amenazó este jueves con llevar a cabo su cuarto ensayo nuclear.
Esta nueva declaración es su reacción a la resolución aprobada el martes en Naciones Unidas, por 111 votos a favor, 19 en contra y 55 abstenciones, para pedir al Consejo de Seguridad encausar al régimen de Pyongyang ante el Tribunal Penal Internacional por crímenes contra la humanidad.
Un portavoz del Ministerio de Exteriores norcoreano la calificó de “fraude” y culpó a Estados Unidos de estar detrás de ella para humillar al régimen de Pyongyang ante la comunidad internacional, “esta agresión de EU no nos deja más remedio que dejar de contenernos de llevar a cabo una nueva prueba nuclear”.
Con el habitual discurso belicista del régimen, añadió que “nuestra disuasión militar será potenciada sin límites para protegernos contra el intervencionismo de Estados Unidos y sus intentos de una invasión armada”.
Aunque Corea del Norte ya llevó a cabo ensayos atómicos en 2006, 2009 y 2013, en los últimos tiempos había rebajado sus provocaciones militares y parecía protagonizar una cierta distensión con el Sur, entre otros motivos, porque el régimen está intentando captar inversión extranjera para revitalizar su disminuida economía.
Sus amenazas podrían ir en serio porque recientes imágenes por satélite han detectado columnas de vapor saliendo de la planta de reprocesamiento en el complejo nuclear de Yongbyon, indicó este miércoles la Escuela Johns Hopkins de Estudios Avanzados Internacionales.
Por primera vez en seis años, Corea del Norte podría estar reprocesando barras de combustible de su reactor nuclear para crear bombas atómicas con plutonio, ya que cada año es capaz de producir seis kilos de este material radiactivo.
En opinión de los expertos, el régimen dirigido por el joven dictador Kim Jong-un dispone de plutonio suficiente para seis bombas atómicas después de sus tres ensayos nucleares anteriores. Además, sus centrifugadoras de Yongbyon podrían producir al año hasta 68 kilos de uranio enriquecido, suficiente para tres bombas nucleares.
A pesar de la resolución de la ONU que crítica la violación de los derechos humanos en Corea del Norte, sus aliados en el Consejo de Seguridad, China y Rusia, ejercerán su derecho de veto para impedir que Kim Jong-un o cualquier otro responsable del régimen sea perseguido por el Tribunal Penal Internacional.
Tras tomar testimonio a decenas de refugiados norcoreanos, entre ellos antiguos prisioneros de sus campos de trabajo, el Comité de Derechos Humanos publicó en febrero un informe de 400 páginas denunciando que la situación en este país “no tiene parangón en el mundo contemporáneo”.
Con información de ABC España)