“Pareciera que no ocurre nada más, al menos nada positivo”

 

 

Bombardeo de opiniones negativas

 

 

Pensar es fácil. Actuar es difícil.

Actuar como se piensa

es lo más difícil de todo.

                     Anónimo

 

José Fonseca

Con acierto, el maestro José Elías Romero Apis define la situación actual como una crisis de opinión pública, no de gobernabilidad.

La crisis de opinión pública se nutre de las expresiones de la opinión informada y la opinión ilustrada, las cuales han tomado el caso de la tragedia de Iguala y sus secuelas políticas como la señal de que en el país no marcha bien nada.

¿Cuánto tiempo puede un ciudadano soportar el bombardeo de opiniones negativas sobre una figura pública o sobre los partidos y los políticos, o sobre la realidad mexicana sin que empiece a considerarlas como una realidad, a partir del principio de que percepción es realidad?

La actual situación política no la previeron ni el Ejecutivo federal y, si somos francos, ni los partidos de oposición, pues éstos sólo han aprovechado las circunstancias.

Desde la tragedia de Iguala en los medios se percibe ya no sólo la necesidad profesional de informar sobre un hecho que conmovió a la ciudad. Sin embargo, pareciera que no ocurre nada más, al menos nada positivo.

Está en marcha, se dijo en estos espacios de Siempre!, una campaña de desinformación que, por el momento, parece no encontrar respuesta desde las instancias del gobierno de la república. Al menos no una respuesta que contrarreste la desinformación.

Quien esto escribe no tiene los alcances para siquiera proponer caminos a tomar para resolver la situación actual, pero sí para sugerir que se revisen las premisas en las cuales se planeaba sustentar el proyecto sexenal durante los restantes cuatro años del sexenio.

La actual crisis de opinión pública ha desnudado la real forma de pensar de tantos sectores, de la misma opinión ilustrada, que satanizaban la Presidencia Imperial, que lanzaban diatribas contra la Presidencia autoritaria.

Como paradoja de nuestros demócratas, en estos momentos difíciles todos —las fuerzas sociales, políticas y económicas— voltean hacia Los Pinos y dicen al presidente de la república: “resuelva esto”. ¿No que no?

                                         Jfonseca@cafepolitico.com