Luego de la extensión de la negociación nuclear entre Irán y la comunidad internacional, este lunes, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, lo celebró y expresó que seguirá trabajando para que no se produzca tal acuerdo.
En un comunicado, el líder derechista insistió en su teoría de que un Irán nuclear es “un peligro” para la existencia de Israel y advirtió que su país se reserva el derecho a defenderse por sí solo.
“Hemos vigilado ansiosamente las conversaciones nucleares con Irán. Y hemos estado usando nuestros contactos y expresando nuestra opinión de forma directa y a través de los medios, en mis contactos con la Administración estadounidense y con otros jefes de Estado”, explicó Netanyahu.
Agregó “creo que algo muy importante ha ocurrido hoy. Siempre hemos dicho que la falta de acuerdo es mejor que un mal acuerdo, y que un acuerdo firmado con Irán es malo y peligroso para Israel, para la región y, en mi opinión, para el futuro de toda la región”.
Netanyahu destacó que “es muy importante que este acuerdo haya sido ahora impedido, pero la batalla aún prosigue para evitar que Irán se convierta en un Estado nuclear que pueda ponernos en peligro a nosotros y a otros”, “Israel siempre actuará a este respecto y se reserva el derecho a defenderse por sí mismo”.
El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, confirmó que las negociaciones nucleares con Irán serán extendidas por otros seis meses, aunque advirtió que “no permanecerán para siempre en la mesa de negociaciones”.
En declaraciones a la prensa en Viena, luego de siete días de intensas negociaciones, Kerry dijo que las conversaciones son “duras” y que el objetivo no es alcanzar “cualquier acuerdo sino el acuerdo correcto”.
Las grandes potencias del Grupo 5+1 e Irán acordaron en Viena seguir negociando hasta el 30 de junio de 2015 un acuerdo que dé garantías de que Teherán no puede fabricar armas atómicas, informó el ministro británico de Exteriores, Philip Hammond.
El G5+1 lanzó hace un año un proceso negociador con Irán con el objetivo de limitar su programa nuclear de forma que sea apto para actividades civiles pero que no pueda desarrollar la bomba atómica en un plazo de, al menos, un año.