El Alto Comisionado de Naciones Unidas para Derechos Humanos (ACNUDH), Zeid Ra’ad Al Hussein, pidió al gobierno de Estados Unidos revisar la aplicación de la ley y la justicia debido a una “enconada y profunda” desconfianza en la imparcialidad del sistema judicial.
Después del veredicto del gran jurado sobre el caso de Michael Brown, instó también a los manifestantes a frenar la violencia en las protestas de Ferguson, Missouri.
“Está claro que, al menos en algunos sectores de la población, hay una profunda y enconada falta de confianza en la imparcialidad de los sistemas de justicia y aplicación de la ley”, por lo que llamó a las autoridades de Estados Unidos “a llevar a cabo un examen profundo sobre cómo las cuestiones relacionadas están afectando a la policía y la administración de justicia, tanto a nivel federal como estatal”.
El alto comisionado reconoció que “no estaba en condiciones de comentar si el veredicto es acorde a normas internacionales de derechos humanos”, sin embargo, declaró “estar profundamente preocupado por el número desproporcionado de jóvenes afroamericanos que mueren en enfrentamientos con la policía, así como el número desproporcionado de afroamericanos en prisiones de Estados Unidos y el número desproporcionado de afroamericanos en el corredor de la muerte”.
El día de ayer, el fiscal del condado de San Luis, Missouri, Robert P. McCulloch anunció que luego de las investigaciones de rigor, el jurado decidió que no hay razones para procesar al policía que mató a Brown y fue puesto en libertad.
“La preocupación por la discriminación institucionalizada en Estados Unidos se ha planteado en varias ocasiones por organismos nacionales y por los órganos de Naciones Unidas encargados de supervisar la aplicación de los tratados internacionales de derechos humanos”, recordó Zeid, que incluyen, sólo en lo que va del año, al Cómite para la Eliminación de la Discriminación Racial y al Comité de Derechos Humanos.
Los dos comités de expertos expresaron su preocupación por una serie de cuestiones, incluida la discriminación racial por parte de funcionarios estadounidenses encargados de hacer cumplir la ley, muertes y lesiones relacionadas con armas de fuego que afectan desproporcionadamente a los miembros de las minorías raciales y étnicas.
De igual forma, por la brutalidad y uso excesivo de la fuerza por los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley en contra de miembros de las minorías raciales y étnicas, en particular contra personas desarmadas.
Además, dijo Zeid que hace unas semanas los padres de Michael Brown explicaron personalmente su caso ante el Comité de la ONU contra la Tortura en Ginebra que actualmente está revisando a Estados Unidos en la aplicación de sus obligaciones en virtud de la Convención contra la Tortura, el cual emitirá sus conclusiones el viernes.
El alto comisionado mencionó que hace tres días, policías asesinaron a tiros a Tamir Rice, un niño afroamericano de 12 años de edad, en Cleveland, Ohio, porque estaba sosteniendo un arma de juguete.
Al respecto indicó que el elevado número de muertes por armas de fuego en Estados Unidos está una vez más en el centro de este problema. En muchos países donde las armas reales no son tan fáciles de conseguir, la policía tiende a ver a los niños jugando con armas de réplica, precisamente lo que son, y no como un peligro.