El policía de Ferguson, Darren Wilson, que asesino a tiros a Michael Brown, dice que “nunca quiso matar a nadie” y lamenta la muerte del joven afroamericano.

En una entrevista en el programa Good Morning America, de la cadena de televisión ABC, Wilson dijo este miércoles que hizo lo que le enseñaron en su capacitación cuando le disparó al joven desarmado.

Durante la confrontación, aseguró, “la única emoción que sentí fue temor, y entonces entraron en juego el sentido de supervivencia y la capacitación”. El oficial dijo que le disparó a Brown cuando lo tenía de frente y no por la espalda, y que el joven mostraba un nivel de agresión y rabia que era “casi incomprensible”.

También dijo que comprende la indignación de los padres de Brown porque están de luto por su hijo, “lamento que su hijo perdió la vida”.

Los padres de Michael Brown por su parte dijeron que no creían “ni una palabra” del relato del agente.

Ante la versión del suceso del policía Darren, la madre de Michael Brown se encolerizó y denunció la “falta total de respeto” a su hijo, “no creo ni una palabra. Conozco demasiado bien a mi hijo (…) Jamás hubiera hecho eso. Jamás provocó a nadie”, explicó Lesley McSpadden en el programa This morning de la cadena CBS.

Y según su padre, Michael Brown Sr., el relato del policía es simplemente “loco”, “en primer lugar, mi hijo respetaba a las fuerzas del orden. Y luego, ¿qué persona en sus cabales se atrevería a atacar a un agente de policía que tiene su arma en la mano?”, se preguntó en NBC.

Brown fue asesinado el pasado 9 de agosto por Wilson, un policía blanco, cuando iba caminando con un amigo por Ferguson, una localidad de 21 mil habitantes en las afueras de St Louis y en la que el 67 por ciento de la población es negra.

La policía sostiene que el joven atacó a Wilson después de que éste le ordenara salir del medio de la calle, y que tras un forcejeo, en el que el joven intentó quitarle el arma, el agente le disparó; varios testigos aseguran que el policía le disparó a Brown cuando éste intentaba huir.

Impotencia social

El malestar provocado por el fallo del gran jurado investigador de Ferguson, Misuri, que concluyó exonerar al policía que mató al joven afroamericano Michael Brown por falta de pruebas, provocó que miles de estadounidenses salieran a las calles por segundo día consecutivo en todo el país.

El caso con implicaciones raciales ha alimentado tensiones a miles de kilómetros del suburbio de mayoría negra; en más de 170 ciudades de 37 estados se registraron protestas, según reportes de prensa.

Para muchos, la muerte a tiros del joven negro de 18 años Michael Brown a manos del policía blanco Darren Wilson recuerda otros sucesos problemáticos protagonizados por policías.

La frase “Manos arriba, no disparen” se ha convertido en el grito de guerra contra los asesinatos policiales en todo el país.

El presidente Barack Obama instó al diálogo y su fiscal general prometió una investigación federal rigurosa por la muerte del joven afroamericano, “incendiar edificios, prender fuego a automóviles, destruir bienes, poner gente en peligro… no hay excusa para eso”, dijo Obama en una conferencia en Chicago, “son actos criminales”.

También el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió este martes a los manifestantes en Ferguson y en todo el país a abstenerse de cometer hechos de violencia y convocó a las autoridades estadounidenses a garantizar el derecho a las protestas pacíficas.

“Ban apela a todos los que en Ferguson y a lo largo de Estados Unidos se sintieron decepcionados por la decisión del gran jurado a expresarse pacíficamente”, indicó el portavoz Stephane Dujarric.

En nueva York miles de personas se manifestaron por segunda noche seguida en Manhattan, se concentraron en Union Square antes de separarse en varios grupos más pequeños, cantando “Sin justicia no hay paz”. Algunos sostenían pancartas que decían “Policías asesinos a la cárcel ” y “Justicia para Mike Brown”.

Un grupo marchó por el centro hasta la emblemática plaza Times Square, serpenteando entre los carriles de la calzada, seguidos por la policía. Los manifestantes, cuyo número pareció crecer a medida que avanzaba la noche, interrumpieron el tráfico en la autovía FDR y se congregaron en los accesos a los puentes de Williamsburg y Manhattan y del tunes Queens Midtown.

El comisario William Bratton dijo que la policía estaba dejando “espacio para respirar” a los manifestantes “siempre y cuando sigan de forma pacífica, y siempre que no se metan en temas que causen temor o creen vandalismo, colaboraremos con ellos para que puedan manifestarse”.

Recorrido entre protestas

En California, los manifestantes saltaron la autovía 101 el martes por la noche, portando barricadas que colocaban en los carriles mientras paraban el tránsito.

En cuestión de minutos, la patrulla de carreteras y agentes de la policía de Los Ángeles persiguieron a las pocas docenas de manifestantes a fuera de la vía y los acorralaron en un paso elevado, donde una de las barricadas fue arrojada a la calzada; no hubo reportes inmediatos de arrestos.

Los manifestantes se habían apartado de un grupo más grande y en su mayoría pacífico de varios cientos de personas que recorrieron varias millas por las calles de la ciudad desde media tarde, para llegar a la sede de la policía.

En el centro de Oakland, un grupo de manifestantes destrozó coches de policía y negocios, rompiendo ventanas en concesionarios de vehículos, restaurantes y tiendas en la segunda noche de protestas.

La multitud consiguió cortar por un momento dos importantes carreteras, y varios incendiaron contenedores de basura en la calle principal antes de que policías con cascos antimotines les obligaran a dispersarse.

Una manifestación en Minneapolis se consideró alarmante cuando un coche atropelló a un manifestante y luego arremetió contra un grupo que lo había rodeado; una mujer sufrió heridas leves.

Varios cientos de personas se habían concentrado el martes por la tarde cerca del tercer puesto de la policía del distrito para mostrar su solidaridad con Brown. El conductor llamó a la policía poco después para informar del accidente, y el portavoz de la policía John Elder dijo que se estaba investigando lo sucedido.

También en Cleveland cientos de personas protestaron en una autovía y cortaron el tránsito en hora pico en protesta por lo sucedido en Misuri y por el tiroteo mortal de la policía, el pasado sábado, contra el niño de 12 años Tamir Rice, que tenía una pistola de perdigones que parecía real.

“El sistema no está hecho para protegernos”, dijo una de los manifestantes, Naesha Pierce, de 17 años, para tener justicia, la propia gente tiene que ser justicia”.

En Cincinnati más de una decena de personas fueron arrestadas y una ruta interestatal fue cerrada brevemente debido a una protesta. El diario Cincinnati Enquirer reportó que un centenar de personas marchó por el centro y algunas saltaron las barreras de la interestatal; un juez municipal dijo que 15 personas fueron acusadas de provocar disturbios.

Así mismo, en St Louis los manifestantes interrumpieron el tráfico en el centro durante varias horas bloqueando las principales intersecciones, una autopista interestatal y el puente sobre el río Mississippi que conecta la ciudad con Illinois.

La policía antimotines arrestó a varios manifestantes que se sentaron en medio de la Interestatal 44 cerca del Edward Jones Dome; emplearon gas pimienta para dispersar a la multitud.

Un total de 44 personas fueron detenidas la noche del martes al miércoles, informó Jon Belmar, jefe de la policía del condado de St Louis, al que pertenece Ferguson.

Los manifestantes también ocuparon las escaleras del juzgado federal coreando “¡ustedes no acusaron! ¡Nosotros lucharemos!”; más de 2 mil efectivos de la Guardia Nacional fueron enviados a la zona para controlar una segunda jornada de disturbios.

El miércoles de madrugada las calles estaban en su mayoría despejadas y el personal de la Guardia Nacional hacían guardia ante varios negocios.

Además, en varios cientos de personas de las escuelas Morehouse College y Clark Atlanta University de Georgia, ambas históricamente negras, llevaron a cabo manifestaciones pacíficas. Pero a medida que avanzaba la noche, varios grupos se separaron e intentaron bloquear una autopista, y la policía dijo que se habían roto algunas ventanas.

La policía dijo que habían arrestado a 21 personas, la mayoría cuando se negaron a dispersarse, pero una se enfrenta a cargos por posesión de armas.

En Portland, Oregon, una manifestación reunió a unas mil personas que escucharon discursos antes de marchar por el centro. Un grupo escindido de unas 300 personas siguió caminando, cruzando el puente del río Willamette. El tránsito de autobuses y trenes ligeros se vio interrumpido y la policía empleó gas pimienta contra ellos y realizó algunas detenciones.

En Filadelfia (Pensilvania, este), Boston, Washington, Atlanta (sudeste) y Seattle (noreste), entre otras grandes urbes del país, también fueron escenario de movilizaciones.