Por el avance de Hagupit, un supertifón, con vientos de unos 240 kilómetros por hora (km/h), los pobladores de las localidades del centro de Filipinas se mantienen este jueves en alerta y podría tocar tierra el próximo sábado.

Desde las primeras horas, tiendas comerciales y mercados registraban largas filas de consumidores para la compra de alimentos y productos básicos, mientras que las escuelas y oficinas de gobierno suspendieron sus actividades.

El pánico de compra de alimentos se intensificó luego de que la Agencia Meteorológica de Filipinas (PAGASA) informara que Hagupit (Latigo) alcanzó la categoría 5 y que existe un 75 por ciento de probabilidades de que toque tierra la mañana del sábado próximo.

Hagupit, conocido en Filipinas con el nombre de Ruby, avanza a través del Océano Pacífico aproximadamente 720 kilómetros al sureste del país, con vientos de hasta 240 kilómetros por hora, cerca del centro, y ráfagas de hasta 290 kilómetros por hora.

Se espera que se fortalezca aún más durante este jueves y viernes, antes de golpear la provincia de Samar en el este-centro de Filipinas el sábado venidero, acompañado de lluvias torrenciales y fuertes olas de tres o cuatro metros de altura.

El gobierno filipino indicó que estaba considerando la posibilidad de declarar un estado de emergencia nacional para congelar los precios de los bienes básicos, ante el pánico generalizado, reportó el canal de televisión ABS-CBN.

El presidente de Filipinas, Benigno Aquino, ordenó al Departamento de Comercio enviar suministros de alimentos adicionales a las provincias del centro del archipiélago que están en mayor riesgo de ser afectadas por Hagupit.

“Queremos traer mucho más suministros para reducir las compras de pánico”, aseguró Aquino en una reunión con su comando de desastres en la principal base militar en Manila, que fue transmitida en vivo por la televisión.

La decisión se tomó después de los informes de que varios negocios y tiendas departamentales han cerrado sus puertas con el fin de aumentar los precios de los bienes en las próximas horas por la inevitable llegada del supertifón.

“Muchas tiendas han cerrado en Tacloban”, dijo el secretario de Energía, Carlos Jericho Petilla, al referirse a la capital de central provincia de Leyte, de donde es originario, “creo que todo el mundo está entrando en pánico en este momento”.

Según la PAGASA, la fuerte tormenta podría tener la misma trayectoria que el devastador tifón Haiyan (Yolanda) que dejó más de siete mil muertos o desaparecidos y sin hogar a más de cuatro millones de personas en noviembre de 2013.